El crudo diagnóstico de Clouthier
Narcoguerra y salidas disponibles

OBSERVATORIO
17/06/2025 04:02
    Tiene razón Manuel Clouthier al plantear que, si fingimos no saber del origen de las guerras en el narcotráfico como la actual, tampoco seremos capaces de ser realistas al tratarse de construir entre todos las salidas.

    Una de las voces más sensatas que se escuchó en el conversatorio “El futuro de Sinaloa: ¿hacia dónde y cómo?”, organizado el sábado por el Colegio de Economistas, fue la de Manuel Clouthier Carrillo, por lo pertinente que resulta para sacarnos de las burbujas de autoengaño en que hibernamos, a veces sobreviviendo y otras rindiéndonos, la sociedad y el Gobierno. Es que tiene razón al plantear que, si fingimos no saber del origen de las guerras en el narcotráfico como la actual, tampoco seremos capaces de ser realistas al tratarse de construir entre todos las salidas.

    La voz áspera del empresario y ciudadano suele no agradarles a muchos. Es que a veces preferimos el maquillaje que le embadurnan los políticos a la autenticidad para presentarla como el todo bien y el nada pasa, aun sabiendo que la lumbre nos llega a los aparejos o en el caso de la llamada narcoguerra experimentar la sensación de los cañones de las armas colocadas en la sien de los sinaloenses por cada uno de los mil 500 asesinatos registrados en la estadística violenta de más de nueve meses.

    Clouthier responde a rajatabla la pregunta generalizada sobre cuándo terminará la jornada violenta que inició el 9 de septiembre de 2024, originada 15 días antes, el 25 de julio, cuando uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán retuvo y se llevó a la fuerza a Ismael “El Mayo” Zambada para entregarlo a la justicia de Estados Unidos. “¿Qué tan infiltrados están el Gobierno y la sociedad por parte del crimen organizado? Si la respuesta es que muy infiltrados, si la respuesta es que estamos mucho muy infiltrados, pues la respuesta es que esto va a durar mucho”, auguró.

    En la otra interrogante, aquella que no debiéramos hacernos los habitantes de Sinaloa con más de dos dedos de frente, la que cuestiona cómo llegamos hasta aquí, el hijo de Maquío Clouthier refresca la memoria colectiva al recordarnos que “Sinaloa tiene mucho tiempo, décadas, de haber tomado el camino equivocado. Y tenemos que reconocer, porque este camino equivocado se ha construido con omisión, con corrupción y con colusión, de autoridades, pero también de la sociedad”.

    “Así como nos quejamos de que el Gobierno no quiere ver la realidad, pareciera que nosotros tampoco queremos ver la realidad. Hay quienes creen que este es un problema coyuntural, el que estamos viviendo, como si fuera un bache, como si ya lo fuéramos a pasar. Disculpen, esto se ha construido en décadas, en décadas de omisión, corrupción y complicidad, y no se va a arreglar en meses. Es lo primero que debemos de entender, la problemática en que estamos inmersos, y que esto va a llevar tiempo y por lo tanto vamos a tener que trabajar desde hoy”.

    Otra observación correcta tiene que ver con que vemos tres zonas de Sinaloa con vocaciones económicas diferentes, que son el centro, sur y norte, y omitimos la región serrana como una cuarta región con sus propias características productivas y vulnerabilidades. Y sí, por conocer el mapa y no a la gente que lo habita, entonces nos guiamos con la brújula incorrecta al intentar soluciones estratégicas que interrumpan el bucle de narcoviolencia en que nos hallamos atorados durante medio siglo, algunas veces alzándonos con la protesta y en la más de las ocasiones acostumbrándonos a barbaries intermitentes.

    “México no puede cambiar con una sociedad que aplaude a su gobierno en lugar de exigirle... la exigencia es lo que nos va a generar superación. Exigencia personal, exigencia en nuestros negocios, exigencia social y exigencia al Gobierno”, dice quien en 2009 logró aglutinar la amplia acción ciudadana, apartidista, que lo llevó a ocupar una curul en la Cámara de Diputados.

    Pero además de mencionar lo mal hecho, Manuel Clouthier propone al Gobierno, sectores productivos y sociedad realizar un diagnóstico para identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de Sinaloa, pero por regiones incluyendo a la sierra. Es decir, tener un mapeo de las necesidades de los sinaloenses para tomar soluciones que construyan paz a futuro a partir de saber qué necesitan los segmentos más pobres, los egresados de las universidades, la primera infancia, los emprendedores, los jóvenes y los empresarios. Saber cómo están y resolver cómo atenderlos, pero en este objetivo, recalcó, “todo el mundo tiene que hacer su parte. Si seguimos buscando un líder, seguimos también equivocados”.

    Las expresiones que Clouthier dejó con letras rojas en la agenda de los omisos pueden tomarlas si quieren las organizaciones, sectores y autoridades que hablan de construcción de paz en Sinaloa sin encontrar la manera de conseguir tal propósito. Sin tener la piel tan delgada ni buscar remedios providenciales, allí está el itinerario de memoria y rectificación por si alguien le entra a reimplantar la seguridad, legalidad y estabilidad que son las principales víctimas directas de esta narcoguerra.

    Reverso

    Disculpándole la sinceridad,

    Clouthier aporta un protocolo,

    Para entender la realidad,

    Sin que juguemos al tío Lolo.

    Preguntándole al viento

    ¿De qué manual de saña criminal sacaron los sicarios la escena terrible de ayer donde asesinan a una madre de familia en cuanto dejó a su hijo en una escuela secundaria de la colonia Villa Bonita? ¿Qué más crueldad resultará de la narcoguerra para retar la capacidad de asombro de los ciudadanos? ¿Dónde quedaron los operativos para proteger de la violencia a los planteles educativos? ¿Será otra vez la impunidad la que aliente el salvajismo que le infunde miedo y frustración a la gente pacífica?