Imelda Castro, jugada estratégica de Morena
Inteligente, mandar a Inzunza a segunda base

Está haciendo más ruido del que debiera el desplazamiento de Enrique Inzunza Cázarez hacia la segunda fórmula que el Movimiento Regeneración Nacional definió para Sinaloa en la competencia por las dos senadurías de mayoría relativa, reposicionando a Imelda Castro Castro en la primera como un movimiento obligado, ajuste de última hora, que el partido tuvo que implementar para garantizar la paridad de género y bajo la evaluación de cero riesgo en el estado de los once ríos en lo referente a resultados electorales adversos.

El sesgo interpretativo que la Oposición le da a esta alteración del tablero de la Cuarta Transformación que se creía inamovible para la jugada del 2 de junio, dando por adelantada los contrarios la teoría de que el actual Secretario General del Gobierno del Estado accede al sacrificio político, va en contrasentido de la proyección del voto que en Sinaloa anticipa la posible ventaja de prácticamente 2 a 1 a favor de Morena y que se ve difícil de revertir durante el desarrollo de las campañas electorales que inician en marzo.

Para la toma de la decisión influyeron razones frías en la cúpula guinda que tienen sustento al menos hoy en la realidad comicial. Las mujeres llevarán la batuta al resultar más empáticas ante la masa sufragante y existir los escenarios que le sonríen a Morena en el futuro inmediato. En los poco más de cien días por venir los estrategas de la Cuarta Transformación consideran prácticamente imposible que el voto varíe en la dirección a la que apunta, a no ser que ocurra un desastre político como por ejemplo el rechazo popular al paquete de reformas constitucionales que el Presidente Andrés Manuel López Obrador le presentó el lunes al Congreso de la Unión.

En lo local, las tres encuestas conocidas hasta hoy sobre la intención del sufragio en Sinaloa sitúan con mucha ventaja a la marca 4T. En diciembre Massive Caller estimó en alrededor del 45 por ciento el voto es para Morena y en aproximadamente 30 por ciento está dispersos para los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática que integran la alianza Fuerza y Corazón por México.

Enkoll le da al morenismo en Sinaloa el 65 por ciento y 30 por ciento a FyCxM incluyendo dentro de esta coalición al Partido Sinaloense, mientras que el despacho Statu Quo-Advance distribuye en la mayoría de los municipios el 54 por ciento para Morena, y le concede porcentajes marginales al bloque prianredista. En las mediciones nacionales ni se diga: El Financiero publicó que en la encuesta de enero se acortó la brecha de ventaja entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez y aún así la morenista captó el 48 por ciento de los posibles votos y la candidata contrincante el 32 por ciento.

Con este piso de expectativas Morena hace ajustes sobre todo en estados donde prevé ventajas que se tornan irreversibles. Fueron esos cálculos que llevaron a equilibrar la oferta electoral llevando al frente a una mujer en Sinaloa, que es Imelda Castro. El tercer bloque develado el 2 de febrero, y el cuarto por definir, serán los de mayor utilidad para apretar tuercas en lo corresponde a garantizar equilibrios en la apuesta femenina en la boleta electoral.

Revisemos que en el primer bloque que dio a conocer Mario Delgado el 21 de diciembre en las primeras fórmulas hubo mayoriteo de mujeres con Julieta Ramírez en Baja California, Lucía Trasviña en Baja California Sur, Sasil de León en Chiapas, Andrea Chávez en Chihuahua, Simey Olvera en Hidalgo, Celeste Ascencio en Michoacán y Bety Robles en Querétaro. Los hombres presiden en Coahuila con Luis Fernando Salazar, en Estado de México con Higinio Martínez, en Jalisco con Carlos Lomelí y en Nuevo León con Waldo Fernández.

En el segundo grupo, divulgado el 12 de enero, siguiendo con las cabezas de primeras fórmulas ganan más posiciones las mujeres con María Martina Kantum en Campeche, Anahí González en Quintana Roo, Lorenia Valles en Sonora, Rosalinda López en Tabasco, Olga Patricia Sosa en Tamaulipas y Verónica Camino en Yucatán. En este bloque sólo figura una postulación masculina que es la de Ricardo Sheffield en Guanajuato. Y el tercer conjunto se reparten equitativamente entre mujeres y hombres con Imelda Castro en Sinaloa, Nora Ruvalcaba en Aguascalientes, Beatriz Mojica en Guerrero, Rita Rodríguez en San Luis Potosí, Omar García Harfuch en Ciudad de México, Gonzalo Yáñez en Durango, Víctor Mercado en Morelos y José Antonio Álvarez en Tlaxcala.

Esto significa que se está cumpliendo la política de género instrumentada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y extensiva a Morena, que establece la participación igualitaria a mujeres en puestos de la administración pública al considerarlas que son las que aportan más a la moralización del ejercicio del Gobierno, y en política con candidatas a cargos de elección popular que generan mayor confianza en los votantes.

En síntesis, los candidatos y partidos opositores que están temblando ante la eventualidad de un nuevo tsunami de votos a favor de la 4T quisieron aprovechar la recomposición que hizo Morena en Sinaloa de la fórmula al Senado para sembrar la idea de que tambalea la aspiración del aún Secretario de Gobierno, Enrique Inzunza, a la Cámara alta. ¿Es difícil descifrar que salió más fortalecido al ser Imelda Castro la que dé la cara en su circunstancia de la mujer sinaloense que más ha brillado en la máxima tribuna legislativa de la Nación?

Nadie cree en el cataclismo,

Que comienzan a anunciar,

Los que proceden a temblar,

Antes de que inicie el sismo.

Con la publicación de la convocatoria del Partido Revolucionario Institucional que da la voz de arranque a los proceso internos de selección de candidatos a presidentes municipales y diputados locales volverá a calarse la disposición del tricolor para designar a personajes socialmente aceptados y en aptitud de ver a los electores de frente al pedirles el sufragio, o recaer en la práctica de acudir a perfiles denostados, rancios y ahuyentavotos, para acelerar el desastroso desenlace comicial vaticinado.