La finitud de la vida

ÉTHOS
06/10/2022 04:00
    Sí, el ser humano debe estar siempre consciente de su finitud, ya que la certeza de la cercanía de la muerte ayuda a conferir un sentido más profundo y trascendente a la vida. Es cierto que esta inevitabilidad de la muerte puede producir angustia y desamparo, pero también posibilita el reflexionar y filosofar acerca de la propia vida. En otras palabras, la certeza de la finitud nos debe conducir a intentar desvelar el misterio de la muerte; y, sobre todo, a no esperar que nos pille ese momento con la sola conciencia de la muerte física.

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    En una antigua sentencia latina, se afirma: “Homo humus. Fama fumus. Finis cinis”, que quiere decir: “El hombre es tierra. La fama es humo. Al final todo es ceniza”. Dicha máxima nos recuerda, asimismo, la frase tan conocida que se recita el miércoles de ceniza: “Memento, homo, quia pulvis es et in pulverem reverteris” (Recuerda, hombre, que polvo eres y en polvo te convertirás).

    Sí, el ser humano debe estar siempre consciente de su finitud, ya que la certeza de la cercanía de la muerte ayuda a conferir un sentido más profundo y trascendente a la vida. Es cierto que esta inevitabilidad de la muerte puede producir angustia y desamparo, pero también posibilita el reflexionar y filosofar acerca de la propia vida.

    En otras palabras, la certeza de la finitud nos debe conducir a intentar desvelar el misterio de la muerte; y, sobre todo, a no esperar que nos pille ese momento con la sola conciencia de la muerte física. Aun poniendo el caso de que no creamos en una vida ultraterrena, la finitud nos proporciona la oportunidad de conferirle un sentido a nuestro paso por este mundo, sabiendo que lo que hacemos puede conferir valor, contenido y significación en la vida de los demás.

    Si se nos concediera vivir eternamente, llegaría un momento en que todo sería enfadoso y aburrido. No experimentaríamos urgencia por realizar algo, pues no comprenderíamos que el tiempo se nos escapa. De igual forma, no valoraríamos el momento que alguien me regala, pues no nos estaría ofrendando nada valioso, ya que ese instante no contaría como pérdida de un tiempo que se escapa en la suma de su vida.

    Sin finitud, no habría generosidad, ni entrega, ni reciprocidad, ni esperanza, ni compromiso.

    ¿Valoro la finitud de la vida?