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"Éthos"

"Honrar el nombre"

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ÉTHOS
17/08/2016 21:39

    El nombre es parte constitutiva de la identidad de la persona. Es cierto que el individuo podría llamarse de una forma u otra y seguiría siendo el mismo. Pero, desde el momento en que se le registra y bautiza el nombre lo distingue y señala, entra a formar parte de su currículo e historia.
    Hay nombres clásicos, familiares y señoriales. Algunos tienen un significado especial, simbólico o sagrado. Empero, existen quienes no están conformes con su nombre, aun cuando su etimología sea divina o celestial, como Doroteo, Teofrasto o Teodosio.
    No obstante, así como hay personas inconformes con su nombre, hay quienes simulan llamarse de otra forma porque se encuentran en situaciones embarazosas o para cometer todo tipo de actos ilícitos.
    Tal es el caso que relata Óscar Wilde en su obra “La importancia de llamarse Ernesto”. A finales del Siglo 19, dos jóvenes de alcurnia utilizaron el seudónimo Ernesto sin ponerse de acuerdo, pero la situación se complicó cuando dijeron llamarse igual al lanzarse a la conquista de dos mujeres. Jack Worthing inventó un hermano ficticio llamado Ernesto, después lo eliminó, pero su amigo Algy Moncrief, sin saberlo, se sigue presentando como el hermano de Jack.
    El tema trascendental de la obra es la amistad entre dos jóvenes londinenses solteros y la doble vida que se empeñan en llevar, con nombres y vidas simuladas, para cubrir las formas frente al riguroso círculo social del que no quieren ser excluidos.
    En el título de la obra, Wilde realiza un juego de palabras entre Ernesto y honesto, pues este valor o virtud se subraya muchas veces ya sea en el respeto a uno mismo o a los demás, ya que jamás es lícito usar el nombre en vano.
    ¿Soy honesto y hago honor a mi nombre?
     

    @rodolfodiazf