El periodismo celebra a Adrián López
Oportuno acicate a prensa de Sinaloa

OBSERVATORIO
21/11/2025 04:02
    También vale resaltar que el Premio lo recibe el Director de Noroeste una vez que ha sido dignificado como condecoración ciudadanizada, remontando las décadas en que los gobiernos lo pervirtieron al otorgárselo a periodistas serviles, sumisos ante poderes fácticos y formales

    Cuando en Sinaloa las noticias se extraen en condiciones de alto riesgo, de entre el fuego cruzado por la narcoguerra, el Premio Nacional de Periodismo otorgado al Director General del diario Noroeste, Adrián López Ortiz, significa el aliciente para los informadores y las audiencias y también el apremio a los gobernantes e instituciones para que garanticen la libertad de expresión y el derecho a la información en consideración a medios y reporteros de gran compromiso con la sociedad.

    Los periodistas en la doble dimensión de comunicadores y seres de carne y hueso, de trabajadores en trincheras informativas e integrantes o jefes de familias a la vez, no somos la noticia pero sí abrazamos al colega que por méritos propios y auténticos logra posiciones de reconocimiento que son estímulos para continuar adelante por más que las coberturas en contextos de violencia sean peligrosas.

    A principios de abril de 2014, durante el gobierno de Mario López Valdez, Adrián López vivió en carne propia la circunstancia en que el arma criminal apunta buscando a los flancos débiles que hagan desertar a periodistas del marco de convicciones y valentías. Ahora, desde el género de Opinión demuestra que el ataque que sufrió de parte de la delincuencia no hizo mella en la vocación que le llegó con el olor de la tinta y el vuelo de las rotativas de Noroeste.

    Sean buenos o malos tiempos, Sinaloa es semillero y escaparate de excelente periodismo. De seguido el mundo voltea hacia acá y se maravilla por encontrar el reflejo fiel de sus propias calamidades y miedos, fortalezas y sueños, unas veces espejo fiel y otras punto ciego. Las narrativas que surgen aquí seducen a masas porque no requieren de atajos para relatar la autenticidad.

    A esa noción que colinda con la realidad global le aporta Adrián López con sus publicaciones en Noroeste, El País, The Washington Post y Animal Político, facilitando la visibilidad nacional e internacional sobre esta trágica aldea sinaloense, sin utilizar los señuelos del amarillismo efectista. Así somos, así estamos y ni modo de ocultarlo en la densa bruma de la desinformación.

    También vale resaltar que el Premio lo recibe el Director de Noroeste una vez que ha sido dignificado como condecoración ciudadanizada, remontando las décadas en que los gobiernos lo pervirtieron al otorgárselo a periodistas serviles, sumisos ante poderes fácticos y formales. Aceptarlo en la era del “chayote” remarcaba la ignominia de quienes lo otorgaban y los que lo tomaban.

    En el gremio nuestro no somos ajenos al galardón que el Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo le otorga a Adrián López por su artículo de Opinión “Culiacán: la mentira que nos trajo aquí”, que ofrece, explica el Jurado, “un ejercicio argumental que registra el doble sentimiento que experimentamos muchos mexicanos. Por un lado la vocación de lucha contra la violencia y en defensa de nuestras familias, y por otro, la sensación de profunda impotencia que podría convencernos de dejar de luchar”.

    Honor a quien honor merece, López Ortiz ha conducido a Noroeste en tiempos difíciles llevándolo a tierra firme cuando querían verlo naufragar en el mar de complicaciones aquellos de la mentalidad política que considera que medio que no los adula, muere. La trinchera ciudadana de más de medio siglo escala indemne y fuerte al espacio digital y el sentido de pertenencia que lo vincula con los fieles lectores del papel y la tinta igualmente sigue intacto.

    Por eso el Premio Nacional de Periodismo es para Adrián López, Noroeste y los sinaloenses. Imposible desvincularlo de la tradición informativa de legiones de reporteros, fotoperiodistas, editores, voceadores, influencers y cuanto esfuerzo se hace en la prensa, a los cuales algo nos toca de la satisfacción de que trasmine más allá de lo local el tesón y los arrestos para transmitir la refriega criminal que hoy nos preocupa, ocupa y reagrupa.

    Celebremos pues. Cada vez que un compañero vea el reconocimiento al deber cumplido encomiemos al periodismo de Sinaloa que directamente es honrado por cada galardón obtenido. Cuando todas campanas doblan por las víctimas de la narcoguerra, permitamos que algunas tañan momentáneamente por la perseverancia de periodistas y medios insignes.

    Reverso

    El Premio Nacional a Adrián,

    Trae la luz de optimismo,

    Que a como las cosas están,

    Le viene bien al periodismo.

    ¡Vive México!

    Los numerosos contingentes que integraron ayer el desfile cívico-militar y el nutrido público que los presenció reiteran la aspiración de la gente de bien, ultimátum sobre todo, a que la vida se normalice con el cese de la violencia que disemina el crimen organizado. Por la avenida Álvaro Obregón de Culiacán, donde el Gobernador Rubén Rocha atestiguó la hoy difusa gesta revolucionaria de 1910, y en Mazatlán la Alcaldesa Estrella Palacios dando fe de la conmemoración en el Malecón, debieron sentir ese espíritu de la nueva Revolución pacífica donde no caben dictadores ni restricciones a derechos y libertades. Ojalá que los políticos en el gobierno hayan notado que el pueblo ya no quiere más Porfirios Díaz.