El ADN sinaloense

02/10/2021 04:02
    En Sinaloa hay mucho talento en su gente, pero ni las instituciones públicas, ni la empresa privada, ni otro tipo de instituciones privadas han hecho lo suficiente para aprovechar mejor el ADN sinaloense.

    Cuando empecé a dar clases en la Escuela de Ciencias Sociales- hoy Facultad- de la UAS en 1982, a pesar de las condiciones precarias de sus instalaciones- sin baños en aquel entonces, escasos mesabancos, una pequeñísima biblioteca, y sin ninguna tecnología de apoyo para los estudiantes- había muchos y muchas estudiantes de gran talento en las tres carreras: sociología, economía política y ciencias de la comunicación. Y siempre los ha habido.

    Pero las pobres condiciones materiales de la institución no eran el único problema, la vida académica era muy volátil, sin los cauces necesarios para encauzar con mayor eficacia y calidad el talento natural de los alumnos.

    No obstante, algunos de ellos salieron adelante y se convirtieron en excelentes académicos. Pero muchos otros no lograron desarrollarse plenamente, o incluso lo hicieron muy poco, en otros campos profesionales. Eso, en parte, era sí porque los posgrados no existían en Sinaloa y no había otras instituciones académicas o de otro tipo que le dieran cauce a la inteligencia de los egresados, salvo los muy pocos que podían becarse para estudiar maestrías y doctorados fuera del estado.

    El primer doctorado, por cierto, en Ciencias Sociales, llegó entre 1993 y 1997 durante la Rectoría de Rubén Rocha Moya; es decir, hace, realmente, poco tiempo.

    Así, como este ejemplo, podemos afirmar que, a estas alturas, las instituciones académicas y científicas de Sinaloa siguen teniendo una deuda muy grande con el talento de sus jóvenes, aun con los progresos que ha habido.

    Por el número de estudiantes inscritos a nivel de licenciatura en todas las universidades del estado el déficit de doctores -y no hablo de médicos- e investigadores es muy alto. Según el Sistema Sinaloense de Investigadores y Tecnólogos y el Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación, en Sinaloa hay tan solo 283 investigadores en el Sistema Nacional de Investigadores-Conacyt, el organismo que agrupa a los científicos de más alto nivel de México. Cuando sabemos que en el SNI están inscritos 33 mil 165 investigadores nos damos cuenta que la participación de Sinaloa es muy pobre. Esto quiere decir, cuando vemos que niños y adolescentes o jóvenes de licenciatura ganan numerosos certámenes académicos, entre ellos Olimpiadas de Matemáticas, Física u otras ciencias, que no es la falta de talento lo que impide que haya más científicos y otros creadores de conocimiento en Sinaloa, sino que las instituciones superiores, públicas y privadas, están fallando en darles cauce y oportunidades.

    En realidad, en muy pocos campos se ha logrado encauzar el buen ADN que nace en el estado. Dos de ellos son el deporte y la música, pero aquí lo que ha fallado es apoyarse en ellos para crear un imaginario sinaloense distinto al que se nos identifica en México y varias partes del mundo. El sinaloense está muy orgulloso de serlo, pero no lo sabe presumir adecuadamente para que nos vean de otra manera.

    En el deporte, Sinaloa es una potencia nacional, y en algunos casos, como en el beisbol, box, futbol y taekwondo, destaca a nivel mundial como varios deportistas. En los Juegos Olímpicos de Tokio, Sinaloa después de Jalisco fue la entidad que más deportistas aportó a la delegación mexicana. Esta temporada el mejor pitcher en las Ligas Mayores, es decir, en el mejor beisbol del mundo, es Julio Urías; dos atletas paralímpicos sinaloenses se trajeron dos medallas, y la selección olímpica de futbol contó con tres jugadores sinaloenses. En el futbol profesional mexicano de Primera División, Sinaloa es el tercer estado con más jugadores tan solo detrás de Jalisco y la Ciudad de México, pero si tomamos en cuenta la población de cada entidad proporcionalmente nuestro estado genera más jugadores que cualquier otra región del País.

    Evidentemente, en el campo deportivo se están haciendo mejor las cosas que en otros terrenos si vemos comparativamente los éxitos y las proporciones.

    Todo lo anterior, es para decir que en Sinaloa hay mucho talento en su gente, pero ni las instituciones públicas, ni la empresa privada, ni otro tipo de instituciones privadas han hecho lo suficiente para aprovechar mejor el ADN sinaloense.

    No sé qué estará pensando el próximo gobierno para potenciar la riqueza humana de Sinaloa, pero, al menos desde la esfera pública, no se ha hecho lo necesario.

    Ya es un lugar común de los estudiosos del desarrollo y bienestar decir que la mayor riqueza de cualquier sociedad es su gente, pues sí, pero para eso es necesario descubrir y encauzar sus talentos y potencialidades.

    Lo extraordinariamente paradójico y dañino para el imaginario sinaloense en el mundo es que donde más han destacado algunos sinaloenses es en el crimen organizado, ahí encabezamos la lista mundial. Es decir, en ese campo el talento para lo ilícito sí ha sabido desarrollarse plenamente.

    No es tarde para proponernos construir desde lo civil, presionando a las esferas públicas y de los negocios, que se construyan mejores instituciones para que el ADN sinaloense fluya mucho mejor y el imaginario que hay en el mundo de nosotros se vaya transformando. Para esto, podemos empezar demostrando con abundantes datos y análisis, que en el deporte y el arte en este fértil estado tiene mucho que aportar a México y a otras latitudes.

    Posdata

    ¿Dubái estará lleno de baches y fugas de agua? Porque abundan en la versión sinaloense de “El Químico”.