Cumplió 18 años de fallecido Esteban mi hijo. Mi paisano Antonio Haas le escribió esto:


    https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/29272.lupa-resumen.html

    In memoriam de Esteban Fárber Barquera

    Antonio Haas

    Desnudos nacemos y desnudos nos vamos, pero en el ínter debemos buscar con qué arroparnos contra las inclemencias que nos acosan desde el momento de haber nacido. El resto de la vida se va en buscar, quizá encontrar y a veces hasta aprovechar los recursos internos que, en los laberintos de su evolución, desarrolló la raza humana en defensa propia. Las condiciones externas dependen de la suerte.

    Algunos encuentran su panacea en la religión, la fe en esa inconcebible fuerza creadora que personificamos como Dios Todopoderoso. Ese es el camino fácil, el que nos descubre la conciencia desde que comienza a decirnos cosas. Esa es nuestra compañera, tan metiche como inseparable, con el agravante de que estamos obligados a tenerla satisfecha si queremos dormir tranquilos. Es, además, tan ubicua que se da también en los ateos, quizá porque también son creyentes sólo que al revés: Ellos creen que no, los otros, que sí.

    Dichosos ellos, aunque poco envidiables para quienes vivimos en la duda o la fe intermitente como Camilo José Cela, que decía creer en Dios cuando veía un trigal en fruto, pero no cuando visitaba un hospital infantil. Eso lo sentimos de sobra quienes vivimos cultivando la naturaleza, hasta que llega un ciclón y destruye todo lo hecho por nosotros, dejando ruina en su lugar. “Fuerza mayor”, le decimos en español. El inglés, más específico, los llama actos de Dios. Palmetazos pa’ que entendamos.

    Sí, pero para entender ¿qué? En esos trances recurro siempre a mi bien amado Epicteto: Nada en la vida puedes llamar tuyo si algo o alguien te lo puede quitar. No es tuya tu hacienda ni tu familia ni tu vida misma porque la muerte te las puede quitar. Hay una sola cosa que nadie puede quitarte: Tu voluntad hacia el bien. La mala voluntad sí la puede sustituir la superioridad del bien, pero la buena voluntad es inexpugnable y fiel.

    Ese pensamiento siempre ha sido para mí un remanso en la adversidad. Pero ¿cómo se cultiva la buena voluntad? Es difícil decidir ante la cara oculta del futuro, pero en mi propia experiencia he encontrado dos salvavidas: la risa y la sensibilidad. Aunque parezcan polos opuestos, ambas son capacidades innatas en el ser humano e imprescindibles para llegar a la vejez con un mínimo de cicatrices.

    La risa es grata de por sí, tanto para quienes ríen como para quienes provocan la risa, con todo y su hermana mayor, la carcajada. (Mas no así la risotada, hija de la burla y el sarcasmo. Las risotadas abrevian la vida mientras que la risa, hermana de la alegría, la prolonga.) Dios bendiga a Charlie Chaplin y toda la raza de cómicos inspirados que nos enseñaron a reír desde niños y ahora, de viejos, nos reconcilian con la condición humana.

    La sensibilidad es otra cosa: Nos duele desde antes de saber lo que es o conocer su nombre. Se manifiesta como timidez en el niño, como dolorosa y aun suicida introspección en el adolescente, y en el adulto, si supo amansarla y cultivarla, se vuelve simpatía en toda la extensión de la palabra. Sin embargo, no deja de ser una arma de dos filos: Uno (que no sirve ni para abrir ostiones) sólo sirve para hacerse el harakiri. El otro, en cambio, es el que sirve para descifrar ciertos aspectos de la condición humana y así allegarse a ese manantial inagotable de vida y alegría de donde fluyen el ingenio y las artes. La música nos enseña a escuchar y discernir tonos e intenciones, y no sólo en la “Pastoral” de Beethoven sino también en el discurso político o el puro chisme. La pintura y, más aún, el intento de pintar, nos revela el fondo de la realidad visible en los colores de las sombras y los perfiles de la luz. Y la literatura nos da acceso a todo lo que ha pensado, hecho y dicho el hombre desde que aprendió a hablar. No hay porqué buscar la máquina del tiempo en la ciencia ficción: El conjunto de las artes y la literatura nos ha dado ese servicio desde siempre.

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