La fe del carbonero

ÉTHOS
30/05/2021 22:05

    Se utiliza la expresión “La fe del carbonero” cuando se alude a la creencia simple de una persona que no entiende nada, o al menos no puede expresar o definir aquello en lo que cree, pero lo cree por la sencilla razón de que debe creerlo.

    No se trata de una minusvaloración de la fe, sino todo lo contrario. La fe de las personas humildes, y que algunos pueden considerar hasta de burdas e ignorantes, es la que más se celebra por su firmeza aun cuando no se pueda precisar o explicar con claridad el contenido del dogma o doctrina, ya que quien la profesa no entiende de teorías, pruebas o argumentos.

    Gonzalo de Correas, en su libro “Vocabulario de refranes”, de 1627, mencionó un diálogo entre un teólogo y un carbonero acerca de la Santísima Trinidad. El teólogo preguntó: “¿Cómo entendéis vos esto de las tres divinas personas, tres y una?” El carbonero tomó la falda de su sayo e hizo tres dobleces. “Ansí”, respondió, mientras extendió la falda y mostró que eran tres dobleces en una sola tela”.

    “Las memorias de Trevoux”, un diccionario escrito por varios autores en el Siglo 18, señaló otra versión: A un carbonero se le acercó el diablo disfrazado de doctor de la Sorbona y le preguntó en qué creía. El sencillo hombre respondió: “Yo creo lo que cree la Iglesia”.

    El diablo le volvió a preguntar: “Y bien, ¿qué cree la Iglesia?” A lo que el carbonero contestó: “Ella cree en todo lo que creo yo”.

    Una fe semejante fue la que Jesús celebró en una mujer sirofenicia y, por eso, exclamó: “Mujer, qué grande es tu fe” (Mc 7,24-30). El maestro no le preguntó fórmulas ni símbolos, sólo celebró su fe.

    ¿Es firme mi fe?