La crisis migratoria en México y la necesidad de mejores respuestas

    En 2023, 782 mil 176 personas ingresaron a México de forma irregular, un incremento del 77 por ciento con respecto a las cifras del 2022. Este incremento, especialmente notable en estados como Veracruz y Chiapas, refleja la urgente necesidad de abordar las causas subyacentes de este fenómeno

    La crisis migratoria en México se ha acentuado en los últimos años, con miles de personas atravesando el país en busca de un refugio seguro o mejores oportunidades. Este flujo masivo plantea desafíos significativos tanto para el Estado mexicano como para aquellos que aspiran a ocupar cargos políticos, especialmente en el contexto de las elecciones en México y Estados Unidos.

    Uno de los principales desafíos es la migración irregular. De acuerdo con la Secretaría de Gobernación, en 2023, 782 mil 176 personas ingresaron a México de forma irregular, un incremento del 77 por ciento con respecto a las cifras del 2022. Este incremento, especialmente notable en estados como Veracruz y Chiapas, refleja la urgente necesidad de abordar las causas subyacentes de este fenómeno.

    El origen de los migrantes también arroja luz sobre la complejidad del problema, con un número significativo proveniente de países como Venezuela, Honduras y Guatemala. Este flujo migratorio, además, incluye un aumento sustancial de menores de edad, especialmente niñas y adolescentes, quienes enfrentan condiciones particulares de vulnerabilidad. Tan solo en 2022 ingresaron 71 mil 206 y en 2023 fueron 113 mil 660 niñas, niños y adolescentes, un incremento del 62 por ciento. Esta situación se profundiza en el caso de las niñas y adolescentes, ya que se ha incrementado en casi 68 por ciento, pasando de 31 mil 262 en 2022 a 52 mil 376 en 2023. Este incremento sustancial de niñas migrantes puede deberse a que en sus entornos enfrentan discriminación de género, limitación de oportunidades educativas y condiciones de pobreza. Ante esta realidad, es crucial brindar una atención especializada a los menores migrantes para protegerlos de la explotación y el abuso que pueden sufrir en su travesía.

    En México se carece de mecanismos sólidos para la protección de derechos humanos. En Causa en Común registramos a través de medios de comunicación al menos 97 actos de violencia contra migrantes, los que en su mayoría referían al rescate de migrantes que habían sido secuestrados o bien, que se encontraban hacinados y abandonados en tráileres en las carreteras mexicanas.

    Lamentablemente, las instituciones sólo informaron de mil 304 personas migrantes que fueron rescatadas en 2023, es decir, el 0.1 por ciento del total de personas migrantes que ingresaron de forma irregular al territorio.

    A pesar de los desafíos, muchas personas migrantes optan por quedarse en México como refugiados, lo que resalta la importancia de garantizar la protección integral de sus derechos. Esto incluye acceso a servicios básicos, oportunidades laborales y una ruta clara hacia la integración social y económica. En el 2023, más de 141 mil personas realizaron una solicitud de asilo ante la COMAR. Un incremento de más del 11 mil por ciento respecto a las mil 295 personas que solicitaron asilo en el 2013.

    Los números de solicitudes de asilo aprobadas por el Gobierno mexicano en 2023 son 56 mil 270 personas de Honduras a las que se les brindó refugio; 24 mil 398 de Venezuela; 16 mil 646 de El Salvador; 6 mil 595 de Cuba, y 13 mil 015 de otros países.

    El incremento de personas refugiadas se puede explicar porque las personas tienen una mayor garantía de protección legal y seguridad personal, lo que les permite vivir sin el temor de ser deportados o perseguidos. Asimismo, pueden acceder a servicios como lo son atención médica, educación y trabajo legal, lo cual resulta redituable ante las desventajas sociales que sobrellevaron en sus países de origen.

    Desde Causa en Común abogamos por soluciones innovadoras para abordar la crisis migratoria en México, entre las que destacan:

    - Abordar las causas estructurales de la migración, como la pobreza, la violencia y la falta de oportunidad.

    - Fortalecimiento a los Sistemas de Protección Migratoria, a través de brindar atención especializada y apoyo psicosocial a las personas migrantes, así como capacitando a los funcionarios y profesionales que trabajan con ellos.

    - Ampliar el presupuesto de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados para incrementar sus recursos de asistencia legal, médica y psicológica, y ampliar su alcance territorial.

    - Negociar un acuerdo migratorio con el gobierno de Estados Unidos y principales países expulsores, que contemple la contención de flujos migratorios y repatriaciones seguras y ordenadas, siempre con respeto a los derechos humanos.

    - Promover la inclusión social y laboral de los migrantes, combatiendo la discriminación y garantizando su acceso a servicios básicos, educación y empleo digno.

    - Revertir la militarización del Instituto Nacional de Migración y emprender su reconstrucción en tanto corporación civil auxiliar de una política migratoria enfocada a salvaguardar los derechos humanos de los migrantes y a la atención de víctimas.

    La crisis migratoria en México requiere respuestas audaces que aborden tanto las causas estructurales como las necesidades inmediatas de las personas migrantes. Solo mediante un enfoque integral y colaborativo podremos construir un futuro más justo y humano.

    El autor es Luis Carlos Sánchez Díaz, investigador de Causa en Común @luiscsd23

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