Conocer lo que hace la ASE en Sinaloa
Creer en la Auditoría, para defenderla
Antes de cualquier tentación por afectar el ojo revisor que es más de la sociedad que de determinado partido o gobierno, quien traiga en mente la perversidad del deterioro de la imagen y confianza de la Auditoría Superior del Estado estaría obligado a conocer a profundidad la labor que realiza el ente fiscalizador y las atribuciones de las que dispone para encarrilar en la honestidad a los sujetos obligados a rendir cuentas. La ASE va más allá de ser tres siglas etéreas o intimidantes; es un equipo de hombres y mujeres construyendo la vitrina nítida que debe ser Sinaloa.
Recién empieza el Programa Anual de Auditorías, Visitas e Inspecciones que corresponde al ejercicio fiscal de 2021 y que contempla en total 99 actos de revisión (entre éstos 42 auditorías financieras, 2 con enfoque de desempeño y 10 de desempeño en sí) poniendo a prueba la voluntad de la ASE en hallar las irregularidades a pesar de la terca operación para esconderlas por quienes en plena era de rendición de cuentas se aferran a la opacidad.
Al frente de este esfuerzo está la titular de la ASE, Emma Guadalupe Félix Rivera, quien responde por la correcta rendición de cuentas en la actual etapa donde ningún servidor público puede alegar el desconocimiento de las reglas al realizar el obligado corte de caja de frente al órgano auditor y la lupa cívica cada día más potente. El emplazamiento a justificar el destino del erario, peso por peso, dejó de estar a expensas de negociaciones para situarse bajo la sujeción a la ley.
La Auditora, percibida en la conversación pública no por los méritos y la trayectoria que sí tiene, sino por manejos políticos que según el color de la lente es también el talante de los apetitos que la obstaculizan, ha creado en cinco años, pues desde marzo de 2017 el Congreso del Estado la designó en el cargo, todo un aparato para desentrañar los puntos ciegos del ejercicio presupuestal estatal y municipal.
Por fortuna, atravesó ilesa la zona de turbulencias que significó la reciente transición de poderes en Sinaloa y una vez pasada la tormenta se le podrá evaluar por los resultados que rinda en la misión esencial de fiscalizar como condición primaria del combate a la corrupción. Al servicio del Poder Legislativo que lo mismo la convierte en la lupa escudriñadora de los sinaloenses, Félix Rivera necesita que a la ASE la fortalezcan más y la socaven menos. Y podría ser en el gobierno de Rubén Rocha Moya, con labor desde diferentes frentes en favor de transparencia, que la Auditora ofrezca sus mejores logros.
Para hacerla más fuerte en cuanto a resultados, una buena decisión del Congreso tendría que ver con aislar a la Auditoría Mayor del estira y afloja propio de la medición de fuerzas políticas al interior de la Cámara. A la entidad fiscalizadora le resulta consustancial la confianza popular y cuando le endosan a la ASE todas las fallas del sistema de prevención y contención de los delitos contra las finanzas públicas, lo que se ataca es la credibilidad que le pueda otorgar la sociedad.
La Auditoría Superior ya no puede incurrir en la práctica de inventar cuervos para que le saquen los ojos al que cae en gracia de una bancada, de una organización o ambición políticas. Ese blindaje sí debe proporcionársele al ente revisor bajo la premisa cardinal de la fiscalización de “el que la hace, que se las vea con la ASE”. De igual manera hay que voltear a ver al Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción de Sinaloa antes de aventarle a la institución interventora todas las culpas por los corruptos sin castigo.
Y al iniciar el Programa Anual de Auditorías, Visitas e Inspecciones 2022 se abre otra oportunidad para interesarnos más en el quehacer de la ASE y el desempeño de quien la preside. La persistente e ilegal acción de usar indebidamente el dinero que el pueblo aporta a través de impuestos empieza cuando los ciudadanos se arrinconan en la indiferencia, dándoles vía libre a los desfalcadores.
Entonces éste es un buen momento para empezar los ciudadanos a desarrollar el sentido de pertenencia del órgano revisor que es uno de los baluartes de la colectividad en la divisa de transparencia en todo lo que nos compete conocer del manejo del gasto público, porque en estos días desde el edificio sede de la Auditoría Superior del Estado sale un ejército de expertos en transparencia, peritos contables, supervisores de obra y apoyo tecnológico a revisar las cuentas y estados financieros correspondientes a 2021 de instituciones que funcionan con recursos públicos.
¿Pero por qué casi nunca la lente pública enfoca el trabajo y capacidades de ellos, hombres y mujeres que tienen la encomienda de decirnos a los sinaloenses cómo gastan el dinero las entidades a fiscalizar y en qué beneficios se traducen para los ciudadanos tales erogaciones? Apenas entrando al corazón de la “colmena” humana, técnica y digital, donde las evidencias soportan las observaciones procedentes, se palpa esa obra social que al margen de colores, elucubraciones y venganzas construye el escaparate nítido en donde sabremos quién es decente y quién es deshonesto.
A Sinaloa le preocupa,
Que intenten empañar a quienes,
Significan la enorme lupa,
Que es custodia de nuestros bienes.
Crucemos los dedos para que a Sinaloa le vaya bien en la Prueba PLANEA 2022 que ayer se empezó a aplicar a 19 mil alumnos de 534 escuelas preparatorias. El pronóstico de la catástrofe educativa derivado de más de dos años de pandemia con la enseñanza pública siendo la principal área diezmada nos está rondando como secuela de la Covid-19 que vendría a arruinarnos todavía más la esperanza. Que el diagnóstico nos sea leve y sirva al menos para ponernos las pilas todos, ya, en la urgente reconstrucción del sistema escolar.
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