La Colonia Juárez de Mazatlán cumplió 70 años... A continuación, una leve aportación basada en una datos que tomé de una crónica de la historia de la iglesias, capillas y ermitas de Mazatlán, además de un recorrido por otras fuentes.
Un detalle curioso que potenció el desarrollo de la Juárez fue el factor religioso, aunque no lo creamos o veamos así hoy.
Había una ermita solitaria que luego se volvió capilla en torno a la que se fue poco aglomerando la gente, primero como tianguis y luego en casas provisionales.
Esa ermita había estado antes frente a la Casa Redonda, donde hoy esta una Iglesia, y era como una bienvenida o sitio de oración para los viajeros del ferrocarril cuando ahí estaba la estación.
Al moverse la estación fue recolocada la capilla en un punto cercano a la actual colonia Juárez, más firme, y se volvió una romería y la colonia fue creciendo.
No es gratuito que le hallan puesto Colonia Juárez a lo que podía ser un campamento religioso. De hecho esa iglesia fue la cuarta que tuvo Mazatlán, luego de la capilla de San José, Catedral y Cristo Rey: para bien y para mal, esta ciudad tuvo pocas iglesias católicas a lo largo de la historia. Aquí no hubo fanatismos ni guerra cristera.
Sería interesante ver ese rollo místico de la Juárez, ahora que lo estamos desmadejando. No dejó de tener su impacto ahí iglesias como la Luz del mundo y la Luterana, así como la profusión de marmolerías por el panteón, para darle un aire especial al sitio.
Otro factor fueron la charrería y las invasiones de las zonas lacustres dirigidas por aguerridos líderes populares, que al entrar al gobierno, por esos antecedentes fueron conocidos como Políticos Marismeños.
Hízose el Lienzo Charro en los años 52 y 53, cuando era Presidente Municipal Amado S. Guzmán, y Gobernador del Estado, el poeta Enrique Pérez Arce, según datos que retomo de una crónica del amigo Juan Lizárraga.
Era sólo el ruedo y una gradería de madera. Leopoldo Sánchez Celis era influyente en México y ante él acudió Amado Guzmán para que intercediera y se llevara a cabo aquí en Mazatlán el congreso nacional de charros.
Así fue. Un acto de gran lustre y de buena derrama económica que precisó una limpieza de aquellas marismas y laderas enmontadas.
Más adelante, un grupo de precaristas invadieron los terrenos que hoy son la Colonia Ferrocarrilera, que fueron expropiados a la Porfiriana familia Braniff, pero se les pidió que los desalojaran porque esa zona ya estaba comprometida para los ferrocarrileros... en su mayoría gerentes y líderes políticos que no conocían ni los ramales ni los túneles.
Hasta un busto pusieron ahí de don Jesús García, el héroe de Nacozari, para maliciarla. En un acto de justicia, ese busto fue cambiado luego a la nueva estación del ferrocarril.
Previa negociación y hasta con apoyo económico, esos colonizadores aceptaron cambiar de miras y marcharon hasta el otro lado del Estero del Infiernillo.
Cuando llegaron los frustrados y a la vez triunfadores precaristas a habitar las faldas de Loma Atravesada, sólo existía en el lugar la Plaza de Toros Lienzo del Charro. El asentamiento se formó y se fue poblando aceleradamente. Era el año de 1954
Ricardo Medrano Filippini, entonces delegado de la Federación de Charros en Sinaloa, consiguió dinero y trabajando día y noche se logró la construcción de lo que es hoy el lienzo charro. Esto fue allá por 1963, siendo ya gobernador Sánchez Celis.
Y así fue como con ese factor la colonia fue creciendo y tomando forma. Más tarde fue el bicentenario de Don Miguel Hidalgo y se colocó la gran cabeza, que según la gente está hueca y usan para guardar herramientas.
Me encanta la leyenda de que las cabezotas se equivocaron y la que iba para la Juárez, una de don Benito Juárez,acabo en Mochis, en medio de una avenida como bola de billar...
También tienen allá su propia leyenda: los mochitecos dicen que era una estatua gigante pero que la enterraron para que se le viera la cabeza
Jorge Ibarguengoitia decía que la única aportación seria de México al arte moderno eran esas cabezotas de héroes nacionales que brotaban como hongos gigantes por todo el país.
La vecina colonia Casa hogar también tiene su historia: surgió porque ahí había unas pilas públicas colectivas y fue necesario tener una casa para cuidar a los niños de las señoras que iban hasta ahí a lavar la ropa. ¿Qué tal?