¿Es posible el regreso a clases presenciales?

    Como padre de familia con hijos en edad escolar, lo que me gustaría escuchar es una solución sensata, inteligente y oportuna a este gran problema que afecta a millones de estudiantes.

    “Hoy se plantea el regreso a las aulas cuando estamos en el punto más alto de contagios en la tercera ola. Un tema como este, nos lleva a una gran debate público que deben resolver las voces expertas en educación y salud, y no los neófitos políticos que de todo opinan y nada saben”.

    Andrés Manuel López Obrador de nuevo sacudió la opinión pública con una declaración mañanera: “Es un acuerdo del Gobierno federal y de la SEP, se reinician las clases presenciales a finales de agosto en todo el País. No vamos a tener problemas de contagios que puedan poner en riesgo a los niños a los jóvenes, a maestras y a maestros”.

    La discusión pública no ha parado desde entonces polarizando la opinión entre dos bloques. Para algunos esta declaración del Presidente es irresponsable e insensible, en tanto que entidades federativas como Sinaloa, se encuentran en puntos alarmantes de un rebrote de contagios por la llamada “tercera ola”. Otros, consideran oportuna la medida, porque cientos de miles de estudiantes han tenido un deficiente aprovechamiento escolar con la modalidad a distancia, y miles han perdido totalmente el ciclo escolar por no poder continuar “desde casa”.

    La crisis provocada por el Covid-19 en la educación es alarmante, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, regresar a clases es un paso clave para la continuidad de la educación y la recuperación de los aprendizajes. La organización dependiente de la ONU afirma que es prioritario y esencial porque en México el cierre de escuelas por más de 18 meses ha causado la deserción escolar de más de 1.5 millones de niñas y niños entre 13 y 18 años de edad.

    Pero es difícil para los padres de familia pensar en el regreso de los hijos a las aulas cuando los brotes han tenido los puntos más altos de contagio durante la pandemia y además, las nuevas variantes del virus han demostrado causar afectaciones en la salud de los grupos poblacionales en edad escolar.

    “No podemos asegurar que las infecciones de niños y niñas por coronavirus pasarán asintomáticas o con síntomas leves. Las nuevas variantes mutan y son potencialmente más peligrosas. No hay evidencia de que las cosas puedan mejorar en el futuro sin tener a la gran mayoría de la población vacunada”, afirman médicos especialistas sobre el tema.

    La organización no gubernamental Mexicanos Primero en Sinaloa ve una buena señal en la declaración del Presidente porque regresar a las aulas es la única forma de garantizar el derecho de aprender de todos los alumnos. Pero hacen tres acotaciones muy importantes; A) No se menciona si el regreso será parcial y escalonado dependiendo el ritmo de contagios. B) No se habla de las inversiones para garantizar que los centros escolares estén en condiciones para asegurar ambientes sanos con agua potable, jabón, servicios sanitarios en funcionamiento y C) No se habla de los desafíos educativos y pedagógicos que son muy importantes incluso más que los burocráticos, porque los alumnos vendrán de un largo periodo de encierro y con ello con cuadros de ansiedad, depresión entre otros.

    En México 36 mil 850 escuelas de educación básica no tienen acceso a agua potable y 43 mil 128 no cuentan con instalaciones para el lavado de manos. Estos datos nos dejan ver el gran reto que será para el gobierno el regreso a las clases presenciales. Entendiendo también, que el modelo de educación a distancia ha dejado muchos rezagos en los aprendizajes de las y los alumnos, rezagos que a decir de expertos, nadie desde el Gobierno está planteando como solventar o regularizar sobre todo en la educación inicial, en los años de preescolar y los primeros de primaria, en donde bajo estas condiciones de aprendizaje, el alumno tendrá por delante un futuro complicado por los rezagos académicos.

    Como padre de familia con hijos en edad escolar, lo que me gustaría escuchar es una solución sensata, inteligente y oportuna a este gran problema que afecta a millones de estudiantes. Una ruta de solución construida por expertos en educación y medicina, que sean ellos los que dicten los criterios del regreso a las aulas dando prioridad al interés superior que no puede ser otro que el de los niños, niñas y jóvenes. Esto, como muchos temas relacionados con la pandemia, no es una discusión para políticos neófitos, es un tema de expertos, ojalá les hagan caso. Luego le seguimos...

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