"Enfatizar la vida"
@rodolfodiazf
Nuestra vida es una empresa demasiado seria y trascendente como para dejarla transcurrir a la deriva. No se le encuentra sentido si no se toman firmemente las riendas para conducirla al destino elegido. No se da en el blanco por casualidad, sino por apuntar con cuidado. Sobre todo, hay que darle énfasis y orquestarla como si fuese la más espectacular sinfonía.
Enfatizar es subrayar, repetir, remarcar, resaltar, acentuar, como se lee en la siguiente anécdota del maestro zen, Ikyu: “Un alto funcionario que había venido de lejos a fin de tomar clases con el maestro, le pidió la clave de la filosofía de la vida. El maestro tomó una hoja y escribió la palabra ‘Atención’. El funcionario, que había venido de muy lejos, preguntó desilusionado si eso era todo lo que podía enseñarle. El maestro volvió a tomar la hoja y escribió nuevamente: ‘Atención’. El funcionario, molesto y enojado, le dijo que si eso era todo, su viaje había sido en vano. Entonces, el maestro escribió: ‘Atención. Atención. Atención’”.
La vida se nos puede escapar de las manos si no ponemos énfasis en ella. El repetir tres veces la misma palabra significa confirmar completamente algo. Si dos testigos bastan para dar fe de un hecho, el tercero se convierte en una confirmación plena. Por eso, el director neoyorquino, Joseph Pulitzer, prescribió su famoso lema periodístico: precisión, precisión, precisión. En el lenguaje cotidiano también decimos que a la tercera va la vencida.
El énfasis y simbolismo del 3 es muy claro en la Biblia, en donde aparece 467 veces. Hay 3 personas en Dios; fueron 3 las tentaciones de Jesús; al tercer día resucitó; los serafines cantaban santo, santo, santo; las virtudes cardinales son 3: fe, esperanza y caridad, por citar algunos ejemplos.
¿Enfatizo mi vida?
