Exceso de agua: El fraude de los pescados y mariscos congelados

Atarraya
29/02/2024
    Este ejercicio sin regulación afecta gravemente los bolsillos de los consumidores, quienes terminan pagando más por agua congelada que por pescados y mariscos. Sin saberlo, reciben hasta seis veces menos producto respecto al peso anunciado y comprado.

    ¿Te ha pasado que vas al supermercado, compras camarones congelados y cuando los descongelas y cocinas parece que lo que compraste se redujo a la mitad? No es tu imaginación y no es que los camarones mágicamente se hagan más pequeños. Un alto porcentaje de los pescados y mariscos para consumo humano están congelados. Además, a muchos de estos productos congelados se le aplica una capa externa de hielo conocida como “glaseado” para mantenerlos en buen estado y conservar sus propiedades.

    Sin embargo, esta práctica no está regulada. No existe un límite sobre qué porcentaje del peso del producto puede corresponder al glaseado, ni existe la obligación de informar a los consumidores sobre qué proporción del peso se asigna al glaseado y cuál al producto en sí.

    Estudios internacionales señalan que el porcentaje de glaseado usualmente añadido varía entre el 4 y el 10 por ciento del peso total del producto. Más de un 12 por ciento de glaseado se cataloga como excesivo y se considera una acción con impactos económicos negativos y engañosa para las y los consumidores.

    En Oceana nos dimos a la tarea de averiguar si nos estaban vendiendo agua congelada en vez de pescado o camarones. Para esta investigación, compramos 100 filetes de pescado y camarones congelados, tanto de origen nacional como importados (en su mayoría provenientes de China y Vietnam), en supermercados y pescaderías de la Ciudad de México.

    En más del 40 por ciento de los filetes de pescado importados que analizamos se encontró un 21 por ciento o más de glaseado. En el caso de los filetes nacionales, el glaseado pocas veces superó el 10 por ciento. Un patrón similar se detectó con camarones congelados de origen nacional e importados: más del 70 por ciento del camarón importado superó un límite aceptable de glaseado y casi la mitad de las muestras presentó un 31 por ciento y de glaseado o más.

    En el 80 por ciento de los casos de camarones congelados de origen nacional, el porcentaje de glaseado fue de entre 1 al 10 por ciento, es decir, dentro de un límite aceptable.  Aunque los productos importados parecen más baratos, pagamos más por el hielo que por el alimento. En cambio, los productos mexicanos ofrecen precios más justos. Aquí te mostramos cómo:

    -Filete congelado de tilapia importado de China con 60.3 por ciento de glaseado

    Peso inicial con glaseado: 1.02 kilos

    Peso final sin glaseado 0.406 kilos

    Precio pagado: 65 pesos

    Pagamos: 40.95 pesos por agua congelada

    Sí el glaseado fuera pescado pagaríamos 164 pesos por kilo

    -Filete congelado de tilapia mexicana con 16.3 por ciento de glaseado

    Peso inicial con glaseado: 0.969 kilos

    Peso final sin glaseado 0.811 kilos

    Precio pagado: 110 pesos

    Pagamos: 17.93 pesos por agua congelada

    Sí el glaseado fuera pescado pagaríamos 131 pesos por kilo

    -Camarón congelado importado con 69 por ciento de glaseado

    Peso inicial con glaseado: 0.453 kilos

    Peso final sin glaseado 0.139 kilos

    Precio pagado: 64.90 pesos

    Pagamos: 45 pesos por agua congelada

    Sí el glaseado fuera pescado pagaríamos 233 pesos por medio kilo

    -Camarón congelado mexicano con 4.85 por ciento de glaseado

    Peso inicial con glaseado: 0.454 kilos

    Peso final sin glaseado 0.432 kilos

    Precio pagado: 184 pesos

    Pagamos: 9 pesos por agua congelada

    Sí el glaseado fuera pescado pagaríamos 211 pesos por medio kilo

    Este ejercicio sin regulación afecta gravemente los bolsillos de los consumidores, quienes terminan pagando más por agua congelada que por pescados y mariscos. Sin saberlo, reciben hasta seis veces menos producto respecto al peso anunciado y comprado.

    El añadir capas de glaseado excesivas también afecta a la industria pesquera mexicana, que debe competir con productos de muy bajo costo procedentes de China y Vietnam. Los consumidores optarán por estos, pero la verdad es que gran parte de lo que compran es hielo. En tanto, el pescado y el camarón mexicano tienen, aparentemente, costos más altos, no obstante, lo que venden es efectivamente pescado o camarón. Haciendo cuentas: el producto mexicano es más barato, dado que obtienes más por el precio pagado.

    Estos resultados nos demuestran que es necesario regular la práctica del glaseado e informar a las y los consumidores respecto al porcentaje de la capa de glaseado de los productos que compran. La trazabilidad es una herramienta que permitiría conocer el recorrido de los productos pesqueros hasta el último punto de venta, incluido el procesamiento que reciben (enlatado, congelado, glaseado).

    En 2019, miembros del sector pesquero, organizaciones de la sociedad civil y autoridades realizaron el proyecto de una Norma Oficial Mexicana de Trazabilidad de Pescados y Mariscos (PROY-NOM-038-SAG/PESC-2019). Sin embargo, su aprobación está detenida en la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca). La autoridad debe reactivar el proceso de esta Norma para garantizar los derechos de los consumidores y del sector pesquero.

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