"Desde Navolato, tres hombres claves. El PT y PRI pelean en el mismo ruedo"

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Si en verdad son de esos a los que si les sueltan un gallo no se le rajan a la muerte, los políticos de Navolato que ocupan cargos de elección popular deberán demostrar que a los partidos Revolucionario Institucional y del Trabajo les vienen como anillo al dedo los tiempos de transformación radical del servicio público. Esta tercera alternancia en el municipio más joven de Sinaloa, cobro de facturas a los fallidos gobiernos del PRI y PAN, está obligada a escribir una historia diferente.

Vale la pena desviar la mirada hacia el municipio que hasta 1982 era parte de Culiacán y abrevó de la capital los usos y costumbres del desempeño del gobierno y que hoy mantiene cercanía no solo geográfica sino con la forma y el fondo de la acción partidista. Allá hay actualmente moralejas que el resto del estado ha de aprender por cuestión de sobrevivencia política.

También es la prueba del ácido para tres políticos e igual número de modelos de poder que hallan la posibilidad de crecer como alternativa de gobierno, o pasar sin pena ni gloria por los cargos que ocupan. El priista Sergio Jacobo Gutiérrez y los petistas Marco César Almaral Rodríguez y Eliazar Gutiérrez Angulo están a tal nivel de visibilidad como si sus escaparates fueran colocados en lo alto del pitón del ingenio La Primavera.

Sergio Jacobo y Marco Almaral representan dos posturas ideológicas distintas y visiones también disímbolas en lo que respecta a la función pública. Almaral, quien fuera Alcalde de Navolato en el período 1996-98, y Jacobo, el canal más confiable de interlocución entre el segmento morenista que lidera Rubén Rocha Moya, con el PRI y su Gobernador Quirino Ordaz Coppel, se han colocado bajo la lupa social.

En el Congreso, cuya mesa directiva preside Marco Almaral y en el cual Sergio Jacobo coordina al Grupo Parlamentario del PRI, ambos se han instalado como factores de encuentros o choques que tendrán un impacto en la gobernabilidad de Sinaloa. Aquel, sin ser militante de Morena, sino del PT, es proclive a la tendencia de ruptura con todo; este, de la nueva horneada pensante del PRI, le apuesta a la convivencia pacífica entre fuerzas de ideologías distintas.

Vecinos territorialmente, Almaral y Jacobo se muestran distantes en la concepción de la representación popular. Uno, el petista, va por la fórmula de la izquierda recalcitrante para reposicionarse en el ánimo ciudadano y el otro, priista, acepta poner el lomo como piedra de toque que le abra espacios de participación política más grandes que el de una Alcaldía.

En lo que respecta al Alcalde Eliazar Gutiérrez Angulo en las primeras dos semanas de despachar en ese cargo ha definido un estilo moderado tratando de convencer a los opositores de que se puede coincidir si se hacen a un lado las banderas partidistas. Si se le observa en contraste con Jesús Estrada en Culiacán, Billy Champan en Ahome o “El Químico” Benítez en Mazatlán, es posible distinguir un híbrido entre la mano dura y la comprensión al contrario.

Se ha sentado con diputados locales, federales y senadores de todos los signos y colocado en la agenda de los congresos nacional y estatal proyectos específicos para Navolato, sin salir de pleito con los que no pertenecen a Morena. Ayer, por ejemplo, le dio lecciones de gobernabilidad a Estrada Ferreiro al aprobar el Cabildo en Navolato que se le apliquen descuentos a morosos y contribuyentes en estado de vulnerabilidad en el cobro de impuestos y multas municipales.

Mucho ojo con estos tres. Eliazar Gutiérrez no quiere ser un Alcalde más del montón, Marco Almaral aspira a saltos mayores en la política desde su privilegiada posición en la 63 Legislatura, y Sergio Jacobo es pieza fundamental en el rompecabezas del nuevo PRI que pretende sufrir su veinteava o treintava transformación.

Re-verso

Ya se fueron los ratones,

Al notarle las garras al gato,

Ahora se sabrá, chivones,

De qué está hecho Navolato.

Aquí todo sigue igual

En Choix, otro municipio que poco es sometido al escrutinio del ojo público, se recuerda que el anterior Alcalde, el priista Lindolfo Reyes, fue citado en abril por el Senado para que explicara el alarmante desplazamiento de habitantes por miedo a la violencia, pero para el actual Presidente Municipal, el morenista Omar Gill Santini, pasó de noche ese dato pues tarda para presentar el plan de solución que implementará Morena para detener el éxodo de familias que continúa en esa parte del llamado Triángulo Dorado del narcotráfico.