Han sido demasiados los ataques e insultos a los sexenios anteriores, principalmente al de Felipe Calderón, basados principalmente en tres factores:
1. El supuesto fraude electoral de 2006 en contra del candidato del PRD, López Obrador.
2. El supuesto fracaso de la lucha contra la inseguridad y la delincuencia de capos narcotraficantes.
3. La denuncia sobre corrupción, básicamente centrada en el caso del Secretario de Seguridad, Genaro García Luna.
Sobre el primer supuesto no hay que olvidar que el conteo y reconteo de votos lo realizó el INE como órgano ciudadano independiente del Gobierno. Después de varias revisiones exigidas por los representantes de López Obrador, mismas que finalmente se suspendieron cuando exigieron conteo total del 100 por ciento de la votación, que el INE finalmente rechazó. El resultado fue el triunfo del candidato del PAN con un estrecho margen, pero hubo mayoría.
El segundo punto ha sido muy atacado, principalmente porque al utilizarse al Ejército para defender la vida y la seguridad de los ciudadanos, aprehendieron a varios capos narcotraficantes y se rompieron las “estructuras” de las bandas, lo que originó el surgimiento de otros jefes con sus propios grupos, lo cual provocó la “guerra” entre las bandas que buscaban consolidar su poder en territorio, producción, distribución y exportación de drogas; quedó en lugar secundario que de los muertos que esto ocasionó, según los datos oficiales, cuando mucho el 6 por ciento se debió a enfrentamientos con el Ejército.
El tercer punto, tan festinado por el actual Presidente sobre la aprehensión, juicio y condena del ex Secretario Genaro García Luna, como ejemplo de la corrupción en ese sexenio, lo cierto es que, a pesar de las constantes y profundas investigaciones, ni a Felipe Calderón ni a los demás secretarios se les han imputado hechos de corrupción, cosa que sí pasó con altos funcionarios del sexenio de Enrique Peña Nieto y con el mismo Presidente.
Tal vez sea conveniente, por lo tanto, con el permiso de los tres o cuatro lectores que tiene esta columna, revisar algunas políticas, programas y decisiones del sexenio panista de 2006-2012 que no fueron tomadas muy en cuenta por los medios de comunicación, ni fueron suficientemente informadas por las mismas autoridades gubernamentales.
Es oportuno recordar que el sexenio de Calderón sufrió también los ataques de una pandemia en 2007, que inclusive se dijo que había nacido precisamente en México, pero fue tan rápida la reacción de las autoridades sanitarias nacionales que aquí mismo se desarrolló una vacuna que se puso a disposición de la Organización Mundial de la Salud, sin costo y sin restricciones, para su producción mundial.
Igualmente se sufrió en el sexenio una crisis financiera internacional en 2008-2009 que llegó a considerarse como la segunda en gravedad, apenas por debajo de la Gran Depresión de los años 20, que hizo entrar en crisis las economías de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, arrastrando a la economía de México que abatió en -5.8 por ciento su PIB en 2008; sin embargo, el régimen de Calderón enfrentó el problema con oportunidad y acierto, a tal grado que un año después en 2009, el PIB se recuperó con algo más de 5 por ciento y el sexenio terminó con un PIB de alrededor de 2 por ciento. El régimen de AMLO, con dificultades, logrará un 1.3 por ciento de crecimiento del PIB.
¿Cómo se enfrentaron las crisis de la pandemia y la de la economía internacional?:
- Se enfocaron con políticas para combatir la miseria y la pobreza, buscando que las consecuencias de la crisis económica afectaron lo menos posible a los más pobres en México.
- Se promovieron y financiaron las pequeñas y medianas empresas.
- Se fortalecieron y facilitaron los Fondos de Garantía para el campo.
- Se estableció el Plan Nacional de Infraestructura, tanto para la obra pública como para la privada.
- Se incrementaron los recursos presupuestarios a estados y municipios.
- Se incrementaron los programas sociales, principalmente el Programa Nacional para Vivir Mejor.
- Se promovió la inversión nacional y la inversión extranjera directa.
- Se controló la inflación a un promedio anual de 4 por ciento.
- Se controló el déficit público a un máximo de 1.5 por ciento del PIB (este sexenio estaría cerrando 2024 con un déficit de casi 5 por ciento del PIB).
- A pesar de la crisis, el desempleo no superó el 5.5 por ciento mientras que en Estados Unidos llegó a estar al 9 por ciento y en España el 18 por ciento.
Como se puede apreciar, con estas medidas las crisis de salud y financiera se enfrentaron y se vencieron con decisión, gracias a un gobierno responsable.
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cp_rafaelmorgan@hotmail.com
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