El otro Mazatlán

Incluso para los nacidos y criados aquí pasa a veces desapercibido el otro Mazatlán. Ese que carece de servicios públicos elementales como agua potable, drenaje y pavimentación.

Basta darse una vuelta por alguna de las colonias de la periferia para advertir las condiciones en que viven sus habitantes.

Una llave de agua de la que tienen que surtirse varias familias y eso cuando les va bien y hay suministro de agua.

Basura acumulada por semanas sin ser recogida por el servicio de aseo urbano. Calles oscuras, polvorientas y peligrosas.

En fin, seguramente puede darse una idea del paisaje que le pinto.

Y mientras tanto, en el Mazatlán “bonito”, el contraste con el Mazatlán “feo” es evidente. Construcciones nuevas por donde sea, luminarias compradas muy caro instalándose sin cesar, etc.

Tener acceso a los servicios de agua potable, drenaje, pavimentación y luz eléctrica no es cosa de que se le “antoje” a los servidores públicos que tenemos.

Es obligación legal del municipio dotar a los ciudadanos de esos servicios públicos, lo que implica que los ciudadanos pueden acudir a los tribunales para que respeten sus derechos.

Si usted vive en una parte de la ciudad donde carece de esos servicios públicos, organícese con sus vecinos y busquen apoyo legal para que un tribunal obligue al ayuntamiento a dotarles de esos servicios.

Mediante amparos individuales o colectivos puede obtener buenos resultados y mejorar su calidad de vida y la de sus vecinos.

Eso sí, ármese de paciencia porque el camino legal no será muy rápido, pero le aseguro que valdrá la pena recorrerlo.

Repito, contar con los servicios públicos básicos es un derecho y no un regalo que depende de la voluntad del gobierno municipal.

Ya no les crea a esos políticos mentirosos que se paran por su casa solo en tiempo de elecciones y le prometen que si vota por ellos van a pavimentar su calle, a ponerle luz eléctrica y a suministrarle agua potable y drenaje. ¿Recuerda cuando fue la última vez que regresaron después de ganar las elecciones?

Y en cuanto a costos, seguramente encontrará un abogado o institución del poder judicial federal o estatal que pueda llevar los amparos gratuitamente así que solo le costará su tiempo.

Es hora de cambiar ese otro Mazatlán y atender las necesidades básicas de sus habitantes. Ya vamos muy retrasados.