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Se agradece a los lectores de Noroeste las sugerencias sobre otras generaciones perdidas en lo que va de este sexenio, desgraciadamente es poco o nada lo que se ha hecho para atenuar, controlar o eliminar los problemas, antes bien, parecería que se pretende incrementarlos para culpar a otros, a quien sea, de ayer, de hoy o de mañana, o bien para usarlos como pretexto para justificar la indolencia y la ignorancia.
Piénsese nada más en la cantidad de mexicanos que están emigrando a Estados Unidos, legal o ilegalmente, corriendo todos los riesgos en la frontera, al cruzar el río, o al pagar a “polleros” que los estafan, y los engañan; son también muchos los mexicanos que se entregan a los cárteles de la droga para cruzar llevando “mercancía” o trayendo armas o dinero. Piénsese en la cantidad de mexicanos que ya están allá, lejos de su familia, de su tierra, de su cultura. Son más de 11 millones de mexicanos “expulsados” por su país ante la falta de trabajo, la falta de ingresos suficientes para mantener una familia; “expulsados” también por la inseguridad en su pueblo, su rancho o su ciudad, amenazados de muerte, extorsionados o perseguidos por los carteles y delincuentes.
Y no es por nada, pero casi siempre les va mejor allá que por acá y por cada uno que se va hay dos o tres más, parientes, amigos o conocidos, que también se quisieran ir pero no encuentran el momento o no quieren correr el riesgo.
Este martes, Reforma publicó una nota citando el Anuario de Migración y Remesas 2022, en el que se señala que México es el segundo país con mayor pérdida de población con 11.2 millones de personas hasta 2020, sólo superado por India que tiene 17.9 millones de migrantes internacionales.
El estudio menciona que “cada vez se están yendo más personas con mayores niveles de estudio y mano de obra calificada. Además, en este 2020 el 46.8 por ciento de personas que salieron de México fueron mujeres y el 53.2 por ciento, hombres”, según informó el estudio elaborado por BBVA Research y el Consejo Nacional de Población; adicionalmente, el éxodo de mexicanos se había detenido bastante en sexenios anteriores pero se ha recrudecido en 2021 y 2022. Este último año los mexicanos detenidos por las autoridades migratorias de Estados Unidos se ha incrementado un 22 por ciento sobre 2021. Es esta pues, una generación perdida en México que sólo se encuentra bien en el extranjero y hasta nos mandan remesas.
El Gobierno mexicano se dice “feliz” porque esa masa de mexicanos está enviando remesas cuyo importe cada mes rompe récord; en julio se recibieron más de 5 mil millones de dólares y de enero a julio ya son más de 33 mil millones de dólares gracias a un “fuerte mercado laboral”, ya que en Estados Unidos sí se ha estado apoyando a las empresas, sobre todo a las pequeñas y microempresas. Sin embargo: ¿qué es mejor, que esos mexicanos permanezcan en México trabajando aquí a favor del PIB nacional o que se vayan a Estados Unidos a producir a favor del PIB de allá? ¡Su trabajo aquí vale más que las remesas que mandan! No hay que descartar que en estas remesas vengan también recursos originados en el narcotráfico, pues el procedimiento se presta para lavar dinero y para pagar a la “mano de obra” menor de la delincuencia organizada.
La generación que se queda en México tiene los problemas de la falta de empleo y los que sí tienen trabajo no obtienen suficientes ingresos ni derechos laborales, es decir, están en el empleo informal. Según cifras del INEGI, en julio anterior la población ocupada fue de 57 millones 435 mil 353 personas de las cuales el 55.48 por ciento están en la informalidad laboral, casi 32 millones de trabajadores sin suficientes ingresos y sin derechos laborales; la población desocupada es de poco más de 2 millones de personas, además, 6 millones de personas ya se cansaron de buscar empleo y 18 millones tienen un empleo precario, es decir, más de 26 millones de mexicanos “viven de milagro”.
Según José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval: “mientras que más de la mitad de la población ocupada trabaje de manera informal, sin prestaciones y muy bajos salarios... no se podrá reducir la pobreza laboral en México. En el segundo trimestre de este año el 38.3 por ciento de la población no percibe ingresos suficientes por su trabajo para adquirir la canasta alimentaria básica, por lo que según los Analistas de México, ¿Cómo vamos?, 49.2 millones de mexicanos viven en esta situación.
Es esta también una generación perdida que no puede sostener a la siguiente generación, la de sus hijos.