La azúcar amarga de ‘Serapio Group’
El fabuloso vendedor de espejismos
Todo lo que toca Serapio Vargas Ramírez lo convierte en conflicto, inclusive el inviable proyecto de reactivar el ingenio azucarero de Eldorado con el cual engaña a los productores de caña al ofrecerles el esplendor de una actividad industrial a todas luces en declive por las condiciones adversas en lo nacional e internacional. Nada nuevo con el moderno merolico de los negocios, excepto el sorprendente visto bueno que autoridades y políticos le dan para que cometa esta otra colosal pifia.
Literalmente, los cañeros de la zona de Eldorado van a la bancarrota porque el algodón de azúcar que les convida “Serapio Group” se les derretirá en la boca más pronto de lo que el político les pueda garantizar el nirvana ofrecido. No existe tal rentabilidad a no ser que el narcotráfico empiece a inyectarle capitales, lo cual sería peor por tratarse de pujanza sostenida con el lavado de dinero.
Cuando la fábrica deje de silbar y comience a crujir, el que se dice dueño del ingenio empezará a buscar culpables y exigir salvoconductos para salir del enredo en que se metió, como ya comienza a exigirle al Gobernador Rubén Rocha que compre toda la producción del endulzante y amaga que de no lograr ese propósito se manifestará con el bloqueo de calles principales en Culiacán.
Ese es el Serapio Vargas que ha hecho de la política su modus vivendi y recorre el medio rural siempre vendiendo utopías. El que elucubra campos nudistas en Altata; creó el Partido Independiente de Sinaloa y al año el Instituto Estatal Electoral de Sinaloa lo declaró jurídica y socialmente muerto; el siempre acomedido esquirol de los movimientos para exigir mejores precios para las cosechas; el que amenazó a una reportera, según acta asentada en 2012 por la Organización Artículo 19, porque “soy capaz de muchas cosas... tengo a tu familia ubicada en el Facebook”.
Eso y más. Carece de la virtud de la lucidez y todo lo procesa desde la visión cerril que considera la mentira como mercancía del embaucador. Es lo opuesto al Rey Midas que todo lo que tocaba lo convertía en oro; Serapio lo que tienta lo pudre, lo corrompe. Desde la tontería involucra, luego truena a los implicados y sale avante él aferrado a asideros del poder eternamente disponibles para rescatarlo. Ahí está ahora gestionando el salvoconducto de Rocha Moya para cuando la azúcar amarga se le venga encima.
No obstante que aquí aplica la frase popular de “no tiene la culpa el indio sino quien lo hace compadre”, el gobierno de Rocha sí debe intervenir pero para salvarse él mismo antes de que Serapio Vargas le endose el desastre que viene en el ingenio de Eldorado, industria que no dejó de operar en mayo de 2024 nomás porque se les ocurrió a los empresarios sino por la crisis azucarera que antes obligó a cerrar las factorías de Los Mochis y Eldorado.
Si esto empezó con la fiesta que celebró la adquisición que supuestamente hizo Serapio Vargas de la planta azucarera de Eldorado, con la pregunta adjunta de cómo obtuvo el dinero para comprarla, en aquel acto de julio reciente en que el entonces Secretario de Desarrollo Económico, Javier Gaxiola Coppel, flanqueo al que emergía como fabuloso empresario, ahora hay que ver quién se hace cargo de las exequias de la mole que pretendieron resucitar a base del elixir de la simulación.
Nadie recordó en aquel tiempo que en febrero de 2024 el valor de las exportaciones de azúcar de caña, remolacha y sacarosa mexicanas producidas en México reportó la caída del 25.7 por ciento anual en relación con 2023, que el recurrente panorama de sequía no soporta a cultivos como la caña que requieren de mucha agua, y la solicitud de cañicultores de Estados Unidos que exigen al Gobierno que reduzca los volúmenes permitidos a la entrada de azúcar procedente de nuestro País.
Por lo pronto Rocha Moya ya le respondió a Serapio que el Gobierno del Estado no comprará el azúcar que se produzca en el Eldorado, lo que tiene más señal de deslinde y reprimenda a un camarada de partido que se ha vuelvo vividor de la política. Y sí que pague Morena los platos rotos de la responsabilidad que le toca por llevar a sus filas al “chivo en cristalería” que es Serapio Vargas, el que al ser desterrado por los electores de las boletas electorales encontró cobijo en las siglas de la Cuarta Transformación.
Es decir, lo que está sucediendo anuncia la víspera del trueno que será la caída de manera estrepitosa de “Serapio Group” y del espejismo que el político timador fue a venderle a Eldorado cuando el nobel municipio no ve la salida de otras crisis que lo agobian.
El embaucador avezado,
Hoy quiere venderle a Rocha,
Las toneladas de melcocha,
Del “Serapio Group” fracasado.
En los accesos a todas las escuelas y facultades de la Universidad Autónoma de Sinaloa hay personal de seguridad que les exige a los estudiantes que arrojen en botes de basura todo lo que tenga que ver con la campaña de Denise Díaz, candidata a la Rectoría de la UAS. Por supuesto que la publicidad de Jesús Madueña, que aspira a la reelección, no entra en esta inspección y prohibición que mete a la casa de estudios a niveles de intolerancia nunca vistos. Sin ningún derecho a atacar las libertades de pensamiento y expresión de los universitarios la pregunta es qué más están dispuesto a hacer los que se aferran a prolongar el esquema de Universidad-botín. ¿No hay quien pare a Madueña? ¿Quién le provee de tan horrenda impunidad? La UAS como tierra sin Ley.