Cinthia Valenzuela y el rescate del PRI. ¿La hora de las mujeres y los jóvenes?

OBSERVATORIO

    A riesgo de que se levante a como pueda o se queda agonizante en el lecho de fuerza política recién arrollada por el tráiler de la transformación, el Partido Revolucionario Institucional no está tan errado en la estrategia de apostarle su recuperación en Sinaloa a una mujer, además joven. Sentenciado tantas veces a morir, y de vuelta en igual de ocasiones a las andadas, el tricolor se encuentra urgido a construir su nueva generación de liderazgos.

    Con Cinthia Valenzuela Langarica, quien hará la labor de recuperación, y que además está consciente de que se sacó “la rifa del tigre”, el nuevo itinerario a recorrer con gente joven parece enviarles un mensaje a los personajes añosos que en la mayoría de los casos le dejaron muchas cicatrices que afean la catadura al PRI a tal grado que a las bases sociales les provoca rechazo sin conceder siquiera la posibilidad de que recobre lozanía y vigor, misión imposible hasta para un cuento de hadas.

    Es que ahora sí, moribundo en las ruinas de sus despropósitos, el PRI sinaloense se guarece tras las faldas y las zapatillas de las que antes se burló. Siendo las mujeres el gran activo moral que hace contrapeso con el legado oprobioso, quizás la intención sea sincera y el partido haya entendido como enseñanza de sus fracasos que la misoginia extrema es la que lo lleva al punto fulgurante de abrirse a las posibilidades de feminizarse.

    Pero a Cinthia Valenzuela, que vivió desde las entrañas priistas el reciente proceso electoral y fue testigo también de la pesadilla en que el partido se convirtió para el anterior dirigente, Jesús Valdés Palazuelos, le emociona calarse en el desafío de escribir una historia distinta para las siglas ahora devastadas. Acepta el reto, dice, porque nunca les ha apostado a las cosas fáciles ni tampoco cree en que esta sí sea la desaparición definitiva del PRI.

    Es joven sin poder aplicársele el calificativo de novata. Fue Regidora Suplente del Ayuntamiento de Culiacán, Secretaria General en Sinaloa de la Red Jóvenes por México, Consejera Política Municipal y Estatal del PRI, dirigente en Culiacán de Mujeres Jóvenes del ONMPRI, Coordinadora de Estrategia Digital del Frente Juvenil Revolucionario Sinaloa, Secretaria General del CDE priista y ha participado en un gran número de tomas de decisiones y asambleas de la estructura de su partido.

    Lo que sorprende es que haya accedido a esta responsabilidad con todas las circunstancias en contra. Después de la situación de violencia que el 6 de junio desarmó y dispersó el activismo de varios priistas, entre ellos el Secretario de Organización, José Alberto Salas Beltrán, cualquiera hubiera tirado la toalla y dedicarse a emigrar a otras alternativas políticas menos riesgosas, sin embargo, decidió resistir y medirse frente al 2014 cuya cuenta regresiva inicia para elegir alcaldes, diputados locales y federales y senadores.

    Tiene una buena oportunidad ante sí. Siendo más pelea que prueba, Valenzuela tendrá que desterrar el machismo que en las buenas cosechas se apropia de los cargos de dirección, candidaturas y puestos de gobierno, y en las malas zafras les entrega a las mujeres el panorama desalentador para ver si ellas le dan respiración de boca a boca al partido sin hálitos. El sector femenino lo hará bien, sin duda, con el plus de la juventud que desplaza a “dinosaurios” y “rémoras” que poco a poco fueron acabando con el Revolucionario Institucional.

    La apuesta femenina e igualmente renovada desde hace décadas se le ha planteado al PRI como posibilidad de restauración. A pesar de que ha ganado terreno la equidad de género en materia de participación política todavía falta romper el sistema gregario que margina a las mujeres de los puestos de gran nivel, como es el caso de la gubernatura sinaloense donde apenas hace algunas semanas se excluyó a Rosa Elena Millán Bueno.

    Los partidos de izquierda y derecha han avanzado más rápido en ponderar el talento de las mujeres para gobernar. Desde antes que el Partido Revolucionario Institucional perdiera la hegemonía del poder federal en el año 2000, algunas damas ya habían saltado a la palestra de la sucesión presidencial, entre ellas Rosario Ibarra de Piedra en 1982 y 1988, Cecilia Soto y Marcela Lombardo en 1994, Patricia Mercado en 2006, Josefina Vázquez Mota en 2012 y Margarita Zavala en 2018.

    ¿Ocupa el PRI una mano de mujer para que lo rescate en Sinaloa? Está por verse si Cynthia Valenzuela logrará reagrupar a hombres y mujeres, jóvenes y veteranos, colonos o empresarios, directivos o militantes, para solventar la actual situación de segunda fuerza política estatal y alguna vez situarse de nuevo como gobierno en la titularidad del Poder Ejecutivo Estatal y los 18 Ayuntamientos y mayoría en el Congreso del Estado.

    Reverso

    La militancia quiere ver,

    Lideresas tenaces así,

    Que con perfume de mujer,

    Le quiten lo fétido al PRI.

    El Gerente de Culiacán

    Lo facilito, eso de tapar baches, poner topes y ahora interponerles bardas a automovilistas cafres, o bien atravesar muros en las calles del centro de Culiacán, se le da muy bien al Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, pero qué tal en asuntos de prevención y combate a la violencia, donde ayer la Secretaria de Seguridad Pública del Gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez, incluyó a la capital sinaloense junto con Tijuana, Ciudad Juárez y Monterrey como los municipios que más casos reportan de feminicidios. Ante una circunstancia así el Edil morenista apunta hacia los gobiernos federal y estatal como responsables, pero él se lava las manos aunque sea con sangre inocente. ¿Es Presidente Municipal o funciona como City Mánager?

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