El aguijón
de la incertidumbre

ÉTHOS
13/09/2022 04:00
    La felicidad que brinda la filosofía no se encuentra en supermercados, ni en boticas o farmacias, tampoco en recetas o consejos de couches o gurúes... Paradójicamente, comenzamos a filosofar cuando estamos en medio de la incertidumbre, cuando nos encontramos ante una encrucijada, cuando se derrumban las certezas y seguridades... ¿Aprovecho la incertidumbre?

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    La incertidumbre es un resorte que nos impulsa y estremece constantemente. Al compás de su vaivén aprendemos a vivir, pensar y discernir. Aristóteles dijo que el origen de la filosofía está en la curiosidad y el asombro, pero Karl Jaspers agregó que también en las situaciones límite (dolor, sufrimiento, muerte); es decir, en las dificultades y problemas que parecen insolubles y nos urgen a buscar respuestas.

    Este tiempo de pandemia ha sido un caldo de cultivo excelente para estremecer y motivar al pensamiento y la reflexión, como apuntó la uruguaya Magdalena Reyes Puig, en su libro Así está bien. En la incertidumbre buscando la felicidad.

    La autora explicó que somos un manojo de incertidumbre, deseo, razón, emoción, libertad y felicidad. Sobre todo, anhelamos ser felices, pero buscamos satisfacer este anhelo en cosas o personas que no nos pueden colmar, ni pueden proporcionar un gozo permanente.

    “La filosofía nos exige mirar de frente y sin rodeos el problema, reconocer lo adverso y transitar el malestar para llegar al fondo del pozo profundo y encontrar ahí las herramientas necesarias para superarlo”, expresó.

    Reyes Puig manifestó que la pandemia fue como un mar de incertidumbre en el que nos vimos arrojados, de ahí surgió la necesidad de filosofar para salir de las dudas y preguntas cruciales.

    Indicó que la filosofía es un medio para ir al encuentro de la felicidad. Pero no de una felicidad barata que depende de cosas, experiencias, recetas o personas. La felicidad que brinda la filosofía no se encuentra en supermercados, ni en boticas o farmacias, tampoco en recetas o consejos de couches o gurúes.

    Paradójicamente, comenzamos a filosofar cuando estamos en medio de la incertidumbre, cuando nos encontramos ante una encrucijada, cuando se derrumban las certezas y seguridades.

    ¿Aprovecho la incertidumbre?