Contumaz

29/01/2025 04:00
    Esta visión estratégica (de la 4T) viene dando frutos, pese al pesimismo de algunos ciudadanos que durante un tiempo de su vida simpatizaron con la izquierda, pero que luego se pasaron a jugar un triste papel cambiando de bando y repitiendo los dogmas de la derecha.

    México camina a buen paso para ocupar un lugar destacado dentro del grupo de los países más desarrollados del mundo. Esto lo afirmamos con todas sus letras, para que lo lean los escépticos y la oposición aldeana que tenemos, que se han opuesto sistemáticamente a obras como la refinería Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles o el Tren Maya, estratégicas para detonar el progreso del País. En realidad, sin alternativas, la oposición al gobierno de la cuarta transformación no da una y se van a quedar chiflando en la loma con su contumaz ceguera.

    Mientras, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en los pocos más de 100 días de su gobierno, se ha perfilado como verdadera estadista, dando cátedra en muchos sentidos al abordar los problemas que le ha tocado afrontar. Su discurso y posicionamiento ante acontecimientos candentes los viene haciendo de manera brillante. Sin ninguna duda, podemos afirmar que, por más que la comentocracia le regateé su calidad y visión, lleva a México por el sendero correcto para situarlo en el lugar que le corresponde en el concierto de los países con desarrollo sostenido.

    Estamos viendo resultados que brotan a la vista, los ciudadanos con ímpetu aplauden la gestión de su Presidenta; observan, con sumo cuidado, todo lo que plantea para llevar al País por la senda del progreso, con plena certeza y con los pies bien puestos sobre la tierra. La Presidenta Claudia Sheinbaum demuestra cualidades para llevar a México a puerto seguro en un momento de grandes reacomodos en el mundo, defendiendo la soberanía y a nuestros compatriotas que enfrentan las amenazas de Trump; y lo hace con argumentos, con una calidad que entusiasma y unifica la voluntad de los mexicanos.

    Frente a la problemática internacional que afronta México, no titubea en su defensa de los intereses nacionales, haciendo un llamado al patriotismo, a la unidad de todos los mexicanos. Esto robustece la confianza de los ciudadanos en su Presidenta, que guía a la nación por buen camino, sin titubeos de ningún género cuando se trata de asegurar el futuro del país y consolidar el bienestar del pueblo. Como lo planteó desde el primer día de su gobierno, su misión es consolidar, ponerle un segundo piso a la cuarta transformación.

    Esta visión estratégica viene dando frutos, pese al pesimismo de algunos ciudadanos que durante un tiempo de su vida simpatizaron con la izquierda, pero que luego se pasaron a jugar un triste papel cambiando de bando y repitiendo los dogmas de la derecha. Allá ellos, en su cuero lo hallarán, con su triste papel de esquiroles que sólo y, si bien les va, les será reservado un lugar en el cabús de la historia.

    Hoy se busca desarrollar un modelo de economía distinto al que realizaron por tres décadas los gobiernos neoliberales, que sólo se preocuparon por aumentar las ganancias de los grandes plutócratas y ampliaron cada vez más la franja de extrema pobreza en el País. Ahora el gobierno democrático, que encabeza Claudia Sheinbaum, se orienta al progreso equitativo en el seno de la sociedad, abatir la pobreza a fondo con medidas inteligentes, con programas sociales, con atención a la agenda ciudadana.

    Este es el sendero por el que actualmente marcha el gobierno de la cuarta transformación, que no quepa la menor duda, no descansará hasta consolidar una economía con bienestar para todos los mexicanos y, esto implica sacar de la pobreza a la población que fue postrada y olvidada por los gobiernos neoliberales. Esta es la meta que se han planteado los gobiernos de la cuarta transformación, cuyos objetivos están bien fincados tanto en la realidad como en la idiosincrasia del pueblo. Considerando todos los obstáculos que se presentan en el camino, la multiplicidad de intereses que se tienen que afrontar en el camino, lo primero que se tiene que consolidar a plenitud es la democracia como factor primario de todos los cambios.

    Hoy las masas populares tienen grandes expectativas de progreso, acordes con sus más sentidos intereses, por los que siempre han luchado. Hoy ven que con el dinamismo y la visión de su Presidenta se abren grandes posibilidades de construir un país próspero, democrático, sin corrupción, es decir un porvenir halagüeño.

    Este país, desde 2018, ha emprendido sólidos cambios que lo están llevando a conquistar el lugar que desde hace mucho tiempo debería haber ocupado entre los países con las economías más desarrolladas del mundo, pero la corrupción de los gobiernos del pasado, que por muchos años se mantuvieron en el poder, dieron al traste con el progreso del pueblo.