Hay en Sinaloa un despertar cívico
Ciudadanos firmes al pie del cañón

OBSERVATORIO
25/04/2025 04:02
    Los sinaloenses están firmes al pie del cañón, tenga mucho o nada que ver con la narcoguerra dicha toma de postura en lo concerniente a asuntos sociales, políticos y económicos que saturan el itinerario común hacia la tierra que queremos, que merecemos, para vivirla.

    Sea o no consecuencia del desamparo que siente la ciudadanía frente a la ya insoportable violencia que deriva del choque entre grupos del narcotráfico, en Sinaloa están creciendo los movimientos sociales que desde lo súbito o lo organizado salen a defender lo que les importa, fortaleciendo la aspiración al modelo ideal de coexistencia donde gobierno haya sólo el necesario, y sociedad lo más que se pueda. Es el despertar del elefante que hibernaba en la sala de nuestras casas y cuyo letargo permitía atropellos en serie a los derechos civiles.

    Algo de la débil flama de la participación ciudadana, que daba la impresión de apagarse por la rendición de enormes segmentos del fervor cívico, adquiere fuerza en importantes núcleos sociales que transitan de la resistencia pasiva a la tenacidad dinámica por concretar las soluciones que la función pública no da. A lo mejor llegamos al punto crítico donde ya no había más fondo por tocar y decidimos emerger como masa competente en definir nuestros propios y más halagüeños destinos.

    Así, somos testigos de mazatlecos que rechazan la fobia de un habitantes contra una persona en razón de su estatus económico bajo, de colonos de Culiacán que logran salvar las áreas comunes de decisiones oficiales que se apoderan de ellas, y de la toma de carreteras y caminos hacia los sitios de recreación como acción colectiva ansiosa de paz. Pero antes, a raíz del ataque de un grupo armado que les quitó la vida a dos niños y al padre de éstos el 19 de enero en la capital del estado, la muchedumbre se hizo sentir como pueblo herido.

    Sin ánimo de determinar si sucede a tiempo o llega tarde el despertar de los sinaloenses en cuanto a rezagos y agravios dolorosos, hay que celebrar que avanzamos a la etapa en que cada descuido, cada ausencia de autoridad, será fiscalizada por la comunidad y llegará a su máxima expresión la representación popular que define autoridades y políticas públicas para que sirvan, no más para que decepcionen.

    La tarde del miércoles las familias de algunas colonias de Culiacán irrumpieron en la sesión del Cabildo para solicitar que el Ayuntamiento dejara sin afecto acuerdos de cambio de uso de suelo en seis predios que fueron determinados para construir allí Vivienda para el Bienestar, lo cual encontró oídos atentos en el Alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil quien metió reversa en esa medida que beneficia a los que adquirirán casas nuevas pero perjudica a los que ya habitan dichos sectores.

    El mismo día los mazatlecos manifestaron con gran estruendo en medios y redes sociales el repudio a supuestas mentalidades clasistas que tienen su origen en un video que exhibe al propietario de una vivienda ubicada por la calle Cruz Lizárraga, de posible origen estadunidense, que retira de la banqueta de su casa a un trabajador de la construcción que consumía su lonche allí. Esta situación llamó la atención de funcionarios, actores políticos, audiencias en el ciberespacio, y hasta la Alcaldesa Estrella Palacios manifestó su posición consistente en que “en Mazatlán caben todas y todos respetando la ley”.

    Los sinaloenses están firmes al pie del cañón, tenga mucho o nada que ver con la narcoguerra dicha toma de postura en lo concerniente a asuntos sociales, políticos y económicos que saturan el itinerario común hacia la tierra que queremos, que merecemos, para vivirla.

    Existen signos suficientes del avivamiento fusionado como los que emanan de la contribución del colectivo Sabuesos Guerreras en el hallazgo en Mezquitillo de fosas clandestinas con restos de 11 personas desaparecidas, las familias y solidarios que no descansan en buscar a víctimas de privaciones ilegales de la libertad sucedidas durante el choque interno en el Cártel de Sinaloa, o los moradores de zonas serranas y urbanas movilizados en defensa de que la poca agua disponible por la sequía sea reservada al consumo humano.

    En Sinaloa la participación ciudadana tiene bastantes asuntos por resolver, tantas crisis juntas a atender, que alienta la transmutación de la apatía consensuada a la presteza del involucramiento que acelere las respuestas y desenlaces positivos. El reto ahora consiste en fortalecer la operación cívica, tanto que la responsabilidad individual o general modere la excesiva intervención del Estado.

    Reverso

    Que Sinaloa haya despertado,

    Para escapar de la pesadilla,

    No para poner la otra mejilla,

    A lo que mucho nos ha golpeado.

    Pensarla dos veces

    Mazatlán ha sido desde hace décadas el prototipo de intervención popular en la definición y corrección de asuntos de interés público, resolviendo por medios pacíficos lo que está mal y robusteciendo lo bien hecho. Pionero en la alternancia política en gobiernos municipales, desalojo de alcaldes que tomaron el Palacio Municipal como guarida para sus fechorías y pueblo siempre listo a defender sus patrimonios y valores, hoy vale la pena la reflexión que determine si hubo o no rudeza innecesaria en el caso del habitante que pudo haber incurrido en discriminación contra otro habitante. ¿Hirvió más de la cuenta uno de tantos manejos hechos al ahí se va en las redes sociales?