Rafael Morgan Ríos
Últimamente se ha estado manejando de nuevo la idea de la autosuficiencia alimentaria por algunos voceros del equipo del próximo gobierno y, desde luego, se menciona también la necesidad del “rescate del campo” a través de “precios de garantía”, apoyos del gobierno para la modernización y para la productividad en fertilizantes, fumigantes y fungicidas, así como apoyar en la logística y comercialización de los productos agropecuarios, todo lo cual se traduce en subsidios que incrementarían los gastos presupuestarios del país.
Aunque los atentos lectores de este periódico de seguro ya conocen muchas de las cifras que se manejan en referencia al sector agropecuario, tal vez convenga repasarlos para evaluar mejor las propuestas:
1. De los 22 millones de hectáreas que se cultivan en el país, según Aserca, el 70 por ciento, o sea 15.4 millones de hectáreas se dedica a la siembra de granos y oleaginosas, de las cuales alrededor de 4 millones de hectáreas son de riego y 11 millones son de temporal, por cierto, con lluvias mucho más irregulares que en Estados Unidos, en donde en el llamado “cinturón del maíz” (Corn Belt) se logran dos cosechas al año aprovechando también el agua de los deshielos.
Además, en México el 67 por ciento de los productores agrícolas se dedica a la producción de granos, mismos que dependen de los precios del mercado internacional y de las compensaciones que otorga el gobierno federal a través del sistema de “precios de referencia”, compensaciones que generalmente llegan tarde y disminuidas con las “quitas” y la corrupción.
2. El año 2017 fue excepcionalmente bueno para el sector agroalimentario de México que participó con el 8 por ciento del PIB. En esto, el sector primario aportó 3.4 por ciento y la agroindustria dio un 4.6 por ciento; es decir, el sector agroalimentario se está defendiendo sin necesidad de mucha intervención del Estado, más aún, el primer trimestre de 2018, con una tasa de 3.6 por ciento de crecimiento, el sector agroalimentario lleva ya 27 trimestres consecutivos de incremento anual.
3. Según el Subdirector de Análisis de este sector en Fira, licenciado Darío Gaucín, el PIB del sector agroalimentario lo integran el sector primario y la agroindustria; el sector primario se integra por la agricultura con 63.4 por ciento; la ganadería, con un 30.6 por ciento; el aprovechamiento forestal con un 3.1 por ciento; la pesca 2.6 por ciento y otros servicios 0.3 por ciento. En cambio, la agroindustria comprende la industria de alimentos, las bebidas y el tabaco.
4. En 2017, considerando solamente el sector primario que creció 3.4 por ciento, Jalisco aportó 12.4 por ciento; Estado de México 8.7 por ciento; Veracruz 7.2 por ciento; Guanajuato 5.5 por ciento y Sinaloa 5.1 por ciento.
5. ¿Por qué ha crecido el sector primario? Entre otros motivos por las inversiones en nuevas tecnologías como el riego por goteo y por aspersión, por la agricultura protegida en invernaderos, la nutrición directa de los cultivos; en la ganadería, por una mejor selección genética, por la sanidad y la inocuidad y la integración industrial, todo ello impulsado por el mercado externo. En este 2017, la producción agropecuaria primaria alcanzó una cifra récord de poco más de un billón de pesos.
6. En 2017 también se obtuvo producción récord en varios productos tales como: en aguacate más de 2 millones de toneladas (mdt); en tomate rojo casi 3.5 mdt; un millón de toneladas de pepino y 2.5 mdt de limón. Igualmente, casi 2 mdt de carne de bovino; 3.2 mdt de carne de pollo y 2.77 mdt de huevo y casi 1.5 mdt de carne de cerdo.
7. Según el propio Subdirector del Fira, licenciado Darío Gaucín, las ventas al exterior “han tenido resultados nunca antes vistos en el saldo de la balanza comercial” pues las exportaciones agroalimentarias en la última década han crecido a una tasa de 8.1 por ciento en promedio anual.
Según el Banco de México las exportaciones agroalimentarias tuvieron un máximo histórico en 2017 de 32 mil 440 millones de dólares y las importaciones fueron 27 mil 172 millones de dólares, con lo cual se obtuvo un superávit de 5 mil 267 millones de dólares, lo cual fue un récord nunca visto en 20 años. Estas exportaciones se integraron con un 48.8 por ciento de productos agropecuarios y pesqueros y con un 51.2 por ciento en productos agroindustriales, siendo el principal destino Estados Unidos con un 78 por ciento del total y, para evaluar la importancia de esto, según el Sistema de Estadísticas Comerciales de la ONU, le siguen en importancia Japón con sólo un 2.9 por ciento y Canadá con 2.5 por ciento. Es decir, México es el principal proveedor agroalimentario de Estados Unidos.
En próximo artículo se analizarán el problema de las importaciones y sus consecuencias, así como las alternativas para mejorar la productividad.
