¿Funciona el bombardeo de nubes?

27/06/2021 04:12
    En una región con poca agua y excedente de bebidas embotelladas, la salud y economía de la ciudadanía será aún más afectada (directa e indirectamente). La industria embotelladora tiene una gran deuda con la sociedad y el medio ambiente.

    Sinaloa se encuentra padeciendo de muchas necesidades, una de ellas, el agua. Con 16 municipios en sequía extrema y dos en sequía severa, busca una solución tardía para obtener uno de los recursos más preciados, el agua.

    Las nubes están hechas de minúsculas partículas de agua llamadas “gotas de nube”. Los grupos de gotas de nube están formados por vapor de agua (gas) o cristales de hielo.

    El vapor de agua no es lo suficientemente denso como para caer a la tierra en forma de precipitación y por eso se eleva hasta el cielo. Eventualmente, llega lo suficientemente alto como para enfriarse, condensarse alrededor de pequeñas partículas de tierra (o contaminantes) presentes en el cielo. Estas partículas se llaman núcleos de condensación. Se requieren de miles de millones de estas gotas de agua condensada para formar una nube visible.

    Todas las nubes poseen agua, desafortunadamente, esa agua no siempre termina en el suelo. Cuando las moléculas de agua se encuentran muy separadas, no son lo suficientemente densas para ser atraídas por la gravedad de la Tierra. Solamente cuando son lo suficientemente pesadas caen al suelo en forma de precipitación.

    El bombardeo de nubes es una técnica que busca modificar la estructura de una nube mediante el uso de químicos para incrementar la densidad de las gotas de agua y consecuentemente, aumentar la probabilidad de precipitación. Los químicos más utilizados son el yoduro de plata, yoduro de potasio, y hielo seco (dióxido de carbono) [mucha gente le dice incorrectamente “hielo seco” al poliestireno, el de las hieleras].

    Esta técnica no es tan novedosa, tiene sus orígenes en la década de los cuarenta cuando el científico Bernard Vonnegut descubrió que las partículas de yoduro de plata pueden ocasionar que las partículas de agua se superenfríen y conviertan en nieve.

    Uno de los principales inconvenientes de esta técnica, es que se requiere de nubes para que llueva. El bombardeo de nubes no genera nubes ni atrae agua, solo incrementa la densidad de las gotas de agua para que caigan al suelo.

    Otro de los inconvenientes es el bajo rendimiento. El único estudio científico que ha evaluado la efectividad del bombardeo de nubes reporta que en condiciones ideales, el bombardeo de nubes incrementa la precipitación 5-15 porciento. El costo de realizar esto oscila entre 53-427 dólares por media hectárea de territorio (https://doi.org/10.1073/pnas.1917204117).

    En una región con poca agua y excedente de bebidas embotelladas, la salud y economía de la ciudadanía será aún más afectada (directa e indirectamente). La industria embotelladora tiene una gran deuda con la sociedad y el medio ambiente.

    De acuerdo con NOROESTE en el 2015, la embotelladora Arca (Coca-Cola), con presencia en Culiacán, informó que sus ventas expresadas en volumen crecieron 6.2 por ciento el año anterior y su utilidad neta subió 18.7 porciento.

    Esto es una tendencia que sucede en todo el país. Asimismo, en Puebla, las empresas embotelladoras como Bonafont, Pepsico, y Big Cola son tan sólo uno de los 12 mil 746 titulares de concesiones para explotar el Acuífero de Puebla, razón por la cual apareció un socavón gigante el pasado 31 de Mayo (se están acabando el agua subterránea).

    El bombardeo de nubes es un recurso desesperado cuya baja efectividad depende de la presencia de nubes. Sinaloa requiere de medidas y políticas que fomenten la conservación y el uso inteligente del agua, así como de hacer responsables a las empresas que lucran a costa de nuestros recursos naturales y el medio ambiente.