"El mundo de Sofía"
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ÉTHOS
24/02/2017 22:11
24/02/2017 22:11
La tradición cuenta que Pitágoras fue el primero en llamar filósofos a los amantes de la sabiduría. Los filósofos no poseen la sabiduría (Sócrates dijo que lo único que sabía era que no sabía nada), pero enfocan perpetuamente la brújula de su vida en su seguimiento.
En su novela El mundo de Sofía, Jostein Gaarder, presentó a una jovencita -Sofía Amundsen- en vísperas de cumplir 15 años, a quien le cambió completamente la vida al recibir una carta de un filósofo con la siguiente pregunta: “¿Quién eres?”.
Intrigada, cayó en la cuenta de que en verdad no sabía quién era, aunque sabía cómo se llamaba y qué aspecto tenía. Una segunda carta con otra pregunta la sobresaltó aún más: “¿De dónde viene el mundo?” Sofía tuvo que reconocer que no tenía sentido vivir en este mundo si no cuestionaba su procedencia y existencia.
En la siguiente correspondencia, el extraño remitente invitó a Sofía a realizar un viaje por la historia de la filosofía en un pequeño curso. Los únicos requisitos eran no perder la capacidad de extrañeza y asombro, romper con los hábitos y costumbres que maniatan y condenan a vivir sin estar despiertos. “No quiero que tú justamente estés entre los indolentes e indiferentes. Quiero que vivas una vida despierta. Recibirás el curso totalmente gratis”, le escribió.
Sofía comprendió que debía aceptar el ofrecimiento. “El filósofo la había rescatado; de eso no cabía duda. El desconocido remitente de cartas la había salvado de la indiferencia de la vida cotidiana”.
El fallecimiento de Sofía Guerra de Félix es también una carta escrita para nosotros por la sabiduría divina. Su vida entregada y generosa a las causas nobles y justas es un urgente llamado que interpela el sentido de nuestra existencia.
¿Vivo dormido e indiferente?
Twitter:@rodolfodiazf
