La defensa de nuestros derechos, compromiso inaplazable en tiempos complejos

ALTOPARLANTE
16/12/2025 04:00
    La complejidad que atravesamos en el mundo, hoy más que nunca requiere de renovados compromisos en tiempos donde nuestros derechos están cada vez más amenazados

    A propósito del 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, establecido así con la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas en 1948, resulta pertinente abrir algunas reflexiones muy necesarias frente a este año 2025 que está a punto de terminar y en el contexto internacional en el que nos encontramos.

    Desde aquel episodio histórico han pasado 77 años, durante los cuales han sucedido infinidad de hechos y cambios a lo largo del planeta. Estamos en un mundo totalmente distinto al de aquellos tiempos, pero hay algo que continúa latente desde entonces y hasta ahora: los derechos humanos nunca han dejado de estar en un campo de disputa política, social, económica, simbólica.

    Han existido múltiples guerras, masacres, dictaduras, genocidios, millones de personas han sido desaparecidas, torturadas, ejecutadas desde que se emitió la Declaración Universal como aquella pretendida guía moral para la humanidad. De igual forma, no han llegado aquellos proclamados ideales de justicia, igualdad, dignidad para muchas personas y grupos en el mundo. Pero en estos 77 años tampoco debemos dejar de observar a los derechos humanos desde los contextos locales concretos.

    Es bajo esta lupa analítica donde la disputa por los derechos se vuelve viva y fecunda. Los derechos han sido conquistas logradas desde diversos activismos y estrategias, organizaciones, colectivas y movimientos sociales, pueblos y comunidades indígenas, que desde terreno y a través de su lucha digna y férrea han empujado cambios políticos, sociales, normativos, institucionales; en ocasiones lentos y paulatinos, pero con resistencia y firmeza; no pocas veces pagando altos costos que no debían pagar, incluso en contra de su propia integridad y vida.

    La experiencia nos sigue enseñando que los derechos no son logros permanentes ni llegan para quedarse, así como tampoco existe una linealidad histórica de continua progresividad y avance. Al contrario, en muchas ocasiones se avanzan cinco pasos y se retroceden diez.

    Hoy nos encontramos ante enormes desafíos políticos, económicos, sociales, medioambientales. Vale la pena colocar algunas reflexiones:

    1. El espacio cívico se va cerrando. Así se reporta en el reciente informe de Civicus Monitor, el cual analiza 5 categorías de este espacio en cada país: cerrado, reprimido, obstruido, reducido y abierto (en orden de peor a mejor). Entre los 35 países americanos, el entorno cívico obtiene la calificación de “cerrado” en tres, “reprimido” en siete, “obstruido” en seis, “reducido” en nueve y “abierto” en diez. En cuanto a la distribución poblacional, señaló que un 90% de habitantes del continente se encuentran en países de las dos peores categorías, con un 60% en espacios cívicos obstruidos y otro 30% en espacios cerrados.

    2. A la par de esta reducción del espacio cívico, la democracia va perdiendo terreno en el mundo. Conforme al reciente informe de 2024 del Instituto V-Dem de la Universidad de Gotemburgo, existe una gran ola mundial de autocratización. Por primera vez en 20 años, en el mundo hay más autocracias que democracias. La pérdida de libertad de expresión es alarmante: su nivel ha disminuido en 44 países frente a los 35 países que reportó en su informe 2023. También ha colocado a México como uno de los países con mayor declive democrático y aumento de la autocratización en los últimos años.

    3. Los derechos humanos no sólo siguen siendo atacados de manera física (torturas, desapariciones, detenciones, etc.) sino también en el ámbito digital que, junto con estas agendas autoritarias, van estableciendo sistemas que sacrifican cada vez más nuestra privacidad y datos personales, habilitando mecanismos de vigilancia, espionaje y control social, con el objeto de inhibir el despliegue de nuestras libertades dentro de este espacio cívico que también es digital y debe ser igualmente protegido. Recientemente en México entró en vigor un paquete de reformas que establecen grandes plataformas de recolección masiva e indiscriminada de datos personales y habilitan sistemas de vigilancia.

    4. La desinformación también constituye un gran reto en la actualidad. Sobre todo, en estos contextos de retroceso democrático, las autoridades se valen de emitir informaciones inexactas, manipuladas o abiertamente falsas, con el objeto de distorsionar la realidad y generar narrativas perniciosas. Ante esto, se vuelve indispensable la activación social de un pensamiento mucho más crítico y analítico. Además, resultan fundamentales los proyectos de fact-checking como en México, por ejemplo, están Verificado, El Sabueso y así en los demás países.

    5. La crisis climática nos va colocando cada vez más ante escenarios funestos, como incendios, inundaciones, sequías, huracanes, cada vez más fuertes, que provocan grandes pérdidas sociales, humanas, económicas, comunitarias. Este planeta es nuestra “casa común”, y si no lo asumimos así, seguiremos caminando como entes individuales, sin tejer comunidad.

    En este sentido, la empatía y solidaridad constituyen condiciones fundamentales que nos ayudarán como humanidad ante estos escenarios adversos. La complejidad que atravesamos en el mundo, hoy más que nunca requiere de renovados compromisos en tiempos donde nuestros derechos están cada vez más amenazados.

    Agradecemos a Animal Político un año más de colaboración en este espacio. Que 2026 sea un mejor año con más derechos y menos autoritarismos

    El autor, Luis Knapp Moreno, es coordinador del programa de Ecosistema Informativo y Tecnología en Article 19 MX-CA.