Cuén y Adán Augusto, un pacto precoz. El PAS le apuesta a la intuición del líder

OBSERVATORIO
    El hecho de acercarse demasiado a Adán Augusto López Hernández podría dar a entender que Cuén Ojeda posee información privilegiada que le dice que el ahora Secretario de Gobernación es el que López Obrador designará para que el 2 de junio de 2024 trate de continuar el régimen autodenominado de la Cuarta Transformación. De ser así, el futuro político del creador del PAS se ve venir resplandeciente. Sin embargo, el apoyo a López Hernández en la pre postulación de Morena lo aparta de los demás pretensos que lucen igual en la pasarela guinda...

    Van dos ocasiones en que a Héctor Melesio Cuén Ojeda se le ve en fotografías junto a Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación. La primera fue el 28 de junio solo él y el funcionario federal, quien la publicó en la cuenta institucional de la SeGob en Twitter; otra se popularizó dos días después donde aparece también Rubén Rocha Moya, difundida en los perfiles que tienen en la misma red social, por separado, el Gobernador y el líder de facto del Partido Sinaloense.

    Esto da pauta a que la gente trate de descifrar qué hay detrás de este súbito escaparate político, aunque para saberlo basta con deletrear los semblantes en los retratos que apuntalan más la hipótesis del encuentro consensuado que la del cruce casual e insustancial, dándole la notoriedad del futurismo por encima de la irrelevancia de la imagen fortuita. Todos sonrientes y el brillo en los ojos que delata propósitos no declarados, desoyendo el consejo de Fidel Velázquez, el icónico ex dirigente de la CTM, de “el que se mueve no sale en la foto”

    Aunque los espiches agregados a las publicaciones dicen poco, las imágenes hablan por sí mismas, y mucho. En la que divulgó López Hernández se lee “el secretario de #Gobernación, @adan_augusto, se reunió con el maestro en ciencias Héctor Melesio Cuén Ojeda (@melesiocuen). #OrgullosamenteSinaloense”. La de Rocha solamente da cuenta “con el Secretario @adan_augusto y @melesiocuen en Palacio Nacional”, mientras que Cuén publicó “con el Secretario de Gobernación @adan_augusto y el Gobernador de Sinaloa @rochamoya_ #Sinaloa #ClaroQueSePuede”.

    De esa reunión ha derivado el revuelo en la conversación pública que traslada la sucesión presidencial de 2024 al plano estatal, donde actores políticos sinaloenses, sin querer queriendo, dan señalas del lado de quién jugarán. Inclusive en la conferencia de prensa semanera de ayer el Gobernador Rubén Rocha aclaró no tener preferencia por ninguna de las “corcholatas” que se manejan para relevar en el cargo a Andrés Manuel López Obrador pues, remarcó, “voy a esperar los procesos del partido y en la medida que me corresponda participar lo voy hacer”.

    El que se está aventurando demasiado es Cuén Ojeda, que a lo largo de su trayectoria política ha mostrado tino, que no es lo mismo que buena suerte. En 2005 accedió a la Rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa en la última elección mediante el voto estudiantil; llegó a ser Alcalde de Culiacán en 2011 y Diputado local en 2013, gracias al olfato para detectar los virajes del poder; y en 2021 desechó el llamado a la alianza electoral con el PRI que le propuso el entonces Gobernador Quirino Ordaz y optó por ir junto a Morena en la coalición que llevó a Rubén Rocha a la Gubernatura.

    Pero 2024 es otra cosa. El hecho de acercarse demasiado a Adán Augusto López Hernández podría dar a entender que Cuén Ojeda posee información privilegiada que le dice que el ahora Secretario de Gobernación es el que López Obrador designará para que el 2 de junio de 2024 trate de continuar el régimen autodenominado de la Cuarta Transformación. De ser así, el futuro político del creador del PAS se ve venir resplandeciente.

    Sin embargo, el apoyo a López Hernández en la prepostulación de Morena lo aparta de los demás pretensos que lucen igual en la pasarela guinda, como son los casos del Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y con menos brillo, pero con posibilidades todavía, Ricardo Monreal Ávila, el coordinador de la bancada morenista en el Senado. ¿Qué pasaría si uno de estos tres resulta ungido por el dedo amloísta? ¿En cualquier escenario el partido del Presidente le garantiza a Cuén un escaño en la Cámara Alta para desde allí postularse a ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo en Sinaloa?

    Serenos morenos. Cuén Ojeda corre el riesgo que le correspondería a cualquier equivocación por declarar la adhesión anticipada con el ex Gobernador de Tabasco, a quien muchos politólogos consideran la única “corcholata” que López Obrador cuida para cuando llegue la hora del destape. Al expresar que “nosotros como PAS vamos a apoyar cuando sea necesario, respetando la Ley electoral, a Adán Augusto López Hernández, y lo hacemos porque hay una relación entre nosotros, vemos a un hombre con mucha experiencia”, el líder pasista podrá presumir y capitalizar, si las cosas le salen bien, que fue el primero en pronunciarse en Sinaloa a favor del hoy Secretario de Gobernación.

    Y si alguien quisiera echarse un clavado especulativo más profundo en el tema hasta podría inferir que el Gobernador Rocha y Cuén van en mancuerna en esta estrategia, ya que el Mandatario estatal reconoció que él gestionó que López Hernández recibiera al ex Secretario de Salud. Es posible que sí, pero también sería probable que no vayan juntos en caso de que la sucesión 2024 tome un curso distinto al que el pasista le apuesta, que no es cosa de suerte sino de astucia y olfato políticos.

    Reverso

    Para que Cuén no calcule mal,

    Entre las corcholatas que están,

    Que no olvide al otro Adán,

    El del pecado original.

    Sesenta días sin justicia

    Dos meses, que se cumplen hoy, son un tiempo valioso para que la procuración e impartición de justicia encuentren y apliquen la ley a los asesinos del periodista Luis Enrique Ramírez. Cuando transcurren muchos días después de un crimen, las evidencias se borran, las protestas cesan y los victimarios huyen aportando las tres condiciones que son el caldo de cultivo de la impunidad. El 15 de mayo de 2017 el cobarde ataque que le quitó la vida a Javier Valdez Cárdenas marcó con la tinta indeleble del miedo al ejercicio de la libertad durante el gobierno de Quirino Ordaz Coppel. Ojalá que la Fiscalía y el Poder Judicial libren a Rubén Rocha Moya de similar estigma.

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