El menester del alcahuete

ÉTHOS
31/10/2022 04:17
    rfonseca@noroeste.com / rodifo54@hotmail.com
    ‘Durante la Edad Media la figura de la alcahueta recibió igualmente el nombre de medianera y tuvo tan mala fama que los fueros condenaban directamente a muerte a las que se dedicaran a tal menester. Aunque los primeros testimonios de la palabra alcahueta son en femenino, también hay casos masculinos’.

    Permítaseme comenzar con una anécdota. En una ocasión, dialogando con un maestro, me confió que apoyó a algunos alumnos que habían encontrado trabas y dificultades en su paso por las aulas. Debo confesar que era un maestro inteligente e ilustre a quien todos le debíamos admiración y respeto. Sin embargo, a su servidor le concedía algunas licencias para lanzarle alguna broma, cosa que aproveché y le dije: “Hay que saber a qué árbol arrimarse”.

    El maestro arguyó contundente: “Hay personas a las que la sombra no les cobija ni arrimándose a un ahuehuete”. Empero, abusando de su graciosa condescendencia, le respondí: “Pues, entonces, habrá que buscar un buen alcahuete”.

    Traigo este recuerdo a colación para conversar sobre el origen de la palabra alcahuete. De acuerdo al libro La maravillosa historia del español, de Francisco Moreno Fernández, del Instituto Cervantes, que nos remite al concepto femenino alcahueta, subraya que es un término muy frecuente que aparece en la literatura medieval y renacentista española:

    “La figura de la alcahueta aparece reiteradamente en la literatura medieval y renacentista española. Se trata de la mujer que concierta, encubre o facilita una relación amorosa, generalmente ilícita. También se la ha llamado trotaconventos o celestina: trotaconventos es el sobrenombre dado a Urraca, un personaje del Libro de Buen Amor experto en los conciertos amorosos; y celestina es el nombre que da título al libro de Fernando de Rojas, dedicado a la alcahueta por antonomasia”.

    Moreno Fernández añadió: “Durante la Edad Media la figura de la alcahueta recibió igualmente el nombre de medianera y tuvo tan mala fama que los fueros condenaban directamente a muerte a las que se dedicaran a tal menester. Aunque los primeros testimonios de la palabra alcahueta son en femenino, también hay casos masculinos”.

    ¿Repruebo la alcahuetería?