|
"Defensor del Lector"

"Errores evidentes"

""

    El jueves 24 de enero recibí un correo electrónico del lector Cecilio Castro:
    “Buenos días, soy asiduo lector de Noroeste, por la manera de informar y ser a mi juicio el periódico ‘más independiente’. Leo desde luego su columna En Defensa del Lector, y noto el interés que muestra porque la edición de día a día salga lo más perfecta posible. No sé si al momento de redactar las notas alguien a quien le guste leer obviamente, revise a fondo la impresión en general. Se cometen muchos errores muy evidentes en los encabezados principales y secundarios, falta de coherencia y errores gramaticales infantiles. Aparte de un tiempo hacia acá sale el ejemplar como si lo rompieran con las manos, todo chueco como se diría vulgarmente, aparecen páginas con grandes manchas rosas, páginas completas manchadas de tinta negra en donde no se puede leer nada, etc., etc. Se puede entender que pase una o dos veces pero que sean constantes estas fallas, creo, debe o debería ser preocupante para editores/directivos y propietarios. Veo estas fallas tan evidentes que es imposible que no lo noten y lo que es peor que no lo corrijan. Saludos y en contacto”.
    Le contesté al lector. “Buenas tardes, amable y gentil lector. Tiene mucha razón en sus comentarios. Yo soy el primer interesado en que se corrijan todas esas fallas y errores, porque estoy consciente de que se debe brindar un producto con información y presentación de calidad a quien nos otorga el privilegio de su preferencia. Citaré sus valiosos comentarios y continuaremos en la lucha por ofrecer un excelente servicio. Saludos cordiales”.
     
    Problemas en la conjugación del verbo haber
     
    La gentil lectora Leticia Mendoza envió un correo electrónico el viernes 25 de enero para señalar un concurrente error en una nota al conjugar el verbo haber (es la cuarta ocasión que esta lectora se comunica para mencionar algún error: 16 de marzo de 2017, 6 de abril de 2017, 6 de febrero de 2018).
    La lectora escribió: “Buenos días. Vuelve el verbo haber a dar problemas, ahora a Gabriel Mercado, en su nota sobre Jimmy Ruiz, al final del tercer párrafo. A veces pienso que las innumerables planas con conjugaciones que hacíamos en primaria deberían regresar a las actividades cotidianas en las escuelas. Saludos”.
    Le respondí: “Buen día, agradezco su gentil y atinado comentario. Lo tomaré en cuenta en la columna del domingo. Un cordial saludo”.
    El error a que se refería la lectora -como especificó- se encontraba al final del tercer párrafo de la nota principal de la portada de la sección Local, en la edición de Culiacán: “El Juzgado en su análisis señaló que restan por pagarse 21 millones 864 mil 598.66 pesos, y para liquidarlos dio un plazo de sólo tres días, los cuales ya transcurrieron y el municipio a la fecha a dicho que aún se encuentra en negociaciones para realizar el pago”.
    El error es evidente: "...y el municipio a la fecha ha dicho...". El reportero debió escribir correctamente la conjugación del verbo, pero también existe un editor que debe revisar la nota y, en dado caso, corregirla. En cuestión de edición se refleja, también, mucha indolencia (no hay dolientes), pues la nota se subió con el error al portal de Noroeste y todavía se puede constatar  https://www.noroeste.com.mx/publicaciones/view/ahora-esta-en-riesgo-el-cargo-de-estrada-por-el-caso-jimmy-ruiz-1153977
     
    A / ha / ¡ah! / há
     
    No está por demás recordar lo que José Guadalupe Moreno de Alba, doctor en lingüística, filólogo, investigador y académico mexicano, experto en el estudio de la lengua española, recomendó sobre la distinción y empleo de a/ha/¡ah!/há, en Minucias del lenguaje:
    “EN OCASIONES UN SIGNO LINGÜÍSTICO (una palabra) puede estar constituido por un solo fonema. Tal es el caso de a, ha, ¡ah!, há, vocablos en los que al fonema /a/ no lo acompaña ningún fonema más (la h es una letra que no representa ni sonido ni fonema). Aparentemente no debería haber dificultad para la ortografía de tales voces: a (sin h) es una preposición; ha es una forma del verbo haber; ah, normalmente acompañado de signos de admiración (¡!), es una interjección; por último, a veces puede encontrarse la forma, antigua y rara, há (con acento), en lugar de ha (de haber), con el valor de hacer (“há mucho tiempo que no te veo”), aunque lo más común es escribirla sin acento (ha). Es notable que aun en el empleo de estos brevísimos vocablos se cometan burdos errores ortográficos. Véanse algunos ejemplos.
    Tomo de algunos diarios los siguientes textos: 1) “estar ‘out’, lo que *ha estas alturas parece cada día más aconsejable...”; 2) “todos estamos sujetos *ha haber cometido errores”; 3) “¿y qué incidencia *a tenido en su vida ser pelirrojo?"; 4) “criticó a tantos quienes dicen orientar sus esfuerzos sólo *ha obtener la paz y la justicia”; 5) “el rock and roll no *a muerto”.
    En los incisos 1, 2 y 4 se escribió ha por a, es decir se confundió la preposición con el verbo. Se trata de preposiciones, que no llevan h: a estas alturas, estamos sujetos a, orientar esfuerzos a. Por lo contrario, en el inciso 3 la confusión es al revés, pues se hizo empleo de la preposición en lugar del verbo, que debe escribirse con h: ha tenido. La regla, en resumen, es muy sencilla: llevará h la forma que corresponde al presente del verbo haber (ha); se escribirá sin h la preposición (a).
    Una sola observación en relación con la interjección. La vigésima primera edición del DRAE (de 1992) anota la forma ¡ha! como alomorfo, como equivalente ortográfico de ¡ah! Es decir que, según ese autorizado vocabulario, la interjección puede escribirse tanto ¡ah! cuanto ¡ha!: “¡Ah, qué inteligente eres!” y “¡Ha, qué inteligente eres!” Como era de esperarse, prácticamente todos los demás diccionarios, que en buena medida se limitan a transcribir algunos de los artículos y acepciones del DRAE, repiten lo mismo, es decir que anotan, como interjección, la forma ¡ha! En antiguas impresiones del lexicón de la Academia aparece ya esa forma ¡ha! como variante de ¡ah!, como por ejemplo en el de 1925 (decimoquinta edición). Por mi parte opino que, en la norma del español actual (y muy probablemente en la de hace ya mucho tiempo), nadie escribe ¡ha! por ¡ah! Yo recomendaría, para simplificar la ortografía, cosa que muchos veríamos saludable, suprimir el artículo ¡ha! del DRAE”.
    Revisando el DRAE, en su actualización de 2018, todavía admite el artículo ha como equivalente a ah, aunque señala que es una interjección que ya no se usa, como bien anotó Moreno de Alba.
    Así dice el DRAE: “ha. 1. interj. desus. ah (‖ para denotar pena, admiración o sorpresa)”.  http://dle.rae.es/?id=JutKz3R
    En cuanto al consejo de hacer planas para corregir la ortografía, como sugiere la lectora, habría que admitir su efectividad aunque, también, su no recomendación por ser un método antipedagógico: “Es importante evitar las vivencias negativas y lograr que el conocimiento sea espontáneo y natural sin tener que recurrir a las planas excesivas”.  http://200.23.113.51/pdf/16023.pdf
     
     
    Agradezco sus comentarios, quejas, dudas, críticas y sugerencias.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!