Entre los ciudadanos hay plena conciencia que, en la actualidad, México vive una etapa estelar. Son muchas las razones a considerar para llegar a esta conclusión, quedémonos con el estado de ánimo de los ciudadanos, que es masivamente favorable a la transformación en marcha. Podemos decir que el actual sexenio, que termina a fines de este año, ha dado buenos frutos para el País y para los ciudadanos, sin ninguna duda.
Por lo que observamos, con motivo de la sucesión presidencial y de la renovación de las cámaras de Diputados y Senadores, y también de los congresos locales y presidencias municipales, los cuatro meses siguientes van a ser de intensas campañas políticas en toda la geografía nacional, hasta culminar, el 2 de junio próximo, con los comicios. Va a ser una elección histórica, porque por primera vez seguramente se elegirá, en México, para ocupar el alto puesto de la Presidencia de la República, a una mujer, hecho inédito en la vida política nacional.
Los ciudadanos van a celebrarlo, porque ese hecho demuestra que hemos avanzado políticamente y, lo más importante, estaremos consolidando el establecimiento de la democracia, echando abajo muchos atavismos, que permanecían de manera inamovibles en la vida política nacional. Con la elección del 2 de junio inicia una nueva etapa política de gran trascendencia. Esto los ciudadanos lo celebran con mucho entusiasmo porque, en muchos aspectos, significa un hito en nuestra historia política y democrática. Hay demasiadas razones para que los ciudadanos celebren el resultado de la elección del 2 de junio, con júbilo y alegría desbordante.
No podemos soslayar en esta entrega la importante transformación realizada en el País por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Ahí están, a la vista de todos, obras de infraestructura que teníamos muchos años sin ver. Lo que dejaban los sexenios pasados eran elefantes blancos, obras inconclusas, bardas de obras prometidas que jamás se realizaron. Ahora, los ciudadanos, con sus propios ojos, han visto surgir obras de gran calado, gracias a la entereza del Presidente y del gobierno de la cuarta transformación.
El gobierno de AMLO ha legado al País un precedente difícil de igualar en el futuro. Los ciudadanos están decididos a que ese ritmo de gobierno siga adelante, sin ningún tropiezo, eso es lo que se siente en el ambiente político nacional; como un torrente de voces al unísono todos queremos que se le ponga un segundo piso a la transformación del País.
México se había rezagado en el concierto de las naciones más desarrolladas, por los pésimos gobiernos que se padecieron por largos años, sobre todo durante el periodo neoliberal, que duró 36 años. No se puede olvidar que ese negro periodo significó la peor debacle que sufrió este noble pueblo, se llegó a lo increíble en muchos aspectos, se entregaron infinidad de bienes de la Nación a amigos de políticos corruptos, quienes, de la noche a la mañana, aparecieron en la revista Forbes como los más ricos del mundo.
Los ciudadanos de este País esperan que esos tiempos no vuelvan jamás. México cuenta con su gente, que es trabajadora y hospitalaria como pocas en el mundo; es fama pública que tenemos uno de los pueblos más laboriosos y abnegados, y muchos otros atributos que la opinión pública mundial reconoce, por lo que estamos seguros que México, en corto tiempo, va a descollar, en el concierto de las naciones, con un desarrollas sostenido. Por el camino que vamos, por derecho propio, México va a ser parte de los países más desarrollados del mundo.
Lo anterior no lo señalamos al tanteo. Hay factores que lo están indicando con mucha certeza. Los agoreros de la derecha, que quieren que volvamos al viejo régimen de corrupción, van a pasar al basurero de la historia. México tiene recursos naturales como pocos países en el mundo, goza de elementos naturales de tal magnitud en su prodigiosa geografía nacional, compuesta de tierra y mares de una belleza increíble. Por recursos naturales y humanos no podemos quejarnos, somos de los pueblos más privilegiados de la tierra. Lo que faltaba eran buenos gobiernos y México, después de muchas décadas, al fin está probando las mieles de una buena conducción política.
Los habitantes de este país son conscientes de las potencialidades con que cuenta el País, lo que va a permitirle a México salir del subdesarrollo e insertarse en el grupo de los países con las economías más desarrolladas.