Introducción al silencio

ÉTHOS
19/07/2025 04:00

    Estamos continuamente expuestos a la palabra introducción, ya sea en libros, conferencias, tratados, ensayos, que casi ni reflexionamos en lo que quiere indicar; de acuerdo con su etimología: intro-ducere; es decir, conducir dentro,

    Paradójicamente, la introducción se escribe al final, pues no se puede hablar de lo que se encontrará en la obra, si no se conoce ni se ha desarrollado el tema tratado. Esta introducción, además de ser una síntesis de la obra en cuestión, ofrece una reflexión y pautas de acercamiento al texto.

    Para introducir al silencio tenemos que destruirlo, como acentuó la Premio Nobel de Literatura 1996, Wislawa Szymborska, en su poema Las tres palabras más extrañas: “Cuando pronuncio la palabra Futuro, la primera sílaba pertenece ya al pasado. Cuando pronuncio la palabra Silencio, lo destruyo. Cuando pronuncio la palabra Nada, creo algo que no cabe en ninguna no-existencia”.

    Pablo Neruda, en su conocido Poema XV, de “20 canciones de amor y una canción deseperada”, expresó: “Me gusta cuando callas porque estás como ausente... Me gustas cuando callas y estás como distante... Y me oyes desde lejos y mi voz no te alcanza; déjame que me calle con el silencio tuyo. Déjame que te hable también con tu silencio... Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. Me gustas cuando callas porque estás como ausente. Distante y dolorosa como si hubiera muerto. Una palabra entonces, una sonrisa bastan. Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto”.

    Lógicamente, hablamos de un silencio como plenitud, no como vacío; de un silencio creador que rebosa el horizonte de lo posible, no de un silencio invasivo que congela el alma y petrifica la acción; de un silencio transformador que cataliza la aporía (disyuntiva sin salida) en euporía (acción con eficaz salida).

    ¿Paladeo el silencio?