Aniversario matrimonial

ÉTHOS
28/09/2024 04:00
    No existen príncipes ni princesas azules, ni maridos y esposas perfectos. En la problemática diaria se resquebrajan los ídolos de barro y los arquetipos ideales. Lo único que existe son dos seres con innumerables necesidades biológicas, emocionales, afectivas, económicas, sociales, educativas, políticas, espirituales, culturales y de convivencia que necesitan ser cubiertas.

    La vida en común es un excitante viaje donde no faltan sorpresas, inquietudes, anécdotas, risas, gozos, llantos, remansos, asombros, confusiones, tormentas, épocas azules de bonanza y oscuras temporadas de marejadas.

    Esa alternancia constituye la riqueza de la vida, pero sólo se puede sobrellevar con amor, diálogo, apertura, entrega, convivencia y negociación, a la vez que se comparten actividades y expectativas, y, por encima de todo, industriales dosis de perdón y montañas de comprensión.

    No existen príncipes ni princesas azules, ni maridos y esposas perfectos. En la problemática diaria se resquebrajan los ídolos de barro y los arquetipos ideales. Lo único que existe son dos seres con innumerables necesidades biológicas, emocionales, afectivas, económicas, sociales, educativas, políticas, espirituales, culturales y de convivencia que necesitan ser cubiertas.

    No es novedad que en toda pareja existan similitudes y diferencias por los diversos estilos de vida, familia, educación y costumbres de donde provienen, pero lo básico es aceptar a la otra persona y negociar mutuamente los acuerdos.

    Es cierto que hay silencios que lastiman, palabras que ofenden, enojos que aturden, incomprensiones que abochornan, cansancios que fastidian; pero, como aconsejó un hermano, son ocasiones para desencadenar la feliz reconciliación y encuentro. Bien dijo Julio Cortázar: “El truco es volverse fuerte de corazón sin perder la ternura del alma”.

    Hoy, Ely, es nuestro aniversario y seguimos caminando. Como escribió el poeta turco, Nazim Hikmet: “Nuestros días más hermosos aún no los hemos vivido, y lo mejor de todo aquello que tengo que decirte todavía no lo he dicho. El más bello de los mares es aquel que no hemos visto... Olvido el mundo cuando oigo tu voz. Muchas felicidades, mi amor. Gracias a ti sólo pruebo la miel de la esperanza... La vida es breve, pero la memoria es eterna”.

    ¿Renuevo mi compromiso?