Wikipedia: El incidente de Manises, considerado el avistamiento ovni más famoso de España, ocurrió el 11 de noviembre de 1979, cuando un avión comercial se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Manises (Valencia), al ser perseguido por unas inexplicables luces rojas.
Mientras el piloto solicitaba permisos para el aterrizaje, el control de tráfico aéreo civil de Manises solicitó el envío de aviones militares del Ejército del Aire para identificar dichas luces. Sobre las 00:40 horas, un Mirage F-1 del Ala 14 despegó en misión de scramble (alerta de interceptación aérea) de la cercana Base Aérea de Los Llanos en Albacete, pilotado por el entonces Capitán Fernando Cámara, con el objetivo de identificar el fenómeno.
El Capitán Cámara no tardó en encontrarse con esa gran luz roja, que permanecía estática sobre el aeropuerto de Manises: “Vi la luz, aunque mi radar no detectaba nada. Yo volaba a unos mil km/h, y cuando la alcancé, aquella luz pasó de estar estática a volar delante de mí a la misma velocidad. Era consciente de que ese objeto me estaba detectando, porque se dispararon los sistemas de amenaza de mi avión. Pero yo solo podía verlo con mis ojos”.
El Mirage F-1 tuvo que aumentar su velocidad hasta 1.4 mach, para finalmente distinguir una forma troncocónica similar a una copa invertida sin la base, la cual cambiaba de color, aunque enseguida el artefacto desapareció de su vista. El piloto recibió información sobre un nuevo eco del radar, que indicaba que un nuevo objeto, o quizás él mismo, estaba sobre Sagunto. Cuando se acercó lo suficiente, el objeto aceleró y desapareció de nuevo. Pero esta vez, los detectores de alerta radar del F-1 indicaban que el caza estaba siendo iluminado o apuntado por un radar ajeno, concretamente de onda continua como los que utilizan los misiles antiaéreos. En términos militares esto se considera una operación agresiva. Asimismo las comunicaciones por voz entre el piloto y el control militar, denominado Pegaso, con sede en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, sufrieron interferencias incluso cambiando de canal. Finalmente, ocurrió lo mismo por tercera vez, y esta vez el ovni desapareció definitivamente rumbo a África.
“Cuando llegué, me encontré con un disco blanco. Era muy diferente a la otra luz, pero las interferencias que producía en mi avión eran las mismas. Lo perseguí hasta la zona de Menorca, pero ante la imposibilidad de alcanzarlo y la falta de combustible, decidí volver”.
Tras hora y media de persecución, y debido a la falta de combustible, el piloto tuvo que volver a su base de Los Llanos sin resultados.
El informe que elaboró el Ministerio de Defensa de España incluye un avistamiento de un testigo anónimo el 11 de noviembre de 1979, la misma madrugada, desde la parada de San Adrián de Besós del autobús Barcelona-Granollers, en la confluencia con la carretera nacional de Barcelona a Mataró, sobre las 20:15 horas, ante varias personas más que esperaban el mismo autobús. El testimonio afirma que tres o cuatro minutos después la zona quedó a oscuras. Incluyó un dibujo en su carta al Ministerio. Así como también incluye el informe del Ministerio de Defensa una referencia a una noticia aparecida en el diario Pueblo del 21 de noviembre de 1979, sobre una observación de una luz por un mecánico de Sóller, con fotografías incluidas, tomadas la misma madrugada del martes 12 de noviembre de 1979.