‘El Químico’ víctima, la escena electoral
¿Quién lo dirige detrás del telón político?

OBSERVATORIO
    sicairos6204@gmail.com
    Qué lamentable situación la de ‘El Químico’, y que patética la autodefensa que intenta, echándole leña a una hoguera que Rubén Rocha Moya le iba apagando poco a poquito. El Gobernador le dio la opción de la renuncia airosa como Presidente Municipal en octubre de 2022 al diseñarle como salvoconducto la titularidad de la Secretaría de Turismo, y después sucedieron los irrisorios aplazamientos del proceso penal a tal grado de que nadie se acordaba de la cita que el Edil procesado tiene con el banquillo de los acusados. ¿Quién está espoleando a Benítez Torres para que escenifique estos capítulos de un drama político estrenado en plena competencia electoral?

    A los 73 años de edad, a Luis Guillermo Benítez Torres se le dificulta recuperar la palabra que empeñó desde que en 2016 fue candidato sin posibilidad de triunfo a la Alcaldía de Mazatlán postulado por el entonces incipiente Movimiento Regeneración Nacional, cuando ofrecía a todo pulmón el combate frontal a la corrupción, y paradójicamente fue su propia putrefacción de la cosa pública la que terminó salpicándolo a él, a su gobierno y su futuro político. Tenía un gran lugar reservado en el proyecto de la Cuarta Transformación de Andrés López Obrador; hoy tiene la marca de la tracción al Presidente, y a los postulados y partido de este.

    Acaba de cometer el error de asomar la cara desde la intrascendencia que hoy le conviene para no provocar a todos los demonios que lo acompañan. Ojalá que tal tontería no sea a consecuencia de algún problema de salud o bajo el influjo etílico sino obra de la desmesura que tarde o temprano hace presa a los desterrados de los paraísos del poder. En todo caso, la política sí necesita a “El Químico”, pero a aquel que desde la auténtica izquierda, la de las convicciones y la inopia, pretendió sin lograrlo el cargo de Presidente Municipal, mismo que en 2018 obtuvo y desde entonces empezó a malgastarlo.

    Al ex Alcalde de Mazatlán todavía le queda una porción mínima de la aureola protectora que le proporciona López Obrador, pero con cualquier resoplido suyo de soberbia o prepotencia puede apagar tal destello que le da impunidad. Les está haciendo caso a los partidos de Oposición que lo mandan a despotricar contra el Gobernador Rubén Rocha, el ex Secretario General de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, la Fiscalía General del Estado y el Poder Judicial, que le han prodigado un trato privilegiado respecto a las carpetas de investigación que lo vinculan a procesos judiciales.

    En el misterioso video divulgado el 7 de marzo en sus redes sociales, Benítez Torres da la impresión de que alguien fuera del foco de la cámara lo está obligando a que diga lo que dijo. Para nada se parece a “El Químico” testarudo que en el ejercicio del gobierno arrasaba con cualquier barrunto de legalidad e institucionalidad. La voz se le escucha insegura como si las ideas salieran apretadas por la garganta sin pasar antes por la corteza cerebral. Locución pastosa y mensaje armado en pedazos para que la edición encubra los miedos... y el cinismo.

    Y entonces se olvida de los delitos que presuntamente cometió y que aportaron material para la vinculación a proceso que el Juez Adán Alberto Salazar les determinó en agosto de 2023 a él y a integrantes de su Comité de Adquisiciones, al encontrar un posible daño a las finanzas del Ayuntamiento de Mazatlán de 95 millones de pesos por la compra irregular de lámparas led a la empresa Azteca Lighting. ¿Por qué habla ahora, en la coyuntura electoral, de persecución política si hace unas semanas hasta parecía que le resultaba dulce el martillo de la justicia?

    “Lo que quiero que quede claro es que en Sinaloa no existe la división de poderes. Ellos fincan delitos a su antojo; son juez y parte. El Poder Judicial que hay es utilizado para aniquilar, hacer pedazos a sus enemigos, pero principalmente a quien no se presta a sus corruptelas. Lamentablemente eso es Sinaloa”, dice.

    Enseguida ensaya un superficial mea culpa al aceptar que “sí cometí un error, que fue acatar la indicación del Comité de Adquisiciones y hacer la adjudicación directa de las lámparas, este tipo de acciones se hacen en todos los gobiernos federales, estatales y municipales, pero esto era la oportunidad para fincarme un proceso judicial que me sacara de la Presidencia Municipal”. Acepta el delito y lo atribuye al pobre hombre que fue víctima de su propia ingenuidad porque es la práctica en todos los niveles de la función pública, creyendo que su pueblo entendería el “sí robé, pero poquito”.

    Se apega Benítez al mismo script teatral que como sonsonete repiten en Culiacán Jesús Estrada Ferreiro y en sus redes sociales recalca a cada rato el dirigente del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda. Estos dos últimos andan en campaña y alguna justificación tendrán para la arenga contra la Cuarta Transformación en Sinaloa, no así “El Químico” que mendiga la candidatura que ninguna sigla, ni siquiera las de la Revolución Democrática, le han ofrecido para abanderarlo como pretenso a algo, a lo que sea.

    Y qué lamentable situación la de “El Químico”, y que patética la autodefensa que intenta, echándole leña a una hoguera que Rubén Rocha Moya le iba apagando poco a poquito. El Gobernador le dio la opción de la renuncia airosa como Presidente Municipal en octubre de 2022 al diseñarle como salvoconducto la titularidad de la Secretaría de Turismo, y después sucedieron los irrisorios aplazamientos del proceso penal a tal grado de que nadie se acordaba de la cita que el Edil procesado tiene con el banquillo de los acusados.

    ¿Quién está espoleando a Benítez Torres para que escenifique estos capítulos de un drama político estrenado en plena competencia electoral? Le ha de resultar demasiado pesado el papel que estelariza porque su sistema parlante lo denuncia al borde del llanto.

    Reverso

    Cautiva Benítez al espectador,

    Pero no responde a la pregunta,

    De cuál es la motivación adjunta,

    Que inspira a tan ilustre actor.

    Ciberespacio secuestrado

    Varios medios de comunicación hackeados en sus contenidos, fanpages violentadas que son utilizadas para la extorsión, telefonía oficial del gobierno suplantada con fines de campañas negras, y estrategias digitales para denostar a quienes no se someten a los designios de personajes y mafias políticas. ¿En verdad las instituciones de procuración e impartición de justicia carecen de métodos, arrestos y voluntades para localizar y castigar a la cada vez más impune delincuencia cibernética?

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