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"TIERRA NUESTRA"

"La entrada de Segalmex a la agricultura comercial de Sinaloa"

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    epalaublanco@yahoo.com.mx

     

    La empresa de consultoría de mercados agrícolas GMCA, en su última perspectiva del sector agroalimentario de 2020 estableció cinco puntos esenciales y críticos que no está atendiendo la política agrícola del nuevo gobierno, de los cuales abordaré solo dos: la defensa de los intereses comerciales internacionales; y la ausencia de esquemas de ordenamiento e instrumentos que den certidumbre al ingreso y la comercialización.

    He insistido desde hace mucho tiempo sobre la existencia de prácticas desleales de comercio durante los últimos cinco años, que se incluyen dentro de la defensa de los intereses comerciales internacionales; pero todo indica que la Cuarta Transformación no se atreverá a defender este tema frente a Estados Unidos, crucial para la auténtica soberanía alimentaria.

    Finalmente, hay la definición de una red de seguridad para los productores de granos, sustituyendo el ingreso objetivo, por un segundo precio de garantía, para la agricultura comercial. El director de Segalmex Ignacio Ovalle Fernández, en la última conferencia mañanera y con la presencia del Presidente anuncia otro precio de garantía del maíz, el de la agricultura comercial, de 4,150 pesos para productores, con el límite establecido el año pasado, de hasta 50 hectáreas y máximo de 600 toneladas.

    El anuncio del director general de Segalmex, después de un largo e inexplicable silencio, ya tuvo otra expresión más positiva de la agricultura comercial, que ahora también tiene otro precio de garantía como la agricultura del sureste, refiriéndose a que es una agricultura competitiva, pero que requiere el apoyo marcado por la diferencia del precio de mercado con el precio de garantía que sustituyó el ingreso objetivo.

    El 30 de marzo se liquida Aserca; quedan tres o cuatro funcionarios que operarán como una especie de SIAP, ajeno totalmente a la comercialización.

    Respecto al ordenamiento de mercado -hasta ahora ignorado- y que debe promover que no sea la voluntad de los más grandes, la que establezca las reglas del juego, hay el riesgo de que así funcione. Solo queda la fuerza del más poderoso para dictaminar cómo opere el mercado e inclusive cambiar las reglas a su favor. Como lo hizo Maseca en 2012, al no aceptar pagar al productor con el tipo de cambio de la fecha de la facturación, como establecía el esquema, habiendo pagado 4,000 pesos tonelada y no los 5,000 pesos que en justicia correspondía al productor. Cuando se establecía a Aserca como el árbitro vigilante de las reglas del esquema de A x C. No hubo ni siquiera una reclamación de parte de Aserca.

    En 2019, con el argumento de que la base acordada era muy alta, Cargill obligó a los acopiadores a venderles maíz libre de todos los gastos de almacenamiento. Todo parece indicar que la transnacional se salió con la suya, sin pagar los servicios de bodega, que tuvo que absorber el productor. Aserca tampoco tuvo la fuerza ni la determinación de defender al productor.

    La base a aplicar en la contratación depende del tamaño de la cosecha y de las intenciones reales de compra. Para esta temporada, Aserca había determinado una primera base de 39 dólares tonelada. Maseca, el principal comprador determinó que la base debía ser de 34 dólares tonelada, que corresponde a la contratación de toda la cosecha cercana a los 6 millones de toneladas, cuando no se conoce si habrá compradores para toda la cosecha. Este comprador ya había negociado de palabra esta base con varios acopiadores. No queda claro entonces cuál es la base correcta. No se conoce, al menos yo, cual es el tamaño de las intenciones de compra, que además deben ser un compromiso ineludible de los compradores.

    En la reciente presentación de Segalmex para Sinaloa se determinó una base de 35 dólares tonelada (un dólar más que Maseca) para un volumen de 5.7 millones de toneladas. En la medida que el mercado crece en tamaño, crece también el alcance geográfico que implica incluir destinos más lejanos, con mayores fletes al lugar de destino, que van reduciendo la base al productor. Habría que investigar si esta base contempla suficientes clientes para el total de toda la cosecha, en los volúmenes reportados por los compradores, para aceptar una base más pequeña. Pues si queda un volumen sin vender no debe contabilizarse en el cálculo de la base.

    Sin embargo, Segalmex no ha publicado ningún reglamento que establezca las bases del ordenamiento. Inclusive Segalmex habló de un precio de garantía, que aplicaría solo para los volúmenes contratados y faltará definir el tratamiento del volumen sin comercializar. Pues esta entidad no comprará directamente toda la cosecha, como lo hacía Conasupo.

    Estaba contemplada una segunda reunión para el lunes o martes de esta semana que terminó, pero se canceló por la emergencia de Covid-19. Ya estamos acercándonos a la cosecha por lo que urge una clara definición de todos estos temas pendientes.

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