Eficacia de las acciones colectivas

La semana pasada, en este medio se publicó una nota que en resumen decía que, a raíz de una campaña llevada a cabo entre la Dirección de Vialidad y Transportes, la Dirección de Ecología y el sindicato de Aurigas, se estaba procediendo a regularizar esos vehículos para que no emitieran ruido mayor a los decibeles permitidos.

Lo que no se informó es que, esas dos oficinas de gobierno y el sindicato de Aurigas, llevó a cabo esas acciones, pero no por su propia voluntad.

En efecto, el control del ruido en las aurigas cuya medalla se colgaron en la nota periodística que les comento, se está llevando a cabo por órdenes de un juez federal dictadas dentro de una acción colectiva atendida por mi despacho.

El control de la contaminación por ruido es un ejemplo de los buenos resultados que se pueden obtener mediante el ejercicio de las acciones colectivas y debe ser un incentivo para iniciar este tipo de juicios colectivos.

Pero esa acción colectiva no es la única en donde se reclama contaminación por ruido. En otra acción colectiva, también manejada por mi despacho, se reclama a las pulmonías algo similar a lo que se reclamó a las aurigas.

La acción colectiva contra las pulmonías va más avanzada que la acción colectiva contra las aurigas y en la primera ya se dictó sentencia condenando a las pulmonías a controlar el ruido excesivo, pero además condenando a que los choferes no utilicen teléfonos celulares cuando manejan, que entreguen a los pasajeros un comprobante del pago de la tarifa que cobran, que no circulen con exceso de velocidad y a contar con un seguro de viajero, entre otras cosas.

Mediante las acciones colectivas se puede combatir cualquier tipo de contaminación al medio ambiente. Por ejemplo, también se puede intentar una acción colectiva para regular la contaminación visual por el gran número de anuncios publicitarios que brotan como hongos por toda la ciudad.

Durante muchos años nos quejamos del ruido que causaban las pulmonías y aurigas, pero nadie hizo nada para solucionar ese problema.

Las organizaciones empresariales son muy buenas para criticar, pero no mueven un dedo para pasar a la acción y los colegios de abogados no pasan de reunirse a desayunar, tomar café y contarse chistes.

Lo que está sucediendo con las acciones colectivas contra las pulmonías y los aurigas es una muestra de lo que el uso de ese instrumento legal puede conseguir, cuando se pasa a la acción.

Como me gusta decir, las cosas no cambian en un día, pero hay un día en que empiezan a cambiar.