El manejo de la economía nacional es aceptable por donde se le mire y, pese a un entorno nublado por la pandemia y la crisis mundial, en México se realizan obras estructurales. En el pasado ni en sueños se pensaba en realizarlas. Ahora, en los estados de la Unión se impulsan obras de magnitud asombrosa. Hasta el pasado sexenio teníamos casos donde por años se escuchaba que se realizaba tal obra pública, pero nunca se terminaba. Así, supimos de carreteras sin pavimentar, hospitales en obra negra, todo era fachada para incrementar la corrupción y, lamentablemente, esa era una constante en la vida nacional. Hoy las cosas han cambiado, el Presidente de la República ha establecido como norma de su gobierno no dejar obras inconclusas.

    Las cosas han dado un vuelco de 180 grados, ahora se realizan obras de infraestructura en muchos puntos del País para buscar detonar el progreso y el mejoramiento de la sociedad. La población verifica con sus propios ojos esas obras, sin que se lo platiquen, eso entusiasma a la ciudadanía y hace renacer sus esperanzas en un futuro mejor. Por eso, los infundios que esparce la Oposición no tienen eco, como dice el dicho: “son pedradas al matorral”. La ciudadanía está muy clara de los planes que el actual régimen viene impulsando con ahínco indetenible.

    Las campañas mediáticas de la Oposición no impactan y se van a quedar con las ganas de incidir en la ciudadanía, en su perversa actitud de querer descarrilar la cuarta transformación. Por más que le busquen, no convencen y la ciudadanía apoya la construcción del Tren Maya, de la Refinería en Tabasco, del Aeropuerto Felipe Ángeles, del corredor trans-océanico del Istmo de Tehuantepec, la carretera de Badiraguato a Parral. Esas obras y no palabras y falsas promesas se llama verdadero progreso. Por cierto, el Presidente no para en su afán de lograr metas históricas en bien del pueblo y cuenta con el apoyo legítimo de los ciudadanos, quienes no retroceden ni para agarrar aviada.

    No mellan en lo más mínimo las campañas mediáticas que la Oposición esparce como confeti todos los días. No impactan en la opinión de los ciudadanos, porque estos desde el 2018 están muy despiertos y claros en lo que corresponde a sus intereses. Además, conocen de sobra la corrupción de los partidos tradicionales a la mera hora de gobernar.

    Por eso la Oposición, en su embate contra el gobierno más legítimo y popular de la historia contemporánea de México no da una. Y la razón es muy sencilla, el gobierno de López Obrador -lo repito una y otra vez para que quede claro- cuenta con el apoyo en las urnas de los ciudadanos. La pobre oposición se parece al coyote, queriéndole poner trampa tras trampa al correcaminos, con tan mala fortuna que sus petardos de utilería le estallan en su propia cara. Ahí la tenemos, en TV y otros medios, en una cadena de ridículo tras ridículo. Ayer, clamando por un líder que no encuentran, hoy defendiendo al corrupto Ricardo Anaya, verdadero delincuente de cuello blanco que aceptaba sobornos a cambio de vender los bienes de la nación.

    Los trabajadores y demás capas sociales, que por largos años sufrieron los estragos de los gobiernos del libre mercado, valoran bien lo que significa un gobierno democrático que busca el progreso y la paz del país. La estrategia central de la política económica del neoliberalismo consistía, como en la época de Porfirio Díaz, en enriquecer sólo a un grupito de potentados e hipotecar los bienes nacionales. Ahora, con el gobierno de reconstrucción nacional, se trata de que esa riqueza sea “usufructuada” por todos los mexicanos, sin distinción de género, raza o condición, como dice la Constitución y que el poder emane del pueblo. Comenzar por construir estructura económica, obras magnas que generen riqueza, empleos y progreso, es la piedra angular de este nuevo México democrático.

    En 2018 los ciudadanos dijeron “basta al pasado” y comenzaron a andar, dando lugar a este histórico cambio de rumbo de México hacia el progreso.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!