Ecdisis monrealista

    “Ese Monreal ya no existe más. Está en ecdisis, cambiando de piel como cuando lo hizo de priista a perredista, de perredista a petista, de petista a morenista y hoy de morenista a la Oposición que podría terminar en cualquier lugar porque para políticos como Ricardo la trinchera es lo de menos, mientras se acompañe de curul. Si antes fue tricolor y después amarillo, para pasar al rojo y luego al guinda, nada impide que termine de verde, azul o naranja”.

    Le queda poco a Ricardo Monreal para tomar un nuevo rumbo en su carrera política. El zacatecano ha pasado por las filas del PRI, PRD, Partido del Trabajo y Morena, ha sido Diputado federal, jefe delegacional, Gobernador constitucional, Senador de la República y ahora aspirante a la Presidencia de México. En Morena hace tiempo que ya no lo quieren, pero Andrés Manuel dijo que no lo va a correr, que no quiere correr a nadie para que no se hagan las “victimas”.

    Monreal nunca llegó a ser considerada una “corcholata”, lo intentó, trató por todos los medios posibles de ser un aspirante en el proceso de sucesión, pero algo pasó en la elección pasada, lo culparon de la derrota morenista en la Ciudad de México. Le achacaron a él, el tremendo descalabro de Sheinbaum al perder la mitad de las alcaldías, le acusaron de “operar” en contra de la Jefa de Gobierno. López Obrador temprano le cortó las alas.

    De aquél Monreal defensor ciego y aliado incondicional de Obrador queda muy poco. Hoy, el “líder” de Morena en la Cámara de Senadores votó de la mano de la Oposición, quienes elogiaron la postura insurrecta de su rebelión infructuosa. Sus compañeros de bancada le pasaron por encima con la aplanadora que Ricardo solía manejar, cosas de la política, hace apenas unas semanas el zacatecano utilizó esa aplanadora para darle al Presidente gusto en la militarización de la Guardia Nacional.

    Este nuevo Ricardo Monreal ya no pelea con banqueros, ahora habla de “conciliación”, de “diálogo”, de “constitucionalidad”, de “entendimiento” para la “unión” de las y los mexicanos. Dejó el discurso combativo, inquisidor y doctrinante con el que abrió su periodo senatorial, hoy ni señales vemos de aquel Ricardo Monreal que, en 2018, quedando bien con el recién electo Presidente, presentó en el Senado una locuaz propuesta para la prohibición del cobro de comisiones e intereses bancarios, provocando una caída histórica en las acciones de los bancos en la Bolsa Mexicana de Valores.

    Ese Monreal ya no existe más. Está en ecdisis, cambiando de piel como cuando lo hizo de priista a perredista, de perredista a petista, de petista a morenista y hoy de morenista a la Oposición que podría terminar en cualquier lugar porque para políticos como Ricardo la trinchera es lo de menos, mientras se acompañe de curul. Si antes fue tricolor y después amarillo, para pasar al rojo y luego al guinda, nada impide que termine de verde, azul o naranja.

    En el frente opositor será bienvenido, podrá hacer ronda con Alito Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano. Pero fue Santiago Creel el encargado de aclararle que la candidatura presidencial no está en sus posibilidades, que podría sumarse como uno más en la lucha por sacar del poder a sus ahora compañeros de partido, pero que hay muchos formados en la fila y que la candidatura presidencial opositora no será para un morenista converso.

    Es por eso que, día a día, las opciones de Monreal se reducen, los tiempos se le acortaron muy pronto y fue el primer interesado en quedar fuera del proceso de sucesión presidencial en el partido oficial. Ricardo fuera de Morena, tiene nulas posibilidades de ganar una elección presidencial, las encuestas lo ponen con conocimientos menores al 10 por ciento, es decir, del Senador rebelde nada más hablamos los que escribimos columnas, porque la gente en las calles, ni lo “topan”, ni lo pelan.

    Para colmo, si uno pone Monreal en el buscador de Google, inevitablemente en los resultados aparece Zacatecas, la entidad federativa con uno de los índices de criminalidad más altos del País, con niveles de violencia incontenibles y con una tasa de homicidios que supera por mucho la de varios países en guerra del mundo. Zacatecas tiene un vínculo indivisible con los Monreal, hoy por hoy, el estado más violento. Ricardo no lo gobierna, es cierto, pero fue pieza clave para que, quien hoy lo hace, despache desde donde despacha. Luego le seguimos...

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