¿Culiacán, Mazatlán y Ahome para la 4T?
Avanzan Gámez y Vargas; Estrella, incierta

OBSERVATORIO
    Ya debieron haber notado Gámez, Vargas y Palacios que los tres ayuntamientos comparten complicaciones sociales y políticas que los hermanan frente al desafiante futuro donde ejercer el principal cargo edilicio significa hacerles frente a retos descomunales en lugar de arredrarse como históricamente ha sucedido. Y para llegar a gobernar necesitarán antes avanzar por encima de obstáculos que son el enemigo en casa o la intriga patrocinada desde otros partidos para sacar de ritmo a los que se proyectan a triunfos comiciales.

    Con los registros de candidatos del Movimiento Regeneración Nacional a las 20 alcaldías de Sinaloa, en los tres principales municipios que son los que aportan el mayor número de votos se anticipan Culiacán y Ahome sin problemas para este partido con la tendencia electoral que apunta a las reelecciones de Juan de Dios Gámez Mendívil y Gerardo Vargas Landeros, mientras que en Mazatlán el triunfo de Estrella Palacios Domínguez depende de que ella realice una acelerada operación reunificadora no sólo dentro de Morena sino también con los aliados.

    Más allá de cambios que pueden ocurrir al cuarto para las doce, todo indica que las tres postulaciones morenistas siguen firmes por más que se cuestione por qué el Gobernador Rubén Rocha Moya apoya contra viento y marea a Estrella Palacios, confiando en que el Presidente Andrés Manuel López Obrador sea el gran propulsor de aspiraciones poco rentables electoralmente, pero de gran utilidad en lo referente a rostros nuevos que le rejuvenezcan el semblante a la 4T sinaloense.

    La de Mazatlán es una apuesta distinta a la que se realiza con Gerardo Vargas en Ahome, pues se trata de un personaje de enorme colmillo político, con fuerte influencia en los mochitecos, a quien el otro puntal del dominio municipal, que es Mario López Valdez, le sostiene el apoyo a pesar de que en algún momento pareció fracturarse la solidez de la dupla que de 2011 a 2017 asumió el control absoluto de Sinaloa, a tal grado de que nada ni nadie se movía sin la venia del tercer piso de Palacio de Gobierno.

    También la candidatura de Gámez Mendívil en Culiacán posee identidad propia, distinta a la de Estrella Palacios y Gerardo Vargas, ya que la condición de ahijado del Gobernador con la cual llegó al gobierno de la capital sinaloense en junio de 2022 se ha desvanecido con el intenso trabajo, silencioso y estratégico, que se refleja en una ciudad en vías de modernización lista para ascender en la escala de movilidad sustentable, urbe segura y servicios públicos de calidad.

    En este último punto, el de los servicios públicos, los alcaldes que resulten electos en los tres grandes municipios deberán construir soluciones para el problema del viejo y deficiente drenaje sanitario que colapsa a pesar de la actual aplicación de medidas que equivalen a querer curar con paracetamol a un paciente de enfermedad terminal. Se trata de una luz roja que deberán atender de manera cuatripartita con recursos públicos federales, estatales, municipales y aportaciones del sector privado.

    Ya debieron haber notado Gámez, Vargas y Palacios que los tres ayuntamientos comparten complicaciones sociales y políticas que los hermanan frente al desafiante futuro donde ejercer el principal cargo edilicio significa hacerles frente a retos descomunales en lugar de arredrarse como históricamente ha sucedido. Y para llegar a gobernar necesitarán antes avanzar por encima de obstáculos que son el enemigo en casa o la intriga patrocinada desde otros partidos para sacar de ritmo a los que se proyectan a triunfos comiciales.

    Las barricadas políticas tendidas contra los candidatos de Morena a alcaldes las encabezan Luis Guillermo Benítez Torres en Mazatlán y Jesús Estrada Ferreiro en Culiacán, dos ex presidentes municipales que perfectamente están al tanto de que el voto no les favorecerá, no obstante que la campaña la usarán para presentarse como perseguidos políticos del Gobernador Rocha, por aquello de las carpetas de investigación y vinculaciones a procesos judiciales en que ambos son acusados de presuntos delitos de corrupción.

    Gerardo Vargas tiene el nada fácil reto de eclipsar la penetrante actividad preelectoral que trae Mingo Ramírez, el que fue rescatado por el Partido Sinaloense del desdén que le hicieron el PAN y PRI al tomarse demasiado tiempo en arroparlo como candidato. Para el PAS el municipio de Ahome es como la joya de la corona, asunto de distinción entre un pasismo que ha obtenido gobiernos en municipios pequeños y quiere ahora acceder a la conducción de ayuntamientos grandes.

    En Mazatlán, Estrella Palacios está en medio de dos incertidumbres: la agresiva campaña electoral que desde hace semanas realiza Guillermo Romero como abanderado del Partido Acción Nacional y respaldado por la alianza Fuerza y Corazón por México, así como la indefinición de si la apoyarán los dos bloques políticos de fuerte influencia en los sufragantes, uno encabezado por el ex priista Fernando Pucheta y otro por la ex emecista Celia Jáuregui, cuyos adeptos les sugieren cobrarse la afrenta consistente en que las siglas de color guinda los hayan dejado sin candidaturas.

    Sobre la marcha, a partir de que el 15 de abril inicien las campañas de los candidatos a alcaldes y diputados locales, veremos mejor claridad en cuanto a la confirmación de victorias electorales que se proyectan irreversibles, y reacomodos en fórmulas y triunfalismos que erróneamente se creen imposibles de suceder a estas alturas. Siendo proselitismo a las carreras, lo que se nota con anticipación es que la mayoría de los pretendientes del poder público no sufren tanto por el cansancio de la cruzada pro votos sino por los amargos resultados que otean.

    Reverso

    Culiacán, Mazatlán y Ahome,

    Tienen como similitud los tres,

    Que están en manos de San Andrés,

    Para que la 4T no se desplome.

    Recordar al votar

    Si el Partido de Trabajo persiste en intentar la resurrección política de Luis Guillermo Benítez Torres al postularlo a una diputación local, alborotará no solamente los bastante fantasmas con colas que acompañan a “El Químico” sino también revivirá el PT aquel episodio donde uno de los suyos, Jorge Rodríguez Pasos, fue destituido de la Alcaldía de Mazatlán en 2002 mediante juicio político, por la violencia que le asestó a su esposa, en aquel acto brutal todavía vivo en la memoria de los mazatlecos.

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    alexsicairos@hotmail.com

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