"¿Hielo, árnica o pomadas para los golpecitos?"
Como ya lo hemos mencionado en otras ocasiones, pareciera que para los niños es obligación darse trancazos por doquier. Estos golpes varían en magnitud y ubicación dependiendo de la edad. Por fortuna, en la mayoría de las veces no hay consecuencias mayores. Pero es bastante común que lleguen a consulta o a Urgencias niños con chipotes en la frente de tamaños inimaginables. En una columna previa discutimos si no se les debería dejar dormir después de estos traumatismos, así que eso lo dejaremos a un lado. Hoy hablaremos sobre qué ponerle a este tipo de contusiones.
El primer auxilio recomendado para los golpes y las torceduras es la aplicación de frío y la elevación del área golpeada (si esto es posible). Se puede aplicar hielo usando una tela o toalla delgada por unos 15 minutos y repetirse las veces que lo indique el médico.
¿Y si mejor le ponemos árnica? Las pomadas con extractos de esta hierba se han usado durante siglos para diferentes condiciones. Al igual que todos los tratamientos, sean “convencionales”, “tradicionales” o “alternativos”, se puede probar su eficacia haciendo estudios que comparen a personas que lo reciben con otras que no, cuidando el posible efecto placebo (la sugestión), evaluando objetivamente cómo les va, y dando un seguimiento apropiado, entre otras cosas.
En el 2012 se publicó una revisión sistemática que incluía 11 estudios así (1). Cinco de ellos incluyeron a voluntarios (ej. personas a quienes les pedían hacer ejercicio y que luego evaluaban si el árnica les quitaba lo “molido”) y seis en pacientes con diversas condiciones. Un estudio incluía pacientes que tuvieron una torcedura de tobillo, y tal vez es el único que podría tener hallazgos un poco aplicables a los golpes que se dan nuestros hijos. Pero, desafortunadamente, ninguno de los estudios incluía niños. Más triste, la mayoría de los estudios tenían una mala calidad, y sólo en pocos se vio un efecto modesto de la aplicación de árnica tópica. La única buena noticia es que fue bien tolerada y prácticamente no tuvo efectos secundarios.
Entonces, ¿qué ponerle a un niño que se da un golpe en la frente para que no se le haga grande el chipote? La respuesta es simple: se le debe aplicar frío. ¿Quieres ponerle árnica, aceites o pomada de la Campana? Adelante, pero primero ponle hielo.
1. Brito N, et al. Systematic Review on the Efficacy of Topical Arnica montana for the Treatment of Pain, Swelling and Bruises. Journal of Musculoskeletal Pain, 22:2, 216-223
