Estrada y el PT: el esquirol y la asonada
Se juntan resentimiento y oportunismo

OBSERVATORIO
    sicairos6204@gmail.com
    Estrada es uno de esos especímenes palaciegos que divierten mucho pero esa simpatía es de la que sí entretiene a la gente pero a la vez socava la expectativa de gobiernos eficientes y respetables. El PT es desde hace años el acompañante de piedra en alianzas electorales a las que no les aporta votos aunque sí les resulta útil para simular pluralidad y legitimar bajezas políticas. El hambre de poder los hace y el oportunismo los junta.

    Trae consigo una pesada carga de dinamita política la candidatura al Senado que el Partido del Trabajo le da a Jesús Estrada Ferreiro, el ex Alcalde de Culiacán que fue destituido del cargo para que encare el proceso judicial por delitos cometidos en el desempeño de la función pública, y de quien se creía que ya tenía en sus manos alguna postulación del Partido Sinaloense. A como pudo, el de Culiacancito armó la argucia de convencer al PT de que puede descarrillar no sólo al gobierno de Rubén Rocha Moya sino a toda la Cuarta Transformación en Sinaloa.

    Nadie sabe qué conseguirá en las urnas Estrada Ferreiro si en realidad logra aparecer en la boleta electoral, sin embargo, la conversación pública lo referencia como el que pudo romper en lo local la unanimidad de la mancomunidad de partidos Seguimos Haciendo Historia, actuación oficiosa que colinda con lo esquirol. Muy distante de la posibilidad de mayoría de votos que lo siente en el escaño, la incógnita consiste en saber qué pretende, quién lo mueve y dónde dejó a sus patrocinadores siniestros.

    Estrada les guarda enorme rencor al Mandatario estatal, a los diputados del Congreso del Estado, a los integrantes del Poder Judicial, al Movimiento Regeneración Nacional, a sus críticos y hasta al Presidente Andrés Manuel López Obrador. Son de esos resentimientos que se almacenan en el alma y con el tiempo se pudren y convierten en bombas de odio que fracasan en el propósito de devastar a los adversarios y acaban demoliendo a sí mismo, a quien las porta.

    Al depuesto Presidente Municipal se le metió en la cabeza la idea de que la 4T lo traicionó y asume la amnesia convenenciera sobre lo que él hizo para que el Legislativo determinara preservar la gobernabilidad de la capital de Sinaloa. Empezó mal cuando en 2016 urdió el plan para apoderarse de Morena en Sinaloa, al conseguir que las intrigas que sopló al oído de López Obrador funcionaran para destituir a Jaime Palacios, líder legítimo de la izquierda; hoy es punta de lanza del plan para arruinar al partido que en 2018 lo rescató de la insignificancia.

    Posee el afilado colmillo y el agudo olfato para capitalizar las circunstancias a su favor. Escudriñó en el conflicto que se generó en Sinaloa cuando el PT reclamó como suyo el Distrito Electoral Federal 01 en el que Morena postuló a Graciela Domínguez Nava como aspirante a una curul en la Cámara de Diputados. Estrada vio la oportunidad de unirse al Legislador petista Leobardo Alcántar, quien se puso a la cabeza del berrinche para tumbar la aspiración de la titular de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, y así el ex Alcalde tendió un puente hacia el dirigente nacional Alberto Anaya.

    Acudió el ex Edil de la región de los tres ríos a la Ciudad de México para contar la historia en la cual él aparece como víctima y borra los episodios en que los culiacanenses iban en el tobogán de la inestabilidad política, económica y social. Eliminó los apoyos para la llegada de nuevas empresas, sorprendió a los ciudadanos con un dislate por cada día, arremetió contra los periodistas que lo instaban a corregir, atacó los derechos humanos de sectores en situación de vulnerabilidad y llegó el momento del extravío en que se sintió un dictadorcillo y no un servidor público.

    Fue entonces que coincidieron un partido, el PT, al cual Morena acostumbró a vender caro su raquítico capital político, y un personaje, Estrada Ferreiro, que después de convertirse en paria del gobierno cuatroteísta peregrinó entre muchas siglas planteándose como un candidato de alta rentabilidad electoral. Tal para cual, van juntos en una estrategia con señales claras de estar dirigida contra el Gobernador Rocha, y el candidato a Senador Enrique Inzunza, con beneficios colaterales para la alianza Fuerza y Corazón por Sinaloa que integran PRI, PAN, PRD y PAS.

    Estrada y el Partido del Trabajo comparten grandes coincidencias: JEF es un abogado experto en albazos políticos como aquel que lo hizo apropiarse del movimiento de auténticos morenistas en Culiacán, o la intentona en 2021 por apoderarse de la candidatura a Gobernador que al final favoreció a Rubén Rocha; el PT ha sobrevivido en todas las sentinas posibles del poder político mediante madruguetes a sus aliados, inclusive asestados a sus mismos estatutos: luchó por arrebatar la candidatura a la diputación federal por el 01, quiere tomar en sus manos el pleito de Estrada con Rocha para quien sabe qué fines, y ahora pretende colgarse del “Plan C” de Morena en el que no va incluido.

    Estrada es uno de esos especímenes palaciegos que divierten mucho pero esa simpatía es de la que sí entretiene a la gente pero a la vez socava la expectativa de gobiernos eficientes y respetables. El PT es desde hace años el acompañante de piedra en alianzas electorales a las que no les aporta votos aunque sí les resulta útil para simular pluralidad y legitimar bajezas políticas.

    El hambre de poder los hace y el oportunismo los junta. Y de ser verdad que lo que mal empieza mal acaba, nada de esfuerzo cuesta adelantar el desenlace de esta rara mezcla de agandalle petista y resentimiento estradista.

    Reverso

    El PT trae otra vez a escena,

    A Estrada con su idéntico plan:

    Arruinar la alianza de Morena,

    Así como arruinó a Culiacán.

    La aguerrida María Inés

    Una vez que se apagaba el fuego de aquel exabrupto con el que le metió ruido a la definición de candidaturas de Morena para las diputaciones federales en juego en Sinaloa, ayer María Inés Pérez Corral removió cenizas buscando ascuas al declarar que imperó el nepotismo en la designación de Jesús Ibarra Ramos por el Distrito 05, en el cual originalmente figuraba la Secretaria de Bienestar y Desarrollo Sustentable. Y la noticia, en lugar de ser la Expo Ahorro de Energía y Agua que se realizará el 27 de febrero en Culiacán, fue la reiteración de la inconformidad de la integrante del Gabinete del Gobernador Rubén Rocha, insistiendo en defender una aspiración particularísima cuando lo que debiera salvaguardar es la institucionalidad del cargo que desempeña.

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