La guerra de encuestas en Sinaloa
Nunca dar el voto sin saber a quién

OBSERVATORIO
03/12/2025 04:02
    En esa otra guerra que apenas inicia en Sinaloa, la de las encuestas, se vale el fuego amigo, el descrédito entre adversarios, el engaño de alzarse con victorias mucho antes de la elección y la pregunta capciosa que induce el voto mediante la fuerza de las mentiras

    Otro indicador de que la que la carrera por la sucesión en Sinaloa ha sido adelantada, sobre todo en el taste del Movimiento Regeneración Nacional donde la “caballada” empieza a intranquilizarse, son las encuestas de opinión que comienzan a circular con resultados coincidentes en algunos puntos pero divergentes en cuanto a las posiciones en que aparecen los perfiles políticos que se miden en la intención del voto con más de año y medio de anticipación a la elección del 6 de junio de 2027.

    Señal también de la reactivación de la industria de los sondeos, en su mayoría con mediciones de preferencias confeccionadas al gusto del mejor postor, son los descuidos en las metodologías que depende lo burdo que sean dan o quitan confiabilidad a estos ejercicios que en toda coyuntura prelectoral se comercializan como pan caliente, a precios según sea el betún que encubra la realidad.

    Aquí cabe la acotación pertinente de que cada ciudadano debe proteger su derecho al libre albedrío realizando la introspección interna antes de enfermar de encuestitis aguda, donde algunas mediciones profesionales y otras de la marca “patito”, causan extravíos en vez de orientar el debido proceso democrático. Cuidado con los sesgos y estrategias de manipulación política con disfraz de muestras de opinión.

    Sólo como ejemplo, la encuesta publicada el 10 de noviembre por la firma Statistical Research Corporation para el caso de la elección de Gobernador de Sinaloa, analiza que por partido, sin considerar posibles alianzas, Morena tiene el 32.8 por ciento de la intención del voto; el Revolucionario Institucional, el 18 por ciento; Acción Nacional, el 14.2 por ciento; Movimiento Ciudadano, el 8 por ciento; y el resto se lo dividen PVEM y PT, con un 23 por ciento de indecisos.

    Por posibles candidatos de Morena, Imelda Castro aparece a la cabeza con el 35.7 por ciento, seguida por Gerardo Vargas con 17.2 por ciento, Juan de Dios Gámez con 14.6 por ciento, Enrique Inzunza con 10.5 por ciento y María Teresa Guerra con porcentaje de 3.3. Por el PRI lideran Mario Zamora (40.1 por ciento) y Paloma Sánchez (37.2 por ciento), mientras que en el PAN la postulación recaería en Eduardo Ortiz (48.4 por ciento) y Roxana Rubio (24.5 por ciento).

    En otra indagación preelectoral, realizada en noviembre por Demoscopía Digital y el diario nacional La Jornada, Morena aventaja en la intención del voto con 42.8 por ciento, el PAN obtiene 10.2 por ciento, el PRI 9.1 por ciento, MC 7.5 por ciento y el resto se reparte entre PVEM, PT y otros, con un porcentaje de indecisión del 13.8. En caso de ser mujer la candidata a Gobernadora, Imelda Castro logra 21.5 por ciento de aceptación, Tere Guerra 18.2 y Estrella Palacios 15.9. En cuanto a pretensos hombres, Enrique Inzunza obtiene 28.3 por ciento, Juan de Dios Gámez 26.1 por ciento y José Paz López 5.8 por ciento.

    Las referencias citadas son algunas muestras de la fiebre de estudios de opinión pública que comienza a calentar el ambiente previo al proceso constitucional para elegir Gobernador, presidentes municipales, diputados federales y locales. Las encuestas de Statistical Research Corporation y Demoscopía Digital-La Jornada, aportan a entender no tanto del aceleramiento de los tiempos sino cómo se tejen enredos que en vez de motivar la participación ciudadana podrían operar para inhibirla.

    El negocio de las encuestas siempre corre en tres etapas. En la primera, que es la actual, las compañías que se dedican a estudios de opinión pública juegan con la recopilación de datos y el universo de indecisos para ajustarlos al capricho de un partido o candidato; la segunda tiene que ver con el inicio formal del proceso electoral donde inducen tendencias sin que la población en edad de votar tenga decisiones tomadas, y en la tercera fase que son las campañas empiezan a ajustar sus mediciones a la realidad para salvar mínimamente el prestigio de la marca.

    En esa otra guerra que apenas inicia en Sinaloa, la de las encuestas, se vale el fuego amigo, el descrédito entre adversarios, el engaño de alzarse con victorias mucho antes de la elección y la pregunta capciosa que induce el voto mediante la fuerza de las mentiras. Y el contraveneno consiste en conocer, estudiar y descifrar las verdaderas intenciones de quienes pronto vendrán a pedirnos el sufragio.

    Reverso

    Inician tramposas encuestas,

    Que enmarañarán la elección,

    Y a Sinaloa, por ambición,

    La harán casa de apuestas.

    Legislar para la paz

    La posibilidad que abre la Presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, María Teresa Guerra Ochoa, para realizar reasignaciones en la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos que presentó el Gobernador Rubén Rocha Moya para el ejercicio 2026, significa en materia seguridad pública otra lucecita al final del túnel para que quitándole poquito aquí y allá a otros rubros, las tareas de pacificación de Sinaloa y de construcción de paz positiva y duradera cuenten con los recursos públicos necesarios aunque sea para instalar los cimientos de un estado con legalidad, tranquilidad y civilidad.