Implementación del Sínodo de la Sinodalidad 2025-2028 (2)

Lo que quiso decir
15/10/2025 04:00
    La fase de implementación del Sínodo de la Sinodalidad a toda la Iglesia tiene como objetivo experimentar prácticas y estructuras renovadas... generar un impacto perceptible en la vida de la Iglesia y en el funcionamiento de sus estructuras e instituciones en la práctica de todos los días.
    La ruta de implementación de los acuerdos del Sínodo de la Sinodalidad

    La estructura y el contenido del documento “Pistas para la fase de implementación del Sínodo: 2025-2028”, tiene cuatro partes y aquí ofrezco una síntesis de cada una de las mismas.

    1. ¿En qué consiste la fase de implementación y cuáles son sus objetivos?

    La fase de implementación la inaugura el Papa Francisco el 24 de noviembre de 2024, cuando se da a conocer el Documento Final (DF) del Sínodo de la Sinodalidad a toda la Iglesia. Esta tiene como objetivo experimentar prácticas y estructuras renovadas, que hagan que la vida de la Iglesia sea cada vez más sinodal, partiendo de una perspectiva integral, para una realización más eficaz de la misión de la evangelización.

    Las iglesias locales deben identificar “caminos concretos e itinerarios formativos para realizar una conversión sinodal tangible en las diversas realidades eclesiales”. Así, esta tiene como objetivo generar un impacto perceptible en la vida de la Iglesia y en el funcionamiento de sus estructuras e instituciones en la práctica de todos los días. Ya no es tiempo de “un regreso al pasado, ni proponer una mera repetición de lo ya vivido: los pasos y los objetivos son muy diferentes” hay que hacer realidad los consensos alcanzados que se registran en el Documento Final.

    2. ¿Quiénes participan en la fase de aplicación? ¿Qué tareas y responsabilidades les corresponden?

    La fase de implementación es un proceso eclesial en sentido pleno, que implica a todas las Iglesias como sujetos y, por tanto, a todo el Pueblo de Dios, mujeres y hombres, en la variedad de carismas, vocaciones y ministerios con los que se enriquece y en las distintas articulaciones en las que se desarrolla su vida.

    Se deben ampliar “las posibilidades de participación y el ejercicio de la corresponsabilidad diferenciada de todos los bautizados, hombres y mujeres” en un espíritu de reciprocidad. Es fundamental involucrar a quienes hasta ahora han permanecido al margen del camino de renovación eclesial que representa el Sínodo. Todas las Iglesias están invitadas a seguir buscando instrumentos de escucha adecuados a la gran diversidad de contextos en los que vive y actúa la comunidad cristiana.

    En el documento se menciona con precisión, las responsabilidades y las tareas que tienen los diversos actores en la fase de implementación de los consensos del Documento Final del Sínodo de la Sinodalidad. Los obispos diocesanos; los sacerdotes y diáconos; los organismos diocesanos; el equipo sinodal diocesano y las agrupaciones de las Iglesias. De manera especial se mencionan las responsabilidades y tareas de la Secretaría General del Sínodo, que tiene a su cargo la animación de todo el proceso.

    Pistas para la fase de implementación del Sínodo: 2025-2028

    Secretaría General del Sínodo

    Ciudad del Vaticano, 2025

    pp. 70