Gobernar en escenarios violentos

08/11/2025 04:02
    Pues, así como la tierra de los once ríos es importante para los negocios nacionales e internacionales del crimen organizado sinaloense, Uruapan lo es para el crimen organizado michoacano y por eso asesinaron a Carlos Manzo

    Dos hechos, uno grave en extremo, y otro aparentemente menor, han sacudido la estabilidad política y la opinión pública en México: el asesinato de Carlos Manzo, ex Presidente Municipal de Uruapan, Michoacán; y la agresión sexual a la Presidenta Claudia Sheinbaum en las calles de la Ciudad de México.

    El intento de besar en el rostro y de abrazar a la Presidenta de México en plena vía pública por parte de un borracho y drogadicto con antecedentes penales es una agresión que debe darnos muchas lecciones.

    En nuestro País este tipo de hechos sucede contra las mujeres lamentablemente todos los días y en todas partes. Es, sin duda, una de las manifestaciones más aberrantes del ancestral y aberrante machismo que azota a México; pero que, de manera lamentable, y eso dice mucho lo que somos, no existe una ley que expresamente lo sancione de manera ejemplar. Es por ello que, con mucha razón, la Presidenta Sheinbaum dijo que la agresión a ella era una agresión a todas las mujeres de México. Y, por eso, tal y como lo han declarado un grupo de legisladoras, debe de instituirse de manera inmediata una ley que castigue severamente este delito.

    A la vez, este hecho, debe convencer a la Presidenta Claudia Sheinbaum y a los aparatos de seguridad del gobierno que su estilo de acercarse a la gente en los espacios públicos debe modificarse. La identificación y cercanía con el pueblo no puede seguirse haciendo como hasta la fecha se ha hecho, sin un aparato de seguridad especializado. En una sociedad donde impera la violencia y donde los grupos del crimen organizado tienen una presencia prácticamente en cada esquina del País, la Primera Mandataria no puede continuar arriesgando su integridad porque arriesga la estabilidad del Estado que se debe a la ciudadanía. La protección a la Presidenta es la protección a la principal figura del Estado y también a la Seguridad Nacional. La idea de que todos los mexicanos constituyen un “pueblo bueno” es una ingenua falacia. En toda sociedad, incluso en la más civilizada, habrá individuos, desquiciados y fanáticos, o no, que violen cualquier norma y cualquier precepto moral, y es responsabilidad del Estado brindar seguridad a sus integrantes y a los gobernados, incluyendo en primer plano a la Jefa del Ejecutivo por la importancia que ella tiene para el desempeño del Gobierno y la sociedad.

    Por otro lado, el asesinato del primer edil de Uruapan reitera que el sector más vulnerable de la clase política mexicana es el de los presidentes municipales. Decenas de ellos han sido asesinados desde 2006 porque son los gobernantes del espacio donde los maleantes disputan el territorio local donde nace su poder. Todo poder es dominio de territorio. Esta tesis nos ayuda a entender por qué en la actual guerra criminal que martiriza a Sinaloa, una organización, ya partida en dos o más facciones, se disputa el control del estado porque es la base territorial de su presencia multinacional. Como bien intituló su obra sobre la historia narcófila, el historiador Froylán Enciso. “De Sinaloa para el Mundo”.

    Pues, así como la tierra de los once ríos es importante para los negocios nacionales e internacionales del crimen organizado sinaloense, Uruapan lo es para el crimen organizado michoacano y por eso asesinaron a Carlos Manzo, quien lo enfrentó abiertamente tan sólo con los limitados recursos municipales y, con muy poco apoyo de la Federación. Lo cual hablaba mucho de la valentía del Alcalde asesinado, pero a la vez de lo imposible que es enfrentar con fuerza local al inconmensurable poder del crimen organizado que nació en Michoacán.

    La sociedad uruapanense, al igual que la culiacanense, brutalmente agobiada y expoliada por el crimen organizado, respaldaba plenamente a su sacrificado edil porque veía en él una esperanza de, por lo menos, acotar el poder de los maleantes, pero Carlos Manzo, por más llamados que hizo al gobierno central, no pudo convencerlos de que actuaran con más recursos y a fondo. La débil respuesta de Palacio Nacional le está costando cara a Claudia Sheinbaum. Los reclamos son muchos y justos.

    Los casos de Uruapan y Culiacán, y más en general de Michoacán y Sinaloa, para ya no hablar de otros estados, nos dicen que el combate al crimen organizado es tan complejo y prolongado que pocos resultados positivos se pueden lograr en un año o que el gobierno de la doctora Sheinbaum, con todo y García Harfuch y una política de seguridad mucho más decidida que la de López Obrador, no ha sido suficientemente eficaz y competente para combatir un poder que le disputa el control del territorio nacional y la sociedad mexicana.

    Lo mejor es creer lo primero porque si no es así, tenemos muy pocas esperanzas de que en los cinco años restantes de gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum se puedan encontrar los senderos que nos permita una paz necesaria para que los mexicanos de bien construyan una mejor sociedad.

    Posdata

    A pesar del negro panorama de la violencia criminal que agobia a Sinaloa, no hay renuncia a hacer cosas de bien. Culiacán celebrará una gran fiesta de las letras y el saber con la feria Internacional del Libro, del 10 al 16 de noviembre. Las pruebas sobran: un pueblo que lee es más sabio y suele encontrar calzadas iluminadas. Vayamos.