WIKIPEDIA (Ficha editada)._ “En el contexto del libro, y especialmente en los capítulos 19 a 21, Magog (presentado junto con Gog y no como en Ezequiel) es el paradigma de los pueblos lejanos a los que Satanás, después de los mil años del reinado de Cristo, reclutará para la batalla final contra el pueblo elegido de Dios. Esta batalla, sin embargo, no tendrá lugar porque, como en Ezequiel, caerá fuego desde el Cielo para destruirlos, después de lo cual el Diablo y sus seguidores serán atormentados en un lago de fuego y, tras el Juicio Final, llegará la Nueva Jerusalén.
El texto reseñado reelabora las profecías en un sentido cristiano. Como en la literatura judía del Segundo Templo, ya no se trata de Gog, príncipe de Magog, sino de Gog y Magog, expresión que se repetirá en los escritos posteriores, incluido el Corán. No se describe a estos enemigos finales y el estilo propio de este tipo de literatura tampoco permite precisar si la batalla que se describe corresponde a la del Armagedón, vista desde otra perspectiva, o una posterior como se desprende de una primera lectura.
Numerosas han sido las interpretaciones de este pasaje. En la Antigüedad y el Medioevo se buscó identificar al pueblo de (Gog) y Magog con alguno de los enemigos de la Cristiandad, anticipar su papel en los eventos escatológicos y explicar su situación actual como resultado de algún obstáculo (el muro de Alejandro) que sería removido en los tiempos finales. También se buscó en Magog al antepasado de tal o cual raza. Modernamente, los expertos han cuestionado la integridad de los capítulos aludidos, postulando distintos orígenes y épocas para cada una de las partes, y han rastreado sus dependencias en la literatura contemporánea. De esta manera, se puede poner en contexto a las visiones de Juan, mostrando cómo reflejan el mapa geopolítico de la última mitad del Siglo I d. C. Los grupos fundamentalistas, sin embargo, rechazan estos estudios y continúan buscando en el mundo actual a esta nación que, seducida por el demonio, protagonizará la última batalla de la historia.
Flavio Josefo identificó, en efecto, a los descendientes de Magog como los escitas, un nombre usado en la Antigüedad para la gente del norte del Mar Negro llamados escitas, Magogia. También se ha conjeturado a veces que los descendientes de Magog eran los progenitores de los pueblos eslavos . Para los árabes son los Turcomanos descendientes de Yadjudj y Madjudj según el Corán. Las Puertas Caspias o el muro de Al Magog (algunos creen que se refiere a la muralla china) se asocian con la entrada a las tierras de los escitas, en este caso se cree que los chinos son Magog. El libro etíope de los Jubileos, que es una traducción de una obra judaica intertestamentaria, dice que los proto-esenios ubicaban a Gog y Magog en Ucrania durante el Siglo 4 a. C.
Según algunas tradiciones irlandesas, tales como las crónicas irlandesas, la raza irlandesa está compuesta por varias tribus indoeuropeas incluyendo descendientes de Magog. Baath (Boath), Jobhath y Fathochta son los tres hijos de Magog. Partholón, Nemed e Iobath son descendientes de Magog. Se supuso que Magog pudo haber tenido un nieto llamado Heber, que se separó a través del Mediterráneo.
Hay también una leyenda húngara que dice que los magiares descienden de los hermanos gemelos nombrados Hunor y Magor, que vivieron a orillas del mar de Azov en los años siguientes a la inundación (Diluvio universal) y tomaron a las esposas de los Alanos. Según una versión de esta leyenda en la Crónica medieval de Pictum, este Magor es Magog, hijo de Japheth”.