Avances en justicia para Luis Enrique
Sara Bruna dijo que lo haría, y lo hizo
Sara Bruna Quiñónez Estrada, la Fiscal General de Sinaloa, rescató el sábado por la noche la palabra empeñada de dar con el paradero de los presuntos asesinos del periodista Luis Enrique Ramírez Ramos luego de que su equipo de investigación criminal le siguió los pasos al probable autor material durante 19 meses hasta ponerlo a disposición de la justicia. Es una mujer paciente, pero el tiempo transcurrido no opta en los buenos resultados que siempre obtiene.
Por todos los reclamos que le hicimos, hoy vale reconocerle el éxito de la indagatoria y hacer votos para que ésta se extienda a ubicar y aprehender a quien ordenó privar de la vida al periodista aquella madrugada del 5 de mayo de 2022. Y que el Ministerio Público también pueda integrar las sólidas carpetas de investigación y presentar a los perpetradores ante los tribunales, en todos los casos de ciudadanos alcanzados por la acción delincuencial.
Se ha trazado la conjetura de que Quiñónez Estrada, la que brilló como Juez implacable contra la corrupción, había bajado su efectividad en la Fiscalía al toparse con la actividad criminal que no da tregua y cada vez presenta mayor especialización en esquivar la acción de la ley. Sólo era, en contrasentido de la desesperación de víctimas y deudos, la curva de aprendizaje ya que al paso de los meses presenta buenos avances en poner a disposición de la justicia a delincuentes del fuero común.
Con la detención del presunto asesino de Ramírez Ramos la Fiscal envía una señal de aliento no a los periodistas en sí sino a la sociedad en general. Alcanza la contraseña de esperanza para la Policía de Investigación que crece en profesionalización, técnicas de indagación criminalística y honestidad, pues esto último se ve en la localización y detención de delincuentes con gran capacidad económica para corromper a agentes ministeriales y alto perfil facineroso para arredrarlos.
Se trata de una buena noticia sobre un trabajador de la información. Pretexto igualmente para repasar que siguen impunes los crímenes cometidos contra periodistas sinaloenses en anteriores gobiernos estatales, olvidados en archivos tan muertos como los colegas inmolados. Manuel Burgueño en el sexenio de Francisco Labastida, Gregorio Rodríguez en el de Juan Millán, Óscar Rivera con Jesús Aguilar Padilla, Humberto Millán con Mario López Valdez y Javier Valdez Cárdenas durante el período de Quirino Ordaz Coppel.
Y el fin de semana hubo un gran avance sobre el crimen que le quitó a Luis Enrique Ramírez al periodismo sinaloense. Son los fundamentales pasos de imputar al autor material que viabiliza la posibilidad de ir por quien ordenó el homicidio, corroborar la voluntad política del Gobernador Rubén Rocha para que lleguen a la justicia los que atentan contra la libertad de expresión, y tener a la mano elementos de certidumbre sobre la eficiencia de la FGE. Ojalá todas las carpetas de investigación relacionadas con reporteros y medios caminaran en el sentido contrario al de la impunidad.
Sirva la coyuntura del buen resultado en el caso Ramírez para hacer notar la eficiencia de la FGE en la etapa que lleva Sara Bruna Quiñónez en el cargo, por si alguien creyera que la detención del probable asesino del periodista es una golondrina que no hace verano. Por ejemplo, luego de décadas de permanecer los índices de impunidad arriba del 90 por ciento, lo que significa que de cada 100 homicidios sólo 10 o menos recibían sentencias judiciales, en los hechos de feminicidios cometidos en Sinaloa el 30 por ciento han sido judicializados en 2023.
En cuanto a resultados de la Unidad de Especializada para Investigar Delitos contra el Patrimonio de las Personas más de 500 carpetas han sido judicializadas; a diferencia de que antes los elementos policiacos contaban con corazas gubernamentales que permitían la inacción de la justicia al convertirse en infractores de la ley, hoy reciben la sanción correspondiente con el más reciente referente de los dos policía municipales de Ahome vinculados a proceso por la presunta participación en la desaparición forzada de las personas.
Seguramente en el informe correspondiente a 2023, que presentará en enero, la Fiscal robustecerá los resultados que mostró del primer año, 2022. Ha crecido la judicialización de delitos de alto impacto, siendo el caso de los homicidios dolosos y culposos, así como violaciones y en ilícitos de alta incidencia como robo de automóviles; en sucesos de asaltos bancarios fueron abatidos a cero desde septiembre de 2023.
En síntesis, no es el momento de echar a vuelo las campanas por el avance en la carpeta de investigación que atañe a la muerte violenta de Luis Enrique Ramírez, aunque irnos al extremo de la ceguera que no permita ver esa luz de confianza igual constituyen parcialidad. Celebremos lo que casi nunca hemos podido encomiar: la justicia para uno de los nuestros caídos a consecuencia de la brutalidad criminal.
Desde aquí di Luis Enrique,
Donde tu ser aún permanece,
Lo que para ti signifique,
Esto que justicia parece.
La Asociación de Periodistas y Comunicadores Siete de Junio que preside Lidia Oralia Sarabia mostró reconocimiento, pero sostuvo el nivel de exigencia de cero impunidad, ante lo logrado por la Fiscalía General de Sinaloa al concretar la detención del presunto autor material del asesinato del periodista Luis Enrique Ramírez. Solicita que la justicia sea plena y que la familia de la víctima y el gremio al cual pertenece corroboren la fuerza de las instituciones por encima del atropello criminal. “Entendemos que los procesos de investigación pueden ser tardados y en este caso reconocemos que no se haya cejado en la búsqueda y ahora detención de uno de los presuntos responsables”, señala.
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