En Mazatlán el PAN se juega todo o nada
Memo Romero y la sombra de la derrota

Para el Partido Acción Nacional, la candidatura a la Alcaldía de Mazatlán, decidida por anticipado para el hotelero Guillermo Romero Rodríguez, será la madre de todas las batallas albiazules a librar en Sinaloa, la única perla de la corona, porque en el resto de los municipios se vuelven accesorios los desenlaces que el sufragio arroje. La logística panista de campaña, también ya bosquejada, girará en torno a la desastrosa gestión del ex edil morenista Luis Guillermo Benítez Torres, carnada de desmemoria lanzada a los electores que entre otras cosas busca que éstos olviden a presidentes municipales panistas y priistas de administraciones igual o peor de nefastas.

Si bien es cierto que la huella que dejó “El Químico” a su paso por el Palacio de Guillermo Nelson y Ángel Flores, ahora vinculado a proceso por desempeño irregular de la función pública, es el inmejorable espantapájaros político para ahuyentarle votos a Morena, igual es verídico que en la evocación colectiva siguen vivos modos y estilos que no le gustaron a la gente, siendo los casos de los regímenes panistas de Alejandro Higuera Osuna y Carlos Felton González y el del priista Jorge Abel López Sánchez.

En la nueva temporada del blanquiazul, que bajo ninguna circunstancia es aquella época de oro en la que Alejandro Higuera ganó la elección de Alcalde para tres periodos, el PAN peleará sin tener en sus filas a otro “Diablo azul” para conquistar al único Ayuntamiento de importancia que le fue cedido para que designe al candidato dentro de la piñata electoral 2024 que Acción Nacional organiza en alianza con los partidos Revolucionario Institucional, De la Revolución Democrática y Sinaloense.

Lo que puede adelantarse es que permea a la eventual candidatura de Memo Romero cierto bochorno por las siglas que lo postulan y ello da pie a la estrategia de difuminarlas lo más posible para que durante la campaña el aspirante a Alcalde sea percibido como propuesta ciudadana y no de la partidocracia asociada. En el fondo es verdad que al pretenso no se le nota alguna marca ideológica dominante y que tomó la que pudo concretar de tantas en las que tocó puertas.

Pero la postulación ya cruza por las primeras complicaciones que tienen que ver sobre todo con el desencanto de importantes segmentos del sector empresarial que impulsaron a Juan Alfonso Mejía López para que buscara el gobierno mazatleco con la coalición Fuerza y Corazón por Sinaloa. Una vez que cayó tal operación política a favor del ex Secretario de Educación Pública y Cultura, la Iniciativa Privada puso en pausa la determinación de apoyar a Romero o esperar a que Morena decida a quién abandera en el puerto.

Otro factor en contra es la alta aceptación que alcanza en el electorado marismeño la administración municipal que preside el morenista Edgar González Zataráin, que logra a contrarreloj hacer el control de los daños que ocasionó Benítez Torres. El avance en transparencia que coloca a Mazatlán como el municipio con mejor rendición de cuentas, la ampliación del alumbrado led a colonias y comunidades rurales sin los costos inflados de “El Químico” y las primeras soluciones al problema del drenaje sanitario, a las que otros presidentes municipales les sacaron la vuelta, le suben los bonos a la Cuarta Transformación.

Para el PAN, el hecho de ganar o perder en Mazatlán es asunto de sobrevivencia al ser tercera fuerza política estatal, desplazado del segundo lugar por el PAS en la elección local de 2021. Sin embargo, se le dificulta demasiado cómo hallarle la cuadratura al círculo pesimista en que está debido a la eventualidad de que al sufragar los mazatlecos le ratifiquen el respaldo a Andrés Manuel López Obrador y ello catapulte a la candidata o candidato de Morena a la Alcaldía, sin importar quién sea. Si el Presidente del País sigue ganando elecciones sin aparecer en la boleta electoral ven irreversible la derrota comicial.

Mazatlán es, dicho esto a rin pelón, el único apetitoso hueso que el PAN puede roer luego de las votaciones del 2 de junio. Los demás municipios donde podrá definir a sus candidatos a alcaldes, que son Escuinapa, Rosario y Choix, y las diputaciones de los distritos 1, 8, 14, 15, 23 y 24, son como la guarnición de arroz que engaña al apetito de los comensales.

Acción Nacional y su candidato Guillermo Romero buscan obtener la Alcaldía en el mar picado que significa la incredulidad a que logren la victoria. Es que la conjetura popular bromea con el dominio guinda al considerar que si Morena postulara a dicho puesto al caballo que se salvó de morir ahogado en Cerritos, cuando en la Cabalgata de los Escobar las olas jalaron al penco que entró a la playa, el animal de seguro ganaría la votación.

Sin Mazatlán no hay cereza en la tajada del pastel que la coalición Fuerza y Corazón por Sinaloa le convidó al PAN. Y tal vez, ingenuidad aparte, nada esté escrito aún respecto al veredicto del voto por más que la gente otee la continuidad cuatroteísta.

Qué más Memo Romero quisiera,

Tener al “Diablo” en su corral,

Para que cómo él le dijera,

Destapados vs. corcholatas

A ver si se ponen de acuerdo los morenistas antes de que Claudia Sheinbaum venga este fin de semana a Sinaloa, y dilucidan la lista que sigue entrampada alentando que los suspirantes se den de golpes bajo la mesa como último reducto para acceder a postulaciones ya repartidas. Mientras tanto, los ya casi definidos candidatos de Fuerza y Corazón por Sinaloa andan acelerados en la labor de jalar votos, siendo algunos casos los de Guillermo Romero en Mazatlán, Alba Virgen Montes en Guasave, Erika Sánchez en Culiacán y Mingo Vázquez en Ahome. Cuidado con el exceso de confianza que exhibe aquí Morena.