"Ecosistema afectivo"

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@rodolfodiazf


El daño que el ser humano provoca en su hábitat es aterrador. En el estrecho de Mesina, entre la Península Itálica y la isla de Sicilia, se descubrió a más de 500 metros de profundidad la densidad de residuos “más elevada descubierta hasta ahora” en aguas del Mediterráneo, indicó un estudio publicado en la revista Scientific Reports.
El ser humano es el más sanguinario depredador de los ecosistemas del mundo. El impacto ambiental que está logrando en la estructura total de la biodiversidad es, en ocasiones, irreversible.
Sin embargo, a nadie se le oculta que el desprecio por la integridad de los ecosistemas terrestres proviene del descuido y falta de adecuado manejo del ecosistema emocional o afectivo, como expresó Eduardo Punset, quien falleció ayer a los 82 años víctima de cáncer.
“Cuesta creer que a estas alturas de la evolución humana continuemos descuidando los ecosistemas afectivos en los que crecen nuestros menores y sigamos privándoles en las escuelas de los instrumentos necesarios para resolver el mayor dilema que deberán atender en sus vidas, que no es otro que manejarse con el que tienen al lado. Ofende a la inteligencia sabernos seres sociales, tal y como nos percibimos, y que continuemos teniendo tantos conflictos por el hecho de convivir juntos y no saber gestionar nuestras emociones”, afirmó en su libro Lo que nos pasa por dentro.
Para el pensador español resultaba inconcebible que el ser humano fuera incapaz de ser tolerante y convivir armónicamente con los demás, lo que desencadena un sinfín de carencias y anomalías.
“Resulta que más de un 25 por ciento de la gente está angustiada por la tristeza, el estrés y la soledad. Ya no hablo de la depresión, o de otras carencias emocionales que apenas sabemos abordar”, precisó.
¿Cuido mi ecosistema afectivo?