"Columna"

DESDE ESTAMBUL, TURQUÍA, hoy que es el segundo día, nos vamos con dos destinos: El Gran Bazar que tiene 5 mil tiendas subterráneas y queremos cruzar el mar Bosforo para cruzar a Asia. Se nos olvidó que otro día saldremos en autobús y haremos un recorrido de 8 días por Asia... POR CONOCERLO CAMINAMOS CINCO CUADRAS PARA TOMAR EL METRO, pero nos encontramos de pronto con que no tenemos la tarjeta. Un joven como de 17 años, por señas, nos dice que los tres podemos pasar con la suya. Pasamos y cuando él quiere pasar, no puede. Le ofrezco un rollito con 3 dólares (siempre viajo con un ladrillito de billetes de un dolar) y nos dice que de ninguna manera. El policía se da cuenta y lo deja pasar gratis... LE CUENTO QUE EN TURQUÍA no hay gordos, no hay norteamericanos, ni pobreza extrema, ni limosneros, ni McDonalds, ni Uber, ni Starbucks. Defienden mucho su economía. EL GRAN BAZAR FUNDADO EN 1451 ES LA UTOPÍA DE LAS MUJERES COMPRADORAS COMPULSIVAS ¿Cuáles son? ¡TODAS! (me anoto encabezando la fila) caminas entre joyerías de un metro de frente por uno de fondo, pero con el tesoro de Alibabá en el aparador, bolsas, pashminas de seda, mascadas, antigüedades, vimos una llena hasta el techo de gramófonos, kaftanes bordados en hilos de oro, bisutería fina, tenis. Es un gentío, hágase de cuenta la salida del futbol, pero ningún vendedor grita, aquí estamos negociando; ¿qué precio me das si te compro dos pashminas?... ¿y si te compro cinco?... no, gracias, y hago como que me voy y me alcanzan... El asiático y el árabe consideran tonto al que no sabe regatear... EL TERCER DÍA, EL TELEFONO SUENA A LAS 4 DE LA MAÑANA . ¡Qué horror para quien se levanta a las 8:30 ó 9! A las 5, desayuno bufet de dieta mediterránea. A las 5:45, el autobús parte y el que se queda se quedó. Vamos rumbo a Capadoccia, el lugar que soñaba con conocer antes de irme con diosito. EN CAPADOCIA HACE 60 MILLONES DE AÑOS HUBO LA ERUPCIÓN DE UN VOLCÁN que dejó miles de conos de piedra, así como las tiendas de los indios norteamericanos. Los trogloditas las ocuparon y para defenderse de los clanes enemigos, abajo construyeron 120 ciudades subterráneas, algunas hasta a 70 metros de profundidad, hicieron túneles para comunicarse y había ríos subterráneos. Hoy, los turistas las recorren a pie, en camello y en globos aeroestáticos, en la madrugada es algo subrealista y maravilloso ver hasta 90 globos de colores en el cielo... MI SUEÑO SE TAMBALEA UN POCO cuando nos dicen que está a 950 kilómetros, pero que tendremos una escala en Ankara, la capital de Turquía. La carretera sin casetas es una maravilla, está iluminada y a su alrededor todo son jardines y árboles bien cuidados, la guía nos va diciendo: “en este valle hay cerezas, chabacanos, granadas, viñedos, ademas de olivos”, las flores como si fuera el jardín de una mansión. Es un país muy prospero, con razón el cambio está a 5.80 liras turcas por un dólar… Y así llegamos a Ankara, ciudad de oficinas, pero tiene el mausoleo del hombre que adoran los turcos como si fuera Dios, su nombre: Mustafa Kemal Atatur.